Capítulo 7

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Y que se suponía que debía ponerse? Había ropa de vestir que podía ser cómoda, pero para ella aquello era ponerse unos desgastados tejanos, con bambas y jersey. Seguro que si la llevaba algún sitio formal, aquello no era apropiado. ! ¡A quien pretendía engañar! Eran las seis de la tarde y se encontraba delante de su espejo, sin saber que ponerse. Estaba muy nerviosa. Aunque no quisiera admitirlo, se sentía atraída por Lucas... Algo le decía, que Sophía la había metido en un gran lío. Su prioridad era darle una lección a Lucas. Pero por otro lado, le seducía mucho la idea de que un atractivo hombre la mimara como amante o lo que fuera... Aquel era su gran dilema ¿Por qué se tenía que haber cruzado un hombre como

Lucas Carpi en su camino?

El timbre sonó sacándola de sus pensamientos. ¿Quién podía ser? ¿Lucas? ¿Ya? Esperaba que no...Cerrándose el albornoz con gran fuerza, fue abrir la puerta para soltar una exclamación de sorpresa.

-¡Son las seis! ¿Qué haces aquí? -Preguntó de forma acusadora y sonrojándose un poco, al ver como Lucas disfrutaba de la visión haciéndole un lento repaso, para soltar una silenciosa sonrisa, cuando ella ante aquel escrutinio se aseguró de que el nudo estaba bien apretado.

-Estaba deseando venir a buscarte, supongo que impaciente por disfrutar de mi primera cita con mi novia. Estas preciosa -Señaló y acto seguido se adentró en la casa-. Me gusta, pequeña pero acogedora.

-Aún queda una hora.... -Protestó ella.

-Sí, pero supongo que para ponerte unos tejanos y un jersey, no hace falta tanto tiempo.

Fue entonces, cuando reparó en él. Iba vestido de sport, con unos tejanos, jersey, bufanda y abrigo de paño... Listo para embotellarlo y venderlo como elixir sexual. ¿Sabría lo irresistible que era vestido de aquella manera tan sencilla?

-Vine antes para avisarte de que te vistieras de sport...Es necesario para nuestra cita -Sonrió maliciosamente.

Aquello es lo que la preocupaba ¿Qué tipo de cita iban a tener? Siempre había pensado que Lucas solía llevarte a lugares muy elegantes y caros. Así, las tres cuartas partes de sus citas estaban metidas en su bolsillo sin hacer nada. Pero él sabía, que ella era diferente. Admitía que también le gustaban aquellos lugares, pero no como una primera cita para presumir delante de la chica.

-¿Y puedo saber a dónde me vas a llevar?

-No.

-¿Por qué no? -Parecía una niña pequeña haciendo pucheros.

-Vístete y lo verás –Le dijo divertido por el comportamiento de ella.

-Pues ahora no me visto, hasta que no me digas donde vamos... –Amenazó en tono bromista.

-Tú misma -Se acercó a ella peligrosamente-. Te doy tres segundos, para que desaparezcas por esa puerta hacia tu dormitorio...

-No me dan ningún miedo tus amenazas –Lo miró con altanería.

-Como quieras, entonces no me quedará más remedio que tenerte que quitar yo mismo el albornoz -Soltó la amenaza divertido-, y créeme cuando te digo que no me importaría para nada el... -No acabó. Sabrina ya había cerrado la puerta de su dormitorio-. Vaya si que eres rápida -Susurró.

¿Un centro comercial? ¡Estaban entrando en el parquin de un grandioso centro comercial! Aquello tenía que ser una broma. Miró de reojo a Lucas, pero no notó ninguna expresión rara. Bueno tampoco sabía que expresión debía de tener. Estaba asombrada, le había hecho cruzar media ciudad el día de San Valentín, para llevarla de compras... ¿Qué estaría tramando?

Saga Edificio XIV -Doble Trampa-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora