Vale la Pena Soñar ©

Capitulo Nueve: Prueba superada

Con ayuda de su tacto afeito con el filo de un cuchillo su larga y espesa barba de ocho días y al terminar pudo palpar en sus manos un rostro juvenil, con ganas de mirar siempre hacia adelante, Busco entre su desorden las únicas ropas de gala con las que contaba, al vestirlas se dio cuenta que todavía pese a la pérdida de peso le ceñían perfectamente a su figura, luego coloco en el fuego sus demás cosas que ya pertenecían al pasado y después de contemplar por algunos minutos como se consumían, como se reducían a cenizas se marchó del lugar aun cuando la espera del día se tornaba largo para despuntar con el alba. Solo las estrellas como espectadoras de lujo fueron las únicas testigos del resurgir de un hombre.

Ascendí de nuevo al universo y tal como lo esperaba fui recibido con regocijo. Todas querían abrazarme, todas querían besarme y felicitarme por mi loable misión en el planeta del agua. Pero yo solo quería hablar con Stella, quería preguntarle cómo me había visto en mi tarea.

_Estupendamente. – Me dijo - La has superado con las más altas y por lo tanto mejores calificaciones que puedan existir. Una vez más has demostrado quien eres.

Mis ojos sollozaron de alegría. Estaba siendo bueno en lo que hacía y en lo que realmente quería.

_Gracias Stella, nada mejor esperaba de ti. Ahora hazme el favor de decirme ¿Cuánto tarde?

_Una milésima de segundo no más has tardado.

_Milésimas de segundo has dicho. Aseguro que te has equivocado. Al menos he tardado más de una hora.

_Tal vez sí, pero se me olvido decirte que aquellos quince minutos serian contados según la duración de nuestro tiempo, no en el reloj de los humanos.

_Por un momento me sentí descalificado. Te lo aseguro.

_No importa mi pequeño Saulo, te has podido gastar los quince minutos de nuestro tiempo o tal vez el doble o el triple de ellos, pero aun así si lo continuas intentando sin llegar a darte por vencido aquel tiempo se te aumentara en las cantidades que necesites, solo porque preferiste luchar contra tu verdadero enemigo mas no contra el tiempo y si por algún motivo te hubieras rendido al comprobar que tu tiempo se había vencido hubieras perdido la batalla contra tu enemigo , contra el tiempo y contra ti mismo por no haber superado tu más inmediato obstáculo.

_Es comprensible a mi entender todo ello. Pero podréis vos decirme ¿Qué trae consigo todo esto?

_Principalmente para vos todo aquello trae consigo la coronación de un objetivo más. Os lo aseguro que es un motivo suficiente para celebrar por años. No cualquier humano lo puede lograr.

_Tú ya lo has dicho por cuarta vez, soy diferente al resto de los demás humanos y no por ello he de dedicar mi vida a las vanidades del mundo, ni a las fiestas que traen consigo la droga y la depravación, si yo aceptara todo esto, sería totalmente igual a los demás humanos, nada en especial me diferenciaría de ellos. No lo crees así.

_Veo que eres profundo en lo que piensas, eres y deseas. Tú sí que marcaras larga brecha ante las demás estrellas. Eres algo especial, que el universo aún no conoce, pero que está a puertas de conocer. Tú has sido mi mejor elección, mejor que tu no habría hallado a nadie, doy gracias a Dios por ello.

_Yo también pero dime, ¿he terminado acaso acá todo lo que necesito para hacerme una estrella?

_Aquí por supuesto no has terminado, aun te falta. Solo puedo decirte que te encuentras cerca, que estas a punto de ver la cima pero que aún la densa niebla os lo impide.

_ ¿Quieres decir que aun vienen cosas mucho más difíciles que pondrán a prueba quién soy?

_Una vez más lo has interpretado bien.

_Por favor dime que más viene.

_Tu siguiente tarea consistirá en desarrollar las facultades de entender y dominar al universo. Puedes utilizar para ello todo cuanto desees. Solo os digo que esta será la prueba más importante de todas, si llegas a fallar abras perdido la oportunidad más inmediata de hacerte una estrella. Hazlo todo con calma, es siempre preferible tener un paso lento pero seguro que un paso largo pero inestable. Puedes empezar cuando así lo creas conveniente.

Baraje mis ideas por largo rato. Esto era sin duda el reto mayor de todo esto, tendría que echar mano de mis cinco sentidos y utilizarlos al máximo. Tendría que esforzarme a un nivel superior, pero estaba dispuesto a hacerlo la cantidad de veces que fuera necesario. No hay peor cobarde que aquel que huelle sin librar su última batalla. Descendí otra vez al planeta del agua porque tenía la confianza de que allí hallaría lo que me hacía falta. Mi paz interna. Me senté en una gran roca y empecé a contemplar la hermosa vegetación que se mecía rubicunda ante las suaves arremetidas del viento. Sonreí para tratar de relajar mis encogidos músculos, estaba un poco tenso, sentía una necesidad urgente de desahogarme con alguien que no tuviera ninguna relación directa con las estrellas, quería hablar y besar por última vez la frente de mi madre, quería de cierto modo advertirle de mi prolongada partida, quería que se enterara por mi propia boca de todo esto. Para que al fin mi desaparición no fuera una incógnita y un motivo más de angustia y de absoluto pesar para mi madre al recordar la existencia de aquel hijo prodigo, que sin requerir bendición se marchó algún día tal vez queriendo hacer el su propia vida. Por un momento me sentí tentado a hacerlo pero una potente vos que hizo estremecer en vibraciones a mi cuerpo me lo impidió.

_Que vas a hacer. – Me dijo –A caso piensas arruinarlo todo con tus niñerías, recuerda que estas a punto de dejar de ser uno de ellos y si llegaras a desviar tu timón, perderás mucho más que el privilegio de ser una estrella. Piensa muy bien en lo último que deseas hacer como humano pero sin llegar a sobrepasar los límites eternos del universo.

Tuve la sensación de que esa voz me paralizo, pero de algo estaba seguro y es que no era la misma dulce voz de Stella, era una voz aguda e imponente que al mismo tiempo me reanimaba en la lucha. La voz tenía razón, ya había dado mi sí definitivo a mi gran deseo de ser una estrella brillante en el firmamento, ya no podía retroceder y menos aún declinar en el último eslabón. Ya pensare como hacerle saber todo esto a mi madre. Anduve un largo rato recorriendo el ancho del mar. Solo lisonjeando el panorama. Poco a poco mi mente se iba despejando hasta llegar a pensar que para poder comprender y dominar al universo primero tendría que darme a la tarea de escucharle. Cerré mis ojos, dejando solo a mis oídos el descubrimiento de todo. Segundos más tarde escuche como alguien me hablaba. Abrí mis ojos más con un sentido de expectativa que de temor, pero mis corneas no lograron ver a nadie. De nuevo volví a cerrar mis ojos y a escuchar la voz por segunda vez.

_Aquí abajo.-Me dijo.

Incline mi cabeza y que sorpresa la que me lleve. Una planta me hablaba.

-¿De qué te sorprendes? –Me interrogo la planta.

_De nada, es solo que no he visto nunca que una planta hable.

_Todos se sorprenden. Pero tú no te has sorprendido, solamente te has asustado. No esperabas que una planta te hablara. Solo has creído que los únicos seres que pueden hablar son los humanos. Te has equivocado no es así.

_Tú lo has dicho. Pero ¿porque hablas conmigo?

_Bueno en realidad yo no deseaba hablar contigo. El universo me lo ha pedido. Yo he sido elegida entre muchos otros para ayudarte a comprender y a dominar el universo a tu antojo. Así que puedes confiar en mí de aquí en adelante, que yo al igual que tú abre de luchar por lo mismo.

_ ¿Y cómo se supone que puedas ayudarme, si solo hasta hoy descubro que lo único que puedes hacer es hablar?

_Primer error mi querido amigo, has juzgado a alguien si conocerle. Las apariencias te pueden engañar, lo habrás de saber y aparte de hablar se también hacer muchas cosas. ¿Cuáles? Te preguntaras al recurrir al ímpetu de tu adolescencia tardía. Pues por primero te diré que se penetrar y escudriñar en los corazones humanos, no hay secreto que se me pueda negar. Soy además la guardiana de lo oculto y lo invisible, lo lúgubre y lo tétrico. Soy la dominante de los más recónditos secretos que un corazón pueda poseer. Soy también la habitante de aquellos inimaginables aposentos que el hombre jamás ha visitado. Además de ello se también sanar corazones moribundos haciéndolos cantar de alegría.