Capitulo 37.-Solo necesita tiempo.

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Estaba en el antro con Erick el chico que había conocido ahí mismo, era un recuerdo del día que había olvidado.

—Aquí tienes tu soda—Erick me tendió la soda y me sonrió.

—Ahora vuelvo— dije sin mirarlo por estar observar a Melek furioso acercándose a Liz.

—¿Y tú soda?—Me miró confuso.

La bebí sin pensarlo y el dejé sobre la mesa casi vacía, empecé a caminar en dirección a Liz. Pronto comencé a ver borroso y las piernas no me respondían bien.

Liz me miró, se me doblaron las piernas pero antes de caer Erick me sostuvo. Ella me vio asustada, le hice una seña con mi mano de que atrás de ella venia Melek.

Justo cuando se dio la vuelta Melek ya tenía a Pablo en el piso golpeándolo sin piedad. James y Plutón, trataron de sostenerlo y los gritos de Liz hicieron que mantuviera los ojos abiertos. No recordaba que aquello hubiera sucedido así.

No sabía que me estaba pasando, tenía problemas para enfocar y las piernas no me respondían, Erick me empezó a arrastrar entre la multitud fuera del antro, perdí la mirada de Liz. Me veía, me sentía y estaba drogada.

Erick me cargó y salió por la salida de emergencia.

—Suéltame—Balbucee sin poder articular más palabras. Ni dar mucha batalla.

—No te voy a lastimar—susurró.

Me tendió sobre el piso y empezó a desabrochar mi chaqueta, no podía pensar en nada, ni siquiera en la posibilidad de que me violara. Revisaba mis manos y cuello en busca de algo. Abrió los botones la manga de mi camisa. Me miró la runa.

—Que lastima que estés marcada por una runa tan fea

No podía hacer nada, paralizada por el miedo, el frio y la droga.

—Pero siempre se puede remediar, más cuando hay alguien poderoso arriba de nosotros.

—Como yo, por ejemplo, soy muy poderoso, usualmente no hago esto, no me gusta venir al mundo humano pero Paxton es como mi hermano, él te ama—continuó hablando—.Sabes, tal vez deba plantearme en serio buscar una pareja, tanto eones solo, no lo sé... Quizás hable con Canela llegando a Tierra Blanca.

De sus manos salió una luz azul eléctrico.

—Tierra Blanca es la dimensión mágica más hermosa que puedes imaginar, bueno, es hermosa pero luego lo cotidiano lo arruina, Canela es la diosa del amor...—Hablaba como si quisiera distraerme, como si quisiera que lo escuchara.

Pasó sus dedos brillantes por el interior de mi muñeca, proporcionándome un dolor infernal.

Gemí. Todo se volvía negro. Escuchaba unas pisadas, fuertes. Inhalé y el olor a canela me invadió.

—¿Qué haces imbécil?—dijo Paxton enojado.

No lo podía ver, pero sabía que estaba allí.

—Hago lo que ordenaste—dijo Erick bufando.

—No te pedí que la desnudaras Erick—gritó de nuevo furibundo—.Se va a congelar.

—Eres un exagerado, hago mi trabajo lo mejor que puedo—dijo Erick molesto—.Ahora sostenla que le va a doler que se la quite.

Me levantó del piso con cuidado y me puso en su regazo, me acariciaba el rostro y pasaba sus manos por mi cabello, me cubrió del frio mientras Erick me pasaba los dedos por la marca. Estaba relajada y tranquila en sus brazos, no sentía dolor.

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