Capitulo 11 [Versión definitiva]

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-Recuerda poner mucha atención en tus clases, tus calificaciones no son las mejores y no queremos que empeoren.-recordó mi mamá al otro lado del teléfono.- Samantha, tienes que hacerme caso, no siempre estaré para cuidar de ti.

-Mamá, te prometo que estoy atenta a mis clases.-mentí descaradamente.- No te preocupes.

Erick entró en mi habitación apresuradamente y me hizo señas para que cortara el teléfono.

-Mami, debo colgar.-anuncié a mi mamá al otro lado.- Te amo.-colgé.- ¿Qué sucede?

-Se aproxima un auto.-aseguró.

-Imposible.

-No lo es, siento venir un auto, está casi por estacionarse afuera de la casa, no quiero que te separes de mí, pase lo que pase.

-¿No huiremos? Podría ser Joshua.-el miedo me paralizó.

-Si fuera Joshua ya estaríamos muertos, no desaprovecharía esta oportunidad.

-¿Y si simplemente escapamos como las últimas veces?

-Tarde.-anunció al momento en que sentí un auto estacionarse.

Salimos de mi habitación y Erick se paró en seco en medio del pasillo entre mi habitación y la sala, en dirección a la puerta, expectante. Puso su brazo delante de mí para que me mantuviera detrás de él.

La puerta se abrió dando un gran golpe y exhale un gran suspiro de alivio al ver a Eleaine elegantemente parada bajo el umbral de la puerta. Vestida con un conjunto negro y rojo compuesto de una falda ceñida al cuerpo, una blusa y un abrigo, acompañado de unos altos y elegante tacones negros.

-Casi nos matas del susto.-dijo Erick relajando sus hombros.

-Les habría avisado si me hubieran contestado el teléfono.-dijo ella molesta caminando hacia nosotros.- ¿No vas a abrazar a tu mamá?-me dijo.

Erick dio un paso a un lado dejándome pasar y fui hasta ella.- ¿Qué haces aquí?-pregunté confundida.

-Solo quería asegurarme de que estuvieran vivos.

-Lo único que podría matarme en este lugar es el frío.

-Cariño, estamos en mitad de Enero, lógicamente hará mucho frío, es pleno invierno.

-Las dejo para que estén más cómodas.-anunció Erick.

-No.-lo frenó ella.- Tengo que hablar contigo.-sentí cómo puso tensa la espalda mostrando seriedad.- Sam cariño, ¿por qué no vas a vestirte para que salgamos de compras mientras hablo con Erick?

Asentí y los dejé solos en la sala, sentí cerrarse la puerta de un golpe detrás de mí, ambos salieron al jardín, yo me dirigí a mi habitación cual niña obediente. Cambié mi pantalón de chándal gris por un pantalón negro y mi sudadera por una blusa azul, y sobre esta un cárdigan negro extra grande, acompañados por mis botas negras con púas en el tacón.

Al salir de mi habitación vi a mi madre sentada en el sofá de la sala, sola.

-¿Y Erick?-pregunté al no verlo cerca.

-Está preparando el auto para salir.

-¿Viniste hasta aquí sin guardias ni chofer?

-Soy una mujer independiente.-se justificó.

-Pero no como cualquier mujer, eres una reina y además uno de los seres más sanguinarios que haya pisado la tierra te quiere asesinar.

-Si Joshua quisiera asesinarme, ya lo habría intentado.-aseguró.

Del Infierno Para ArribaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora