Capitulo 9 [Versión definitiva]

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La velocidad de los días se ha vuelto algo lenta, la lluvia y la nefasta televisión por cable de la cual se nos provee me hacen sentir aún más encerrada, ojalá este viaje improvisado hubiera nacido en medio de primavera o verano y así poder salir y ver lo que deseo ver, más allá de estas cuatro paredes.

Erick, al contrario de mí, se la pasa ocupado todo el día, entre llamadas encubiertas, con códigos secretos -o quizá simplemente palabras que mi cerebro y mi poca experiencia en este mundo no comprenden-. Erick, fielmente sentado frente a la vieja chimenea cada día desde las seis de la tarde hasta las ocho, completamente concentrado en cualquier libro de turno. En cambio yo, que siempre creí que leer sería mi escape a cualquier situación de aburrimiento, es más, siempre creí que si un día ocurría un apocalipsis y tuviera que esconderme entre cuatro paredes, lo primero que empacaría serían bastantes libros, ahora, muy al contrario de lo que solía pensar, creo que serían mi última opción de entretención, lo que me deja la tarea de elaborar una lista de prioridades en caso de algún tipo de apocalipsis –que claramente no incluya algo sobrenatural-, simplemente me la paso caminando de la cocina a mi habitación y de mi habitación a la sala. Creo haber descubierto cada grieta en el techo, quizá hasta podría enumerarlas.

-Vaya manera de desperdiciar el tiempo.-murmuró Erick sin despegar sus ojos del libro en sus manos.

-¿Disculpa?-me detuve entre la mesa de la sala y el sofá junto a la pared de la chimenea de camino al corredor que lleva a mi habitación.

-Llevamos varios días aquí encerrados por la lluvia y tú solo caminas y caminas y caminas...-hizo gestos de círculos con su mano derecha.- Podrías aprovechar el tiempo y aprender más, creí que tenías mucha sed de conocimiento.

-La tengo.-lo contradije.- Pero como sabrás, quienes me enseñan historias y sobre este mundo son Eleaine y Paul y por más vueltas que de en este nefasto lugar, no los encuentro.

-Hasta dónde sé yo también soy un vampiro.-se burló.- Uno bastante antiguo y cercano a tu familia.

-No es como que seas una persona muy abierta, y además creo que hay dudas que no podrías resolver.

-¿Cómo lo sabrás si no preguntas?

Me detuve un momento a pensar, tiene algo de razón, él lleva siglos cerca de mi familia, en este mundo sobrenatural y supongo que algo podría aprender de él, de su experiencia, de su vida, quizás hasta de las historias que ha visto.

Así que se me ocurrió que ya que mis padres siempre evitan hablar sobre los Dhampire, Erick podría la fuente de respuestas que estuve buscando.

-Muy bien sabelotodo.-dije sentándome de golpe en el sofá junto a la pared de la chimenea.- Ilústrame sobre la familia Dhampire.

-¿Qué quieres saber?

-Todo, Eleaine raramente menciona algo.

-Tendrás que ser más específica en tus preguntas porque me estás preguntando sobre una familia con siglos de existencia.

-Cuéntame sobre mis abuelos, lo único que sé de ellos es que sus nombres eran Kendra y Lucian.

-Los primeros vampiros sobre esta tierra.-dejó caer su libro sobre la mesita de cristal a su costado.- Cuando los ancianos crearon a los sobrenaturales, eligieron a varias parejas para modificar genéticamente, tus abuelos ya estaban casados, y por lo que sé su amor era tan fuerte que incluso al momento de morir, lo hicieron juntos. Lo único que puedo decirte de ellos es lo que las historias cuentan, quizá la mitad de ellas no sean ciertas o estén exageradas.

-Aun así es más de lo que sé.

-Marion tiene un libro muy viejo al que le ha dedicado su vida, creo que es casi como su tesoro más preciado, obviamente jamás he tenido la fortuna de verlo, pero se dice que aquellas páginas contienen la historia fidedigna de los Dhampire, batallas se han librado para conseguir ese libro, pero siempre ha estado fielmente custodiado por la guardia real, con Jack a la cabeza.

Del Infierno Para ArribaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora