Ella, tu y yo.

Prueba n°1.

El Trío de Oro disfrutaba el calor que emanaba la chimenea a las altas horas de la noche, sorprendiéndose de lo tranquila que parecía la escuela. Hermione leía un libro a Ron con voz ronca, aunque el pelirrojo sólo se fijaba en los pequeños detalles de la chica, tales como sus labios moviéndose, su concentración... Harry, en cambio, observaba la chimenea como si en cualquier momento Sirius se comunicara con él.

Pero claramente no iba a aparecerse.

-Chicos.-Les llamó el azabache.

Ambos se dieron vuelta, Ron con más tardanza que su novia. Harry no dudó en contarles, solo vaciló en cómo hacerlo ¿Por dónde empezar? No le importó el haber investigado por su cuenta, el problema es lo que encontró, y los sentimientos que le provocó ¿Contar que quiere ayudar a Draco? Tal vez, quizás en un tiempo más. Sinceramente sus pensamientos en ese día eran como una madeja de hilo enredada.

-Sé que tiene Draco entre manos.

Antes de que comenzaran las reprimendas sobre el investigar solo, añadió inmediatamente:

-Draco tiene una hija. Y la metió en Hogwarts.

Todo fue silencio por unos minutos, en los que el pelirrojo y la castaña trataban de entenderlo. Harry aún podía escuchar la tierna risa de la bebé en sus oídos, y aunque no recordaba bien su nombre –lo cual no era muy fuera de lo común viniendo de Harry- quería estar con ella. Hacerla reír tal como Draco lo había hecho. Además, analizando sus recuerdos, se llevó la sorpresa de que Draco Malfoy últimamente sería diferente. Al estar con Nora, realmente parecía una buena persona ¿Fue la bebé, o ese es el real Draco? Suspiró. Negó con la cabeza varias veces, tratando de tampoco pensar mucho en que estaba pensando bien de su enemigo. Un mortífago.

-Imposible –Concluye Ron.

Hermione niega con la cabeza.

-Si es posible, pero ¿Cómo lo sabes? ¿Cómo lo puedes demostrar?

Harry se queda pensando por unos momentos. Les explica sobre las chicas sobre él, que Malfoy se fue frente al Lago Negro con una pequeña y las palabras que susurró. Ni muerto les diría los sentimientos que le provocó, ya que estos eran demasiado profundos y suyos como para atreverse siquiera en decirlos en voz alta. Ron y Hermione no lo podían creer, y la última recitaba de memoria todas las reglas que el rubio estaría quebrando, cosa que el azabache no escuchaba mucho, ya que pensaba en pruebas que darles a sus amigos para que de verdad entiendan que estaba diciendo la verdad.

Finalmente, decidieron que Harry les iba a decir cuatro pruebas, las cuales, iban a ir subiendo de complejidad.

En clases, Harry les obligó a escuchar atentamente la lista de compañeros de Slytherin. Ron se aburrió al segundo, preguntando enseguida la razón de por qué debía hacer eso, mientras Hermione lo callaba y trataba de encontrar la respuesta de ese reto.

-Vale ¿Quién falta? –Dijo finalmente Harry.

-Pansy Parkinson –Añadió inmediatamente Hermione, para luego abrir la boca en sorpresa. Luego, susurró- ¡No pensarás que Parkinson es la madre de la bebé de Draco o...!

Ron negó con la cabeza repetidas veces.

-Todos fuimos a la fiesta de Blaise Zabini. Quizás nosotros queríamos información, pero todo el mundo notó como Draco se fue a una habitación aparte con Parkinson. Todo hacía exactamente un año atrás.

El trío de oro se quedó en silencio, mientras que Draco veía a la puerta del salón como si en cualquier momento se pudiera levantar y marcharse, seguramente a quien sabe qué cosa.

Perdón por lo corto, pero pronto entro en exámenes finales y he comenzado a escribir un libro, por lo que no tengo tanto tiempo para escribir fanfics. Además, los capítulos sobre las pruebas que dará Harry al resto del trío de oro serán cortos, pero llenos de contenido que las hará morir<3

Espero que les guste. Éste especialmente va dedicado a CandeClementino por inspirarme para seguir escribiendo. Muchisisisisísimas gracias. Sin ti no hubiera podido seguir. 

Con amor; 

-dracosviolin