Lucky Strike

Capítulo 15

Ethan detuvo el auto justo en frente de la casa de mis padres.

-¿Quieres que te acompañe?

-No, gracias –dije- Podrían pensar que estamos juntos.

Y justo después de que salieran esas palabras de mi boca, me arrepentí. Seguía diciendo cosas que no debía. Tenía que aprender a cerrar la boca.

-Esta bien –se limitó a decir.

Bajé del auto aun con un sentimiento de culpa, no dejaba de meter la pata con Ethan después de que él solo había sido amable conmigo. Me planté en frente de la puerta mientras esperaba a que me abrieran.

Elena, la ama de llaves, me abrió la puerta. Le sonreí y ella hizo lo mismo.

-Sus padres están en la sala –me dijo.

-Gracias.

Mi padre estaba sentado en el sofá leyendo el periódico mientras que mi madre estaba pérdida mirando hacia la chimenea donde las llamas del fuego saltaban por doquier.

-¡Erin, cariño! –exclamó mi madre cuando se dio cuenta de mi presencia.

-Dejemos eso, por favor –respondí de mala gana.

-No le hables así a tu madre –regaño mi padre.

-Erin, ¿qué te pasa?

-Que me pasa… -reí sarcásticamente- ¿Creen que soy estúpida? Se lo que hicieron con Josh.

Se hizo un silencio sepulcral.

-Así que te enteraste –comentó mi padre.

-Sí, me entere. ¿Cómo pudieron hacer eso? –estaba tratando de contener todo la ira que llevaba por dentro.

-Cariño, lo hicimos por tu bien –dijo mi madre- Ese chico no te convenía para nada, y lo demostró aceptando lo que le ofrecíamos. Era solo una prueba.

-Sí, claro. Es como si quisieran que no viva mi vida como lo tengo planeado. Tiene que escoger todo por mí, y sinceramente, ya estoy harta.

-El chico ni siquiera lo pensó –dijo mi padre- Lo hicimos por ti.

-¡Dejen de decir que lo hicieron por mí! –grité- Todos en esta sala sabemos que no es así.

-Ethan es un buen muchacho, Erin. Él si te conviene –comentó mi padre.

-¿A mí o a tu bolsillo?

Los dos se quedaron petrificados por unos segundos hasta que reaccionaron, pero me les adelanté.

-¿Saben qué? Olvídenlo. –dije con resignación- Con ustedes todo será siempre lo mismo. Solo venía a recordarles que no pueden elegir a quien quiero y a quien no.

No pensaba malgastar más mi tiempo en aquella casa y tampoco pensaba odiarlos. Nunca había sido rencorosa y no pensaba empezar ahora. Allá ellos con sus malas decisiones, no dejaré que influyan de esa manera más en mi vida. Tomaré mis distancias y seré indiferente. Es lo mejor que puedo hacer.