Encuentro por sorpresa [FB] [Petros y Marco] {s4JG}

26 1 0
                                    

― ¡Petros!

El griego se detuvo, pero no tuvo tiempo para girarse hacia quien lo llamaba. Una mano se cerró firmemente en torno a su muñeca y le hizo dar una vuelta completa sobre sí mismo, como si bailasen, antes de que el otro brazo le rodease la cintura y le hiciese inclinarse para darle un apasionado beso.

No necesitaba verle para saber quién era. Sólo conocía a una persona tan efusiva y "peliculera".

― ¿Qué pasa, Marco? ―la intervención de Rick interrumpió el beso y permitió al esgrimista recuperarse de la sorpresa― Ya sabemos todos que Petr es tu favorito, pero ¿ahora sólo lo saludas a él?

― No te pongas celoso, Ricky. ―el romano le puso las manos en los hombros, meloso― Hay de sobra para los dos.

El californiano soltó una carcajada.

― Ya lo has oído, Petr, tienes mucho fuego italiano que apagar. ―volvió a mirar a Duciliato― Lo siento, yo no puedo. Otra persona me tiene agotado.

Marco sonrió con tristeza y asintió, comprensivo. Recordaba perfectamente aquella época, tan lejana ya, en la que él sólo se acostaba con una persona... se sentía solo, perdido y vacío desde que murió... por culpa suya.

Petros notó en los ojos claros del italiano el rumbo que tomaban sus pensamientos y lo sacó de ellos con otro beso. Su respuesta fue intensa, casi agresiva, por el ansia de dejar atrás esas ideas: no quería volver a caer en las garras de la depresión.

― ¡Marco!

Esta vez, quien interrumpió el beso fue una centella pelirroja, saltando sobre el recién llegado con tanto ímpetu que le hizo soltar un juramento en italiano.

― ¿Knive? ¡Vaya, pequeño, cómo has cambiado! Ya se veía que ibas a ser guapo, pero no esperaba tanto, bombón...

Era evidente que Marco iba a seguir hablando, pero Knive le puso dos dedos sobre los labios para que no lo hiciese.

― Calla. No quiero que me engatuses con tu labia. ―apartó la mirada, sonrojado― Yo... ya estoy enamorado...

― ¿Y a quién he de felicitar?

― Es Ciro. ―respondió el irlandés, con una radiante sonrisa

― ¿Ciro? ―Marco miró a los otros dos, sorprendido― ¿Ese cobarde sigue vivo? Bueno es saberlo, si me entran ganas de dispararle a algo ya sé hacia quién apuntar...

― ¿Tú también quieres hacerle daño? ¡Él no es malo!

Dulciliato le puso una mano en la cabeza, sin responder, pero hundió suavemente los dedos en su pelo, acariciándolo, sin apartar la vista de sus ojos verdes.

― ¿De verdad quieres serle fiel a ese hombre, Knive?

El pelirrojo se sonrojó.

― Si quieres... no tengo inconveniente. Eres guapo y... bueno, Ciro ya no me quiere.

El italiano le puso la mano en la barbilla y le dio un suave beso en los labios, risueño.

― No me hagas caso, Knive. Eres demasiado joven para mí, no podría seguirte el ritmo. Seguro que Ricky sí podrá, la diferencia de edad no es tan grande...

― Acabo de decir que estoy cansado... ―murmuró el exmarine, pero Marco fingió no haberle oído

― Rick es más guapo aún.

― Es evidente. ―Marco se rió por la respuesta del pelirrojo― Aunque "mi tipo" es algo diferente... ―se giró hacia Petros y lo cogió por la cintura pegándolo a él― ¿Vienes conmigo, encanto?

Relatos sobre personajesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora