Zero levantó la mirada rápidamente al oír la sirena. Su oído se había habituado a buscar ese sonido, por lo que solía notarlo antes que la mayoría de la gente. Con una sonrisa desquiciada, se inclinó de nuevo sobre su víctima y le abofeteó para que se despertase. Ya llevaba un rato teniendo que hacerlo para mantenerlo consciente, pero no le extrañaba, era consecuencia de la pérdida de sangre. Cuando consiguió que enfocase la mirada en sus ojos, ensanchó su sonrisa.
― Tienes suerte: se me acabó la diversión.
Le pasó el cuchillo por el cuello, acariciando la yugular. Después de todo, quería alargar aquello cuanto pudiese. Con un giro de la muñeca y un movimiento del brazo, le hizo un corte de lado a lado, cortando incluso la tráquea.
Miró por la ventana. Oía la sirena de la policía muy lejos todavía, no llegaba a ver las luces, así que mantuvo la calma y la mente fría, a pesar de que sabía que, si lo atrapaban como Zero, no llegaría a ser juzgado: lo matarían allí mismo... pero no tenía ganas de huir. Se acercó a la pared y firmó la escena con el número del que recibía el nombre, dibujándolo con la sangre que cubría sus manos.
Se le escapó una risa cuando se le ocurrió una idea: quería seguir jugando con la policía y, esta vez, llevar el juego mucho más allá. En un acto frenético, se cortó en diagonal el brazo, cambió el cuchillo de mano con agilidad y hundió dos dedos en su propia herida, agrandándola y hurgando en ella. Gimió por la mezcla de dolor y placer y pintó un segundo cero junto al primero, esta vez con su propia sangre.
Sacó una bolsita de cocaína del bolsillo de la cazadora, preparó una raya sobre la mesa y la esnifó sin titubear. Volvió junto a su víctima y se hirió con el mismo frenesí que antes, varias veces y en varios lugares. Se quitó los guantes y besó el filo del cuchillo antes de lanzar las dos cosas por la ventana, lo más lejos que pudo, y volvió junto a su víctima, haciéndose un tembloroso ovillo a sus pies.
Al fin cumpliría uno de los grandes sueños del masoquista drogadicto Vladimir: ser víctima de Zero, el asesino famoso por su sadismo. El hecho de que ambos fuesen la misma persona era algo secundario.
* * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * *
Vladimir se agitó en la camilla del hospital, de forma tan frenética que dos policías y un enfermero se apresuraron a sujetarlo para evitar que se hiciese daño.
― ¡Tranquilo, Vladimir, estás a salvo! ―le ordenó uno de los policías― ¿No pueden darle algo para que se calme? ―le preguntó a la médica que corría hacia ellos
― Tiene los niveles de estupefacientes muy altos, no puedo medicarlo hasta que se le pase.
― ¿Estupefacientes?
― Por el amor de Dios... ―se quejó Vladimir― He estado más de 30 veces en la cárcel por posesión de cocaína, todo el mundo sabe que soy adicto a ella... incluso Zero. ―se estremeció violentamente al nombrarse a sí mismo por ese nombre― Prácticamente acabo de salir de rehabilitación... y él me dio...
Uno de los policías cogió a la doctora por el brazo y la alejó rápidamente. El otro miró al enfermero fijamente, que entendió enseguida el mensaje y se fue también.
― Eres la primera persona a la que Zero deja viva.
― Porque llegasteis vosotros.
― Bien, Vladimir, cuéntanos. ―el otro agente entró en la habitación, solo.
― Con todas las veces que me han interrogado y acusado, creo que sé como va esto... ¿mi testimonio será válido? La doctora ha dicho que estoy colocado...
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Relatos sobre personajes
Historia CortaAquí iré poniendo relatos varios sobre mis personajes originales. En su mayoría, ayudarán a entender la historia, el carácter o algunos detalles del personaje que aparezca en el título. (Aviso: en algunos casos es posible que haya spoilers) Lo he pu...