Cuando abrí los ojos a la mañana siguiente, ahí estaba él, al otro lado de mi cama, junto a mí, Erick.
Se ve tan tranquilo, sereno y sexy, debo decirlo, cuando duerme, como si nada estuviera sucediendo, pero sería mentirme a mí misma. Justo ahora mismo estoy teniendo aquella sensación de nuevo, su garganta se ve apetitosa, siento su sangre fluir lentamente por sus venas, la oigo, la siento, la huelo, sabía que después de convertirme en que sea que me convertí mis sentidos aumentarían, pero jamás pensé que tanto.
Afuera en el jardín se oyen voces, risas. Salem y Scott, reconozco sus voces, pero hay una tercera, la que no reconocí de inmediato pero después de pensar unos minutos decidí que quizás era la risa de Rixon, el novio de Devora, pensándolo bien jamás he hablado con él, solo sé de él lo que Devora nos ha contado, ¿acaso debería asegurarme si su lealtad está conmigo o si aún sirve a Joshua? Una voz cercana, familiar, adormilado pero sexy me sacó de mis pensamientos, Erick.
-Buenos días.- dijo acercándose para besarme pero me alejé rápidamente.
-Hola. Lo siento, pero no quiero hacerte daño.-dije.
-Solo hay una forma de que me puedas hacer daño Samantha Carter.- dijo acercándose nuevamente a mí pero esta vez me sostuvo y no puede zafarme de su agarre, bueno no quería zafarme.- Separándome de ti.- susurró en mi oído.
Después de aquellas dulces palabras que dijo, me besó, profundamente, aquel beso me dijo tantas cosas, como lo que él sentía por mí, y esta vez no hubo ningún fierro caliente atravesando mi garganta, solo había deseo, pasión y amor. Ojalá pudiera frenar el tiempo, inmortalizar cada detalle de sus ojos azules como el océano, de sus labios, de sus rizos alocados y algo aplastados, ojalá esto pudiera ser eterno. Ojalá este momento fuera un bucle eterno. Fuimos interrumpidos por el sonido de la puerta abriéndose, Sasha nos miraba como hipnotizada por lo que sus ojos veían.
-Lo siento, ¿Acaso es el set de una película porno?-dijo llena de sarcasmo.- ¿Sabes que tus padres deben estar escuchando verdad?- dijo haciendo una pausa sin esperar respuesta de mi parte.- Ahm... Crees estar lo más lejos posible de todos pero lo que no sabes es que en este castillo las paredes tienen oídos.
-¿Qué haces aquí, Sasha?-pregunté sentándome en la cama.
-¿Qué hace él aquí?-señaló a Erick.- ¿En tu cama?
-Es una larga historia.-admití con una sonrisa.- Que podría contarte en otro momento...
-Esperen, aquí no huele a sexo, ¿Te metiste en su cama y no tuvieron sexo?-le reprochó a Erick.- Vaya manera de perder el tiempo.-revoleó los ojos.- Como sea, Eleaine quiere que salgas de tu exilio autoimpuesto.
-Ella fue la que me puso aquí.-fruncí el ceño.
-Pero tú te recluiste voluntariamente hace dos días después de tu fuga fugaz.
-Bajo de inmediato.- le dije mirándola con unos ojos que decían largo de aquí.- ¿Nos das un momento?
-Oh claro.- dijo cerrando la puerta detrás de ella.
-¿En que estábamos?- le dije a Erick mirándolo, se levantó de la cama y me levantó con él para besarme pero un mareo vino a mí.
-¿Sam? ¿Estás bien?- dijo Erick tomándome por la cintura para que no cayera.
-Oh. Sí. Tranquilo, solo fue un mareo, no sé qué sucede además siento que mi cabeza va explotar.
-Debo suponer que el dolor de cabeza es porque tu cuerpo se está adaptando a tus sentidos amplificados y el mareo probablemente es porque tienes hambre.- me miró seriamente.- Si seguimos esperando una solución te secarás o por instinto matarás a alguien.- se volvió a sentar en la cama, sacó una navaja de su bolsillo trasero y cortó una de sus muñecas.- Bebe.- dijo pasándome su brazo.- Vamos hazlo, pronto se va a curar. Sam escucha, juro que nadie se va a enterar, no quiero que te desmayes, no ahora... o peor que te seques, vamos Vamonio, bebe, tienes que alimentarte.- asentí.
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Del Infierno Para Arriba
Fantasy𝐕𝐀𝐌𝐎𝐍𝐈𝐔𝐌 𝐏𝐀𝐑𝐓𝐄 𝟏 Dᴇʟ Iɴғɪᴇʀɴᴏ Pᴀʀᴀ Aʀʀɪʙᴀ Cuenta la historia de Samantha Rush, una adolescente que descubre su verdadero origen gracias a un misterioso chico que le presenta su mejor amiga. En su viaje, Sam descubre sus nuevos poderes...