Después de haber recibido la visita de Sean, regresé a casa de inmediato.
No había pasado nada extraordinario, yo solo me había mantenido presentándole atención.
Y no estaba disgustada en el hecho de que me hablara, en parte, creo que fue un rato agradable.
Se mantuvo unos cuantos minutos allí, pidiéndome disculpas y jurando estar completamente apenado por tal situación. Después se marchó, dejándome aquel ramo de girasoles.Nada en especial.
El doctor había mencionado que no había necesidad de guardar reposo, pero si era necesario debería tomar al menos un día para mí.
Así que mi padre decidió que me quedara en clases aquel viernes, y disfrutar del futuro fin de semana.Cosa que totalmente deteste, porque por un momento pensé que sería lo mismo, solo me quedaría encerrada todo ese día. Pero sin embargo, me emocioné por el hecho de que mi padre pidiera el resto del fin de semana para estar conmigo.
Mientas tanto, mi madre se había marchado a Londres, por una reunión de trabajo, sin preocuparse. O dejar un tiempo para mí, pero supongo que está bien... O al menos estoy acostumbrada.Estaba un tanto emocionada, mi padre hoy me diría la supuesta notica; eso me tenía completamente alegre, ya que él había aclarado que era algo bueno.
Hoy la habíamos pasado en el pequeño puente con vista hacía el mar.
Mi padre había decidido que sería una buena idea el acompañarme como lo hacía yo sola, solo que ahora él estaría ahí.Me había estado observado todo el tiempo, había estado pintando la puesta del amanecer, recordando a mi queridísimo abuelo.
Ojalá y en algún pasado mi padre se hubiera dado la oportunidad de pasarla con él, de ver como él era una grandísima persona y sobre todo una muy talentosa.
Pero creo que desde cuando mi abuelo falleció, se dio cuenta que había perdido una grande oportunidad, pero que no perdería otra ya que desde aquello el había estado tratando de encajar más conmigo y con la familia. No dejándola en el segundo puesto que estaba sobre abajo de su trabajo.