La estrella abandono el extenso y pacifico mar, mientras yo le contemplaba en su ascensión nuevamente hacia el cielo. De nuevo la misma luz brillante de antes volvió a penetrar en mi cuerpo, haciéndome flotar nuevamente por encima de las aguas mientras me ponía en marcha hacia donde avanzaba la estrella. Pronto estuve de nuevo a su lado y pronto pude relajar mi vista en su torneada figura, mientras a cada instante más la distancia entre el mar y yo era más incontable. Penetre las nubes densas y respire su aire. Contemple mi balcón desde lo más alto y solo me parecía una minúscula cueva. No sé cómo podían verme desde aún más alto las estrellas. Continúe ascendiendo y ascendiendo mientras muchas cosas quedaban debajo de mis pies. Me sentí imponente y dominador desde allí arriba, comprendí con un solo vistazo lo hermoso y divino de la creación de Dios, percibiéndola desde allí mucho pero mucho más perfecta de lo que hubiera podido imaginarla desde el planeta del agua. No sé cuánto tiempo me gasto en llegar hasta el universo, lo que sí puedo asegurar con certeza es que no me pareció algo eterno sino que al contrario me fue efímero. Conocí con mis propio ojos el sistema solar que tan indiferente e irreal se me hacía en los textos, solo les digo que es mucho más placentero y divertido observarlo de cerca. El sol al igual como lo narran los libros es una gran bola de energía que emite su intensidad calórica. Los planetas, los satélites artificiales y terrestres, algunas estrellas y meteoritos fueron quedando atrás. Yo solo observaba a mí alrededor estrellas inmensas. Stella se detuvo de repente.
_Aquí es.-Me dijo.
Yo calle en primer lugar porque ignoraba el origen de aquella afirmación y en segundo lugar porque no quería parecer un tonto, indigno de ser una estrella con tantas preguntas carentes muchas de ellas de fundamentación.
_ ¿Qué pasa?- Me pregunto Stella reflejando en su rostro una mirada de satisfacción.
_Nada pasa. -Le dije.
_Que bien.-Me respondió- Este es el lugar que yo siempre he ocupado por tantos miles de años. Este es precisamente el lugar que se hallaba vacío desde allá abajo. He vuelto a él, para enseñaros desde aquí a ser una estrella. La más perfecta de todas.
_Y que tengo que hacer.
_Para empezar deberás crear tu propia energía cósmica que debe ser tan personal como tu yo. Pero ten en cuenta que debes crearla con distintas variantes como son las estrellas, los planetas, el agua, la naturaleza, los humanos y cuantas más cosas del universo puedas percibir desde aquí. Recuerda que la diversidad es algo importante. Sube a mi hombro ahora, que yo hare que la fuerza del universo abandone tu cuerpo y si no estás sujeto a algo firme te precipitaras a tierra como un plomo inestable.
En el hombro de Stella comencé a invocar mi propio cosmos. Reuní todas las energías en un solo punto de mi cuerpo y luego las deje esparcir lentamente por cada uno de mis músculos una y varias veces. Esto exigió de mí un gran esfuerzo mental, tanto que estuve cerca de un desmayo de vario días. Stella solo me animaba, me decía que todo estaba saliendo bien, con una perfección milimétrica y que se asombraba como todos los presentes de mi capacidad mental, que si continuaba así terminaría siendo muy pronto una estrella. Pero yo desde luego pese a tantas palabras de motivación desconfiaba por completo de mis capacidades, las sentía limitadas e inferiores a mi verdadero yo. Entre tanto las plantas, los animales y demás seres minerales y celestes continuaban brindándome sus energías.
_Es suficiente - Exclamo Stella- Ya has reunido bastante energía gracias a la inmensa generosidad del universo. Es hora ya de que te pongas de pie y empieces a flotar por el mérito de tus propias energías. No te apresures a dar el primer paso aun, recuerda más bien como debes tener balanceado el pesaje de tus emociones.
Les he de confesar que me sentía intranquilo, inseguro y demasiado nervioso en aquel momento, dudaba hasta de mí mismo. Creí que perdería la vida en el primer paso pero aun así lo intente. Me arroje del hombro de Stella con todas mis fuerzas. Por un instante fugaz creí que lo había logrado. Levite por algunos segundos pero después me desplome como coco, descendí como un cohete devuelta al planeta del agua, encomendando mi vida en una leve esperanza de salvación a Dios, en sus manos recaía mi fe por que las mías propias no podían hacer más que mantenerse adheridas a mi tronco. Cerré mis ojos ya resignados a continuar así para siempre cuando de repente algo se introdujo en mi cuerpo, entonces entre abrí mis corneas con miedo para notar algo anormal pero no lo halle. Mire a mí alrededor, aún continuaba en el universo pero algo extraño realmente si experimente. Estaba flotando, ya no zozobraba como los barcos. Empecé de nuevo a subir y de pronto me halle junto a Stella.
_Me has decepcionado. - Exclamo con fuerte voz la estrella -. No has tenido confianza en mí y por lo tanto tampoco en nada de lo que te he enseñado. No trates de decirme que has perdido tu fe y tu confianza, porque jamás se puede llegar a perder algo que nunca se ha tenido. Me he equivocado contigo. Llegue a pensar que tú al menos eras el único diferente al resto de los demás humanos, que tú eras el de los mejores sentimientos y por lo tanto el mejor candidato para ser una estrella. Discúlpame si he intervenido de una u otra forma en tus verdaderos sueños. Tal vez pienses ser un galeno, un doctor de leyes o un odontólogo es con lo que todos los chicos sueñan en estos días. Que tonta he sido, pensar que algún niño quisiera convertirse en una estrella solo por llevar una vida monótona y limitada en ciertos sentidos a sabiendas que en el planeta del agua lo tienen todo; placeres, comidas y riquezas. Ahora mismo te devolveré a casa, para que duermas como lo hacen todos los humanos ya que no es tu culpa ser uno de ellos son la leyes del universo impuestas por Dios. Solo te pediré un último favor guarda nuestro secreto al menos por tu propia conveniencia, dado que nadie te creara ni una sola palabra de esto, te tildaran de loco y terminaran recluyéndote en un centro especializado en el tratamiento de personas con problemas mentales. Yo no quisiera esto para ti, yo te amo como amo a mis demás hermanos del universo. Solo me queda por decirte que seas muy pero muy feliz lo cual no hubieras alcanzado siendo una estrella. Vive, ríe y sueña todos los días con más intensidad cada vez, hasta que tu corazón estalle en alegría y que tu alma sea un carnaval inagotable, que yo os prometo no apartarte de mí vista hasta el último instante de mi vida. Gracias por todo pero sobre todo gracias y mil gracias por al menos permitirme que dialogara contigo y desinflamara un poco mí atiborrado corazón.
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Vale la Pena Soñar ©
SpiritualSaulo es un pequeño niño que con perseverancia, pero sobre todo creyendo en si mismo, en sus capacidades logra hacer su sueño realidad. Vale la pena soñar © es un libro inspirador, humano pero ante todo motivador, que te ayudara a luchar cada día po...