No dejes de mirarme.

Capitulo 31.- Te ofrezco mi amor humilde.

Otra vez había tomado pastilla para dormir. No quería soñar, solo quería descansar y era lo único que me ayudaba. Me habían pedido que dejara de darle tantas vueltas al asunto, pero simplemente era imposible. Tenía sed de verdad y tenía el diario de mi madre entre las manos dispuesto a contarme lo que necesitaba.

Me había mentalizado para tomar con calma cualquier cosa que pudiera encontrar en aquellas líneas que ella había escrito para mí.

"El día que te fuiste con Liz de campamento tome una decisión al tener una visión. Estaba tan feliz de verte toda una señorita y sabía que a partir de ese momento llegaría tu conversión de bruja en cualquier instante. No te había contado nada porque quería que tuvieras una vida normal, quizás fue un error. Pero antes de que el reloj apuntara las doce, me reuní con Danae y mi madre, había encontrado el único modo de protegerte de Sonna y tenía la esperanza de que así fuera, pues yo no podría protegerte. Algo me dijo que yo podía contactar con los hombres que había visto en visiones o en aquel lugar al que había visitado.

Hicimos un ritual, nos tomamos de las manos y nos materializamos al inframundo. Los dos hombres estaban esperándonos, cuando llegamos explique mi situación ante ellos. Pero se negaron. Nos devolvieron a la tierra."

Cambie a la siguiente página, y las letras desaparecieron, hojee el diario y no había nada.

—Volverán a aparecer—Susurraron.

Voltee a ver en todas direcciones hasta que di con el lugar de donde provenía aquella voz. Paxton. Llevaba en su mano una Fucsia. Hizo una reverencia.

—Te ofrezco mi amor humilde—Me tendió la flor.

La tomé y sonreí un poco.

—¿Siempre que aparezcas me traerás flores?—Pregunté sintiendo la cara caliente.

—Mientras no me alejes, sí—Sonrió de lado.

Algo oprimió mi pecho al pensar en alejarlo.

Aléjate de Paxton Alexa...

Sonó la voz de James en mi cabeza. Cerré los ojos con fuerza. Tal vez estaba fantaseando o estaba demasiado supersticiosa.

—¿Estas bien?—Paxton habló alejando a James de mis pensamientos.

—Sí, estoy bien—Sonreí un poco.

—Amor, quiero que seas fuerte, nadie te puede hacer daño si tú no lo permites, eres poderosa, eres increíble, única.

Aquello que decía era hermoso, no pude evitar lanzarme a sus brazos, Paxton me daba fortaleza, sentía algo extraño cuando estaba con él, pero aun tenía sentimientos por James, esa era la "realidad". Me cargó como pluma y acarició mi cabello, aquello era tan íntimo y me hacía sentir como él dijo "poderosa", en la cima del mundo.

—Eh venido porque quiero pedirte una cosa—Habló en mi oído.

Me alejé de él.

—¿Qué cosa?—Pregunté confundida.

—No quiero que tomes más pastillas para dormir, estás perdiendo información valiosa—Sus ojos aqua me traspasaron.

Me quedé en silencio.

—A veces no puedo dormir, no se la razón.

Los ojos de Paxton me reflejaron tristeza. Se dio media vuelta y me dio la espalda.

Pero que trasero...

—No te preocupes amor, eso ya no será un problema—Dijo sin mirarme.