Capitulo 29.- Mi corazón esta roto.

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Me levanté de la cama y me asusté al ver a Paxton sentado en una silla que daba a mi cama con un clavel rojo en sus manos. Ayer me había curado los golpes y gracias a él no me dolía el cuerpo. Después había desaparecido y Liz me había consolado. Terminé tomando una pastilla para dormir y solo así pude hacerlo y lo mejor de todo, sin soñar. Todo parecía una farsa. Pero sabía que era real.

Debo admitir que el sentimiento más fuerte era la traición, el engaño por todas aquellas cosas que no me dijo y sabia, le hubiera perdonado el hecho de que no se sentía atraído por mi o por haberme dicho que me amaba cuando no era cierto, pero todas aquellas mentiras sin pies ni cabeza me hacían enloquecer de coraje.

Paxton se levantó de la silla y cuando me di cuenta lo tenía enfrente de mí. Extendió su mano con el clavel. Era como si me ofreciera su corazón. Irónico, lo sé.

—Es para ti—Me lo ofreció.

Lo tomé. Sus dedos acariciaron los míos, una sensación extraña me recorrió el cuerpo, quería mantener ese pequeño contacto por más tiempo, pero no.

Alejé la mano rápidamente.

Por primera vez se veía serio y hasta un tanto preocupado. Desvié la mirada de sus ojos penetrantes y observé aquel clavel.

—Me gusta que me mires—Tomó mi barbilla e hizo que lo mirara.

—¿Qué significa?—Susurré.

—Mi corazón está roto.

Casi suelto una carcajada. ¿Su corazón roto? A él no le habían engañado. No lo habían pisoteado. No le habían hecho creer que lo amaban. No le habían dicho que querían amarlo pero no sabían cómo. A él no le habían roto el corazón. Negué con la cabeza, soltándome de su agarre. Se me salió una lágrima y me la limpie rápidamente.

—Pregúntame ¿Por qué?—Suplicó con sus bellos ojos.

—¿Por qué me has traído este clavel con ese significado?

—Porque el tuyo esta así y por lo tanto el mío igual. Porque me dueles. Porque siento tu dolor y me está matando sentirlo—Se golpeó el pecho y se alejó de mi frustrado pasándose las manos por el cabello—.Pídeme que lo mate y lo hago, no me importa que sea mi hermano. Pídeme cualquier cosa y lo haré.

—¿Por qué me dices esto?—Dije molesta.

¿Él también quería engañarme? ¿Era acaso una manía de hermanos? ¿Quería enamorarme y romperme el corazón? Porque si era así, era un buen comienzo. Me preguntaba que me aparecería esta vez, ¿Una mancha verde en la frente? ¿Otra runa en la otra mano? Oh, ya se. ¡¿Un signo de pesos en el trasero?!

—Ni yo mismo lo sé. Es algo que no sé cómo explicar amor.

Amor...

—¿Lo matarías?

Era claro que nunca se lo pediría, solo quería ver que tan lejos podía llegar. Porque si era así estaba jodidamente loco.

—Solo tienes que pedírmelo—Sonrió de lado.

—¿Matarías a tu hermano?—Paxton asintió —. ¿Por qué?

—Porque soy malo—Revoleo los ojos—.Es mi naturaleza.

—¿Acaso no tienes sentimientos?

—No te equivoques amor. Una cosa es que lo mate y otra muy diferente es que no sienta nada, porque créeme ahora siento más que nunca—Su ojos eran dos aceitunas negras.

—¿Y por qué haces esto por mí? —Pregunté sin entender.

—No lo sé, soy impulsivo y por alguna extraña razón siento todo lo que tú sientes. No quiero que sufras. Pídeme cualquier cosa y la haré. Matar a una nación entera. Hecho. Matar a James. Hecho. Desaparecer de la faz de la tierra a los leones. Hecho. Regresar al infierno a Melek. Con mucho gusto. Hacer que Gabriel le besé el trasero a James. Encantado—Sonrió dejando ver sus perfectos dientes.

No dejes de mirarme.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora