Prueba nº3

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En la mañana, Draco se despertó como normalmente; antes que todos. Revisó a Nora y la dejó durmiendo en su cuna mágica -pequeña, flotaba a un lado de su cama y desaparecía cuando no la utilizabas, debías hacer un encantamiento convocador para volver a usarla-, para arreglarse e ir al Gran Comedor a desayunar.

Se encontró allí a Astoria, quien bostezaba y se tomaba un gran café. Al parecer, no había dormido mucho por quedarse estudiando con Blaise, quien aparecería después con unas ojeras doble de grandes.

–¿Qué tal? -Preguntó Draco, quién bostezaba.

Él tampoco se veía tan bien que digamos, lo iba notando cada día que despertaba e iba a ducharse cada día, aunque no tenga tanto tiempo. Si antes estaba delgado, ahora estaba bajo el peso promedio, y su piel clara estaba pálida. Sin embargo, actualmente era una mejor persona; sonreía, pedía las cosas con un por favor y las devolvía con un gracias, y una vitalidad le rodeaba.

Nora le estaba haciendo una mejor persona.

–Draco, deja de pensar en kymptris voladores y acepta el paquete que la lechuza te está dando.

Estaba pensando tanto en el cambio que ha sucedido en él por Nora y el vivir con muggles, consecuencia de la muerte de sus padres, que no se había fijado en la lechuza que le golpeteaba suavemente el brazo con un paquete.

Con una curiosidad digna de Gryffindor, aceptó el paquete y lo abrió inmediatamente. Era una capa de invisibilidad. Con recortes de libros, estaba escrito torpemente;

"Lo necesitas más que yo ahora mismo" 

Miro a todos lados, pero claramente no iba a encontrar al emisor.

¿Quien mierda le enviaría una capa de invisibilidad?

¡Bah! Piensa seriamente en dejarla en un lado oscuro de su armario hasta que comience a fallar como las otras que había tenido de pequeño. 

–Ésta es mi última prueba. -Dice Harry, viendo hacia Draco a lo lejos, que parece estar estudiando con Theodore Nott.

Están en el patio de Hogwarts, y no hace falta decir que está todo estúpidamente aburrido. No hay basiliscos, padrinos escondidos, piedras filosofales o un Voldemort que matar. El Trío de Oro no sabe si está bien con eso o si el causar problemas ellos mismos sería mejor.

Hermione se siente metida en un libro de detectives, ya que Harry le estaba mostrando -tal como sería Poirot en las novelas de Agatha Cristi- claramente como el caso estaba siendo resuelto.

–Vale. No sé cómo mierda haré que este Malfoy pelee conmigo, pero lo haré.

–¿Qué? -Preguntó Ron, tomando la mano de su novia.- ¿Estas loco? No quiero tener problemas con Malfoy -hizo una mueca.

–La última prueba es que noten como reacciona cuando le insinúo que tiene una bebé. Vamos ¡No pongan esa cara! Que va a salir bien -dijo, en internamente pensó "por lo menos eso espero".

Harry estuvo unos momentos pensando en qué decirle a Malfoy que cause una pelea. Pero, al pensarlo un rato, todas las peleas que había tenido con su enemigo las había comenzado Draco, por lo que, si nunca le hubiera provocado, nunca en la historia de Hogwarts Harry Potter hubiera peleado con Draco Malfoy.

Ya teniendo una idea de qué decir, caminó hacia el rubio platinado -sin saber que con esa actitud parecía un Slytherin disfrazado de león-. La serpiente no notó la presencia del azabache hasta que éste alzó la voz.

–¿Te retiraste de quidditch por miedo a que te gane, Malfoy?

¿Quien siente que se invirtieron los roles?

–Púdrete, Potter. -Responde Draco, quien siquiera le presta atención para seguir estudiando.

Harry se sonroja hasta por las orejas,  y Astoria que entra al patio de Hogwarts recién con Blaise tiene que aguantarse la risa.

–Por favor, Malfoy ¿Siquiera quieres intentarlo? ¿Sólo un poco?

–No, Potter. Aunque te ganaría si pudiera, y sigo sacando mejores notas que tú.

Malfoy alza la mirada encontrándose con un Harry astuto, ese Slytherin que siempre quiso reprimir. Siempre supo que Harry tuvo que quedar en Slytherin, pero... verlo así le sorprendió.

Por otro lado, Harry estaba feliz. Había caído en su trampa.

–¿Y por qué estás faltando clases tanto?

–No es tu problema.

–¿Estas ocultando algo, tal vez?

Draco se quedó sin respiración y su rostro de mostraba sorprendido. Se levantó de su asiento, enfrentó a Potter a la cara -con unos ligeros centímetros de distancia entre un rostro y otro- y negó con la cabeza.

–No oculto nada ¿O será que el jodido Scarhead está ocultando algo a los demás?

Harry sonrió de lado.

–Si. Que por lo menos, yo si sé usar condón.

Y Harry se fue, dejando a Draco con Theo, quien le sujetaba para que no vaya a golpear al Gryffindor.

Tan sólo falta el bonus y termino con los capítulos cortos, así que no se desesperen. Además, el Drarry ya viene.

-dracosviolin

Ella, tu y yo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora