Piloto - parte 1

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- Ariana, ¡Fuera de la cama! es el primer día de clases -, yo estaba en mi cama, descansando en paz, cuando Elena, mi gemela, entro en mi habitación. Mi conjetura es que ella esta tratando de pretender que porque ella es mayor, por como dos minutos, puede darme ordenes.

- Elena... - gemí y frote los ojos aturdida. Entonces, sentí las cubiertas de mi cama arrancándose de mi agarre como volví la cabeza hacia los ojos entrecerrados de Elena.

- Levántate - dijo de nuevo, - Bonnie va a recogernos en cualquier minuto... -.

- Pero es como...- me calle como estire mi cuello hacia el reloj digital en mi mesita de noche, - seis - suspire.

- Sí - respondió con rapidez - y si no te levantas en los próximos quince minutos te voy a echar una cubeta de hielo -, advirtió. Luego se dio la vuelta y desapareció de mi habitación, cerrando la puerta.

- Perra - susurré en voz baja. No me malinterpreten. Amo a Elena y todo ,pero ella a veces podía ser... bueno... una perra. Teniendo en cuenta que teníamos la misma cara, yo no quería que alguien accidentalmente me confundiera con ella. Eso no habría salido bien.

Mire alrededor de mi habitación. Antes de que mis padres habían muerto, lo habíamos decorado. Las paredes eran de color crema con adornos blancos que estaban en cada pliegue de la enorme sala. Mi colosal cama con dosel de madera oscura estaba contra la pared cerca de la ventana. Sabanas blancas cubrían mi cama, el asiento de la ventana y cortinas. El piso de madera era de un color marrón oscuro y la lampara de pie al lado de mi asiento de la ventana era de color plateado. En el otro lado de la habitación esta mi mesa de madera pulida, en el que se encontraban mis joyas caras que me dieron de regalo. Sin embargo, en la mesa no había maquillaje. A diferencia de Elena, no necesito ningún tipo de maquillaje. Un espejo colgado en la pared, encima de mi mesa, en el que refleja la habitación haciendo la ilusión de que la habitación era más grande que el tamaño real.

Me acerque al espejo y mire mi reflejo.

Es espeluznante lo mucho que me parecía a Elena. Nuestros rasgos eran casi exactamente los mismos, aunque mis ojos eran un poco más grandes. Mi piel era mucho más ligero que el de ella. Mientras que ella tenía un tono oliva, mi piel era más marfil. Mi pelo era de un marrón oscuro, y en lugar de su mediano pelo liso, el mio era ondulado, y caía en cascada hasta mi espalda baja.

Elena y mis amigas siempre estaban celosos de él, dicen que un día, ellos lo cortaran un poco. Pero por supuesto, sabia que estaban bromeando. Nos amamos, nunca podríamos lastimarnos unos a otros.

Por la forma del cuerpo, bueno Elena y yo eramos más o menos iguales, las dos tenemos curvas, delgadas y altas. Y la personalidad... bueno... digamos que yo siempre era la hermana "preferida".

Entre a mi vestidor y escogí la ropa para el primer día de clases. Me decidí a llevar una camiseta negra, pantalones negros, botines negras de tacón alto y una chaqueta de cuero beige. Uní al equipo un anillo y collar de plata.

Después de arreglar el pelo, sonreí - con suerte - convencer al espejo con mi sonrisa y pensé lo orgullosa que sería mi mamá en este momento.

Crucé mi mochila sobre mi hombre mientras bajaba las escaleras. Oí a Jenna decir, "Tostadas, puedo hacer tostadas".

- Lo mejor es un café, tía Jenna -, le dije.

- Oh, hey cariño -, Jenna dijo y me dio un abrazo. Cerré los ojos y pensé en lo afortunados que eramos de tener a Jenna. Sin ella, no se si yo puedo llegar tan lejos.

- ¿Hay café? - dijo Jeremy.

Dejándome, Jenna dijo exasperada, - Su primer día de clases y estoy totalmente preparada. ¿Dinero del almuerzo? -

The Vampire Diaries (Atrapados Entre Espinas) (pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora