Según se iba acercando a las puertas, la opresión que sentía en el pecho iba aumentando: sabía que no debería hacerlo, pero lo necesitaba, necesitaba verla, y más en la época que se avecinaba.
El cielo gris era un marco perfecto para su estado de ánimo, y sólo alzó la vista cuando supo que había cruzado las grandes puertas de metal. Se estremeció, pero nada tenía que ver con el frío invernal: aquel lugar no había sido más que donde trabajaba, pero hacía ya muchos años que se había convertido en un recinto sagrado...
Un recinto sagrado encantado por ella. La vio correr tras un copo de nieve, algo alejada, y oyó su risa, alegre, pura y algo estridente, pero siempre le había gustado por eso: el pequeño defecto que evitaba confundirla con un ser fantástico.
Buscó un banco a tientas, incapaz de apartar la mirada de la joven que sólo él veía, y se sentó en él. Sonrió con tristeza, contagiado por la risa de ella, pero con un intenso dolor en lo más profundo de su corazón: sabía que no estaba allí, que aunque se acercase no podría tocarla, sabía que no era más que una ilusión creada por su obsesión. Pero se la creía. Necesitaba creérsela para poder seguir viviendo.
La echaba de menos. Sólo Dios sabía cuánto la echaba de menos... pero no podía evitar preguntarse si ella habría enfermado de todos modos si no se hubiese casado con él. El tiempo que pasó con ella había sido el más feliz de su vida, pero fue dolorosamente breve, y más aún por la forma en que la Muerte se la arrebató de entre los brazos. Por eso, de poder volver atrás en el tiempo, se limitaría a lo que hacía en ese momento: mirarla desde lejos, con el corazón en un puño, sin confesarle nunca sus sentimientos. Otro mejor que él la amaría... aunque se consumiese de celos al imaginarla en brazos de otro, tal vez hubiese sido lo mejor, al menos no sufriría por su ausencia, porque nunca habría estado a su lado.
Pero la oyó reír de nuevo y se le encogió el corazón. No, no podría. Volvería a confesarle su amor, y, si lo aceptaba, volvería a casarse con ella. Se volvería loco si la viese en brazos de otro, por mejor que fuese.
La vio atrapar con las manos un copo de nieve y sonrió, conmovido como siempre por su sencillez y ternura. La vio mirar el reloj, oyó su exclamación y la vio correr hacia la entrada de la Facultad. Levantó una mano al pasar por delante de él, y él respondió al saludo.
― Kendrick.
Él miró al hombre que se había sentado a su lado, sin rechazar la mano que había puesto en su hombro. No se había dado cuenta de su presencia hasta ese momento.
― Oh, hola, Aiden.
Su mirada volvió a los rizos de la que había sido su esposa. Nunca se perdía entre la gente: para él tenía una luz propia que la hacía destacar entre cientos de personas.
― La estás viendo, ¿verdad?
― Acaba de entrar, tiene clase.
― Ven conmigo, Ken, vamos a mi despacho. Aún tengo whisky. ―tentó, dándole un codazo
― ¿La misma botella? ―preguntó Kendrick, alzando una ceja
― Es culpa tuya, desde que dejaste de dar clase no tengo con quien beber. ―respondió a la broma, dándole una palmada en la espalda― Y beber solo es muy triste...
Al entrar en el edificio siguiendo a su antiguo compañero, la mirada de Kendrick se perdió en el pasillo, siguiendo mentalmente el camino que seguiría Yvaine hacia su aula. Alcanzó a verla doblar una esquina, pero Aiden tiró de su brazo, impidiéndole seguirla.
― Ken, te veo desorientado. ―aligeró la situación con habilidad y una sonrisa― ¿Ya no te acuerdas de dónde estaba mi despacho?
El profesor en activo sabía perfectamente qué pasaba, pero le tenía demasiado respeto y cariño al otro hombre como para decirle directamente que no persiguiese al fantasma de su esposa.
Cuando llegaron a la intimidad del despacho, Aiden le hizo un gesto para que se sentase y se volvió para cerrar la puerta. Kendrick obedeció, cortés, y no pudo reprimir una sonrisa cuando el otro dejó sobre el escritorio dos vasos y la prometida botella de whisky.
― Pensaba que los años te habían metido en cintura. ¿Qué clase de profesor universitario tiene alcohol en su despacho?
― Ya sabes, soy único. ―rió, guiñándole un ojo con picardía― Además, los estudiantes agradecen una copa antes de presentar trabajos importantes... y cuando publican las notas, si son muy buenas, lo celebramos.
― Eres peor que los universitarios.
― Ahora soy profesor, pero universitario... y el "universitario" aún es fuerte. Tú eras más profesor incluso cuando eras alumno. ―hizo una pausa y se sentó, no detrás de la mesa, sino en la silla que había junto a la de Kendrick― Cuéntame, ¿qué te ha hecho torturarte viniendo aquí?
― Necesitaba verla...
― Pero sabes que no está aquí. Sólo tus recuerdos te hacen verla.
― Mirar sus retratos no es lo mismo, y tampoco las fotos. Verla en carne y hueso me hace sonreír. Oír su risa, ver su felicidad, su luz...
― Ken...
― Puedo imaginar que sigue viva, creer que su enfermedad y su muerte fueron un mal sueño y que ahora estoy despierto... mi Seedie... echo tanto de menos notarla entre mis brazos.
― Ey, ey, ey... Ken, no te subas de tono...
― No seas burro, Aiden.
― Te he hecho sonreír. Me anoto un tanto. Además, ahora que lo pienso, nunca hemos hablado de sexo... ni de chicas, ya puestos.
― ¡Aiden!
El otro se echó a reír por la llamada de atención.
― Lo sé, lo sé. Nunca hemos tenido los mismos gustos. A mí siempre me han gustado las fieras...
― Aiden...
― Sí, ya lo dejo... Eres peor que mi padre. ―añadió, con tono infantil y poniendo morritos― Ya no tengo nada que hacer aquí, ¿quieres venirte a casa?
― No irás a decirme que sigues en el piso que compartimos, ¿no?
― No, hombre no, me pondría muy nostálgico... ―Kendrick lo miró fijamente― Las mujeres enfadadas me obligaron a cambiar de casa y teléfono. ―confesó, para luego alzar las manos al cielo dramáticamente― ¡Dichosos seáis los monógamos!
― No vas a cambiar nunca, ¿verdad?
― Desde la cuna hasta la tumba, amigo mío.
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Relatos sobre personajes
Kısa HikayeAquí iré poniendo relatos varios sobre mis personajes originales. En su mayoría, ayudarán a entender la historia, el carácter o algunos detalles del personaje que aparezca en el título. (Aviso: en algunos casos es posible que haya spoilers) Lo he pu...