¡Un policía! Primero hubo sorpresa, pero después pensaron que iría por alguna tontería. Así que todos menos Lucas, se dieron media vuelta para volver al salón.
-Buenos días -Sonrió el agente-. La señorita Marta López... -Todos se detuvieron, en especial Marcus, quien se acercó preocupado.
-Sí -Respondió éste-. ¿Ocurre algo?
-¡Yoo! -Chilló Marta desde lo alto de las escaleras, mientras las bajaba corriendo-. ¡Hola! -Saludó sin aliento, pero con una gran sonrisa-. ¿Eres Robert?
-Sí -respondió acercándose para darle dos besos, y poniendo en alerta a los hombres y a Marcus, quien cogió aire de forma exagerada ante aquel beso-. Encantado... Tienes unos ojos muy bonitos a pesar de ese morado.
-Lo mismo digo -soltó con sonrisa tonta-. Si vienes conmigo...
-Un momento -La detuvo Marcus, con cara de pocos amigos-. ¿Qué ocurre aquí?
-Nada malo. Es simplemente, un regalo para Sabrina...
-¡Qué!
-¡Seréis!
Todos se quedaron parados. Ahora entendían todo, las muy pillinas se habían cogido un boys. Seguro que para ponerlos celosos. ¡Muy bien, lo habían conseguido! Pensó muy enfadado Lucas. ¿Cómo se atrevían hacer aquello? Marta, ella era la culpable... Ponía la mano en el fuego por ello.
-¿Y si es un regalo para Sabrina, por qué te pusiste esa falda? Si es que se le puede llamar así, a ese trozo de trapo... -Exigió Marcus, con la cara roja de ira.
-Me pongo lo que me dé la gana, es igual de decente que la que llevan las demás...
-Ya veo...
-Y Marcus... -Sonrió ella, mientras cogía por el brazo a Robert y se lo llevaba escaleras arriba-. Es un regalo para Sabrina, pero en donde cada una tiene también una buena porción de pastel como ya sabrás...
No se detuvo a pensar, Marcus se acercó a ella a paso decidido y sin detenerse, tal como ascendía por las escaleras la cogió en volandas y se la cargó al hombro.
-¡AH! -Chilló ésta sorprendida-. ¿Qué haces bruto? ¡Suéltame!
-¿Quieres pastel? Pues yo te voy a dar pastel...
-¡Suéltame imbécil! -Chilló, mientras aporreaba en la espalda con sus puños-. ¡Y quita tus manos de mí trasero!
-No pequeña -rió-. Ciertamente, tienes un bonito trasero desde mi punto de vista. Y se te ha acabado el tiempo de tantas tonterías.
-¡OH! -Soltaron sorprendidas las chicas, que aparecieron en aquel momento tras escuchar los gritos de su amiga.
-¿Qué ocurre aquí? -Preguntó Sabrina.
-Perdonadme chicas, pero tendréis que seguir la fiesta sin Marta -Les informó Marcus ascendiendo las escaleras nuevamente.
-¡Y un cuerno! ¡Decidle que me suelte! ... ¡AH! -Gritó de frustración.
-¿Marcus, qué se supone qué vas hacer? -Preguntó Sabrina.
-Nada fuera de lo normal, creo que nos vamos a tomar cada uno una porción de pastel.
-¿Perdona? -No lo entendió.
-¡A mí ni me toques, cerdo! ... -Escupió Marta, sin dejar de patalear.
-Tú, vas a tener tu trozo de pastel -Comentó señalando al policía-. Pero yo, le voy a proporcionar a Marta el suyo.
-¡Chicas! ¡Ayudadme!
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Saga Edificio XIV -Doble Trampa-
RomanceNos vamos a Londres. Donde en el edificio XIV, parece que nuestro amigo cupido se haya quedado atrapado para el grupo alocado de amigas que trabaja en la planta 9ª y 10ª. En ésta parte, nos encontraremos con la historia de Sabrina. Una reportera f...