P.O.V ROMAN
Un cálido olor a chocolate fundido me rodea, sin embargo, hay algo diferente a lo que yo recuerdo. Un cuerpo se agarra al mío, su roce es suave contra mí. No sé donde estoy, intento abrir los ojos, pero algo me lo impide. Con todas mis fuerzas, abro los ojos, lentamente. La claridad del día me invade y parpadeo para aclarar mi visión.
Lo que veo entonces me aterra. Dalía está entre mis brazos, con los ojos cerrados y muy pálida, el olor a sangre presente en la sala.
¿Qué hace ella aquí? ¿Le he hecho daño? No sé que es lo que ocurrió por la noche, algo me dice que tampoco quiero saberlo.
Mi oído capta el sonido del roce de la ropa. Alex está tras las puertas, dando vueltas, incómodo.
-Alex, entra.
La puerta se abre de inmediato y entra el chico.
-Suéltame.- le digo. El dolor en mi pecho no se calma. Quiero saber que no le he hecho nada a ella.
Mi Beta manipula las cadenas, que caen al suelo con un tintineo. Me inclino sobre mi ángel, en busca de posibles heridas. Mis ojos se detienen sobre su sangrante costado, la marca de mis garras impresa en su piel. Mi lobo gime dentro de mi cabeza dando vueltas, gruñendo en agonía. Le hemos hecho daño.
-Roman, ella está bien. Estuvo contigo por la noche, solo está cansada.- la mano de Alex se apoya sobre mi hombro, animandome.
Asiento. Alex sale de la sala, dejandonos solos.
-Dalía.- susurro. Sacudo suavemente su hombro y ella frunce el ceño.-Amor, despierta.
Sus ojos tiemblan levemente y los abre, gris contra dorado.
-Hola.- su voz suena cansada. Se apoya contra mi para levantarse y la sostengo cuando se tambalea.-Estoy bien, ¿y tú?
-Perfectamente.
Sus dedos tiran de mi camiseta y me atrae contra su cuerpo. Sus labios se unen a los míos con fuerza y un escalofrío me recorre. Su solo contacto nos hace temblar de deseo, al hombre y al lobo. Muerdo su labio con fuerza, provocando un delicioso gemido y mis manos ascienden por su espalda.
-¿Tienes hambre?- jadea.
-No lo sabes tu bien.
-Vamos a comer.- creo que no entendió exactamente a qué me refería yo, pero ver su sonrisa valía la pena.
Subimos las escaleras hacia la cocina y en cuanto abrimos la puerta, alguien agarra mi cuello y me empuja contra la pared. Unos ojos plateados me observan con furia.
-No vuelvas a acercarte a mi hermana, nunca más.- me amenaza.
Con un gruñido, le empujo lejos de mí. Observo al ángel enfadado, intentando calmarme.
-Ella es mía.-le gruño. No voy a permitir que me arrebaten a mi Luna.
-No puedes decidirlo tu, ella es...
-¡Alto!- el grito de Dalía nos hizo separarnos y dejar de intentar mordernos como cachorros. Ella se interpuso entre nosotros y me dio la espalda para mirar al ángel. Su mano salió disparada a su mejilla y el sonido de la bofetada resonó por la sala. -Ya no soy un ángel, Joseph, entiéndelo.
Mi lobo sonrió con sorna. Nuestra Luna nos estaba defendiendo.
Entonces, Dalía se giró a mirarme y también me golpeó. Me quedé perplejo ante el escozor que recorrió mi mandíbula.
-Tampoco soy un lobo. Dejad de pelearos como si fueseis niños pequeños y empezad a comportaros como un hombre. Joseph, cuando aprendas a tratarme como a una igual, te hablaré. Y Roman, cuando te comportes como un hombre y no un niño, ven a verme.
Mi orgullo masculino se vio dañado por sus palabras. ¿No me tomaba como a un hombre? Yo le iba a enseñar como actúa un Alpha.
Dalía salió pisando fuerte de la sala, me propuse a seguirla, pero entonces Alex me llamó por el link.
-Alpha, necesitamos su ayuda.- su voz sonó alarmada.
-¿Qué ha ocurrido?- le pregunto mientras echo a correr.
-Son rogues.
Maldigo y me transformo para llegar más rápido. El olor a sangre me ataca a unos pocos kilómetros y acelero.
-Alpha, son muchos.
-Ayuda, Alpha.
-¡Por aquí!
Las voces de mis compañeros se introducen en mi mente en cuanto llego. Me encuentro con una enorme sangría. Cuerpos tirados por el suelo, sangre por todas partes, mi manada está bien, es lo único en lo que puedo pensar. Es difícil ganar contra un rogue, por muy fuerte que sea la manada. Cuando un lobo es expulsado de su manada, poco a poco pierde la capacidad de cambiar de forma, hasta que se convierte en un lobo por completo, pero con ansias de sangre y muerte. No se puede salvar a un rogue cuando se ha convertido; la mejor solución, para ellos y para nosotros, es la muerte.
A mi derecha, un gruñido de dolor me alerta. Salto sobre el rogue que está a punto de morder a Calum y cierro las mandíbulas alrededor de su cuello. Con un chasquido, sus ojos se apagan y vuelve a convertirse en humano.
-¿Estás bien, Calum?
-Si, Alpha.
Con un aullido, llamo a mi manada y se reúnen a mi alrededor. Quiero terminar todo esto cuanto antes y volver a casa con mi Luna cabreada. Una sonrisa lobuna se extiende por mi rostro.
Sin embargo, no fue tan fácil decirlo como hacerlo. Tardamos más de cuatro horas en acabar con todos y quemar los cuerpos. No quedaba ningún superviviente de la otra manada, los rogues los habían matado a todos. Pero le di la orden a Alex de buscar una última vez por si acaso antes de volver a casa.
Entré en la habitación, ya de noche, después de darme una ducha para eliminar los restos de sangre de mi cuerpo. Me encontré con Dalía tumbada en el medio de la cama, las mantas arrugadas a sus pies. Estaba vestida solo con una de mis camisetas de tirantes y unos pantalones cortos. Me contuve a duras penas y volví a taparla con la manta. Me senté a su lado en la cama y rocé su mejilla.
Entonces, un mareo ascendió por mi cuerpo, creí que vomitaría. Sin embargo, lo que ocurrió fue muy diferente. Cuando abrí los ojos de nuevo, estaba de pie frente a una gran construcción. Dalía caminaba frente a mi, aunque sin saber muy bien donde estaba.
Observé a mi alrededor antes de seguirla. Era una construcción de granito, con grandes torres y enormes ventanales, rodeada de jardines de flores extrañas.
Arcadia, la ciudad de los ángeles.
Hola de nuevo!
Terminé los exámenes, aleluya. Me he quedado super a gusto.
Bueno, volviendo a la novela, que mala soy, dejandolo aquí. JIJI
¿Qué creéis que ha ocurrido? ¿Cómo ha acabado nuestro Roman en Arcadia? ¿Y....como sabía que era Arcadia?
Me encantaría oír vuestra opinión.
Besos y chao! :3 <3
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Fallen Angel
FantasiaDescubrí por las malas que los ángeles no eran seres bondadosos como se dice en los libros, no tiene aureola, ni visten todos de blanco como santos. Es más, a veces pueden ser peores que los demonios. ¿Qué como sé yo eso? Porque soy uno de ellos. Él...