BRANDON

5. cuando me enamoré.

Cuatro horas, ese era el tiempo que había estado lejos de ella y comenzaba a sentirse como una maldita eternidad, cierro la computadora rendido al darme cuenta que sin importar que intentará o cuanto esfuerzo pusiera para concentrarme no funcionaría, ¿qué infiernos estaba haciendo aquí?, tenía solo un par de días más para aprovechar la compañía de la morena que no lograba sacar de mi cabeza, observo el reloj en la mesa de noche al lado de mi cama, muerdo mi labio sopesando si debería o no, ella me exigió espacio, tendría que darcelo, golpeo mis dedos contra la tapa del equipo al lado, ¿y si le llamo a Spencer para preguntarle sobre... el elevador?, si, había escuchado que estaba fallando, tomo el celular y marco su numero, dos tonos y lo escucho responder.

—¿Si? -ni siquiera ha visto quien ha llamado.

— Soy yo -digo y lo escucho murmurar un "no me importa, solo hazlo" a alguna persona, frunzo el ceño y gruño, escucho su risa y aprieto mi mano en el aparato, —no ha sido para tu chica Cooper, relájate o romperás el teléfono -escucho su voz burlona y me relajo.

—No se de que estas hablando -intento sonar casual y suelta otra carcajada.

—Te recuerdo que soy tu mejor amigo hombre, te conozco mejor de lo que mi orgullo de hombre me deja admitir -dejo salir un juramento y paso la mano por mi cara.

—¿En que me estoy convirtiendo? -cuestiono y lo escucho sonreír, murmura un "dame un momento" y despues un par de segundos regresa.

—Creo que sabes perfectamente en lo que te estás convirtiendo Brandon, pero si no quieres admitirlo tu primero, no lo haré por ti -sacudo la cabeza y me enderezo.

—No puedo dejar de pensar en ella -comento y ríe, nuevamente disfruta de mi estado de confusión absoluto.

—Brandon, desde que la conociste no dejabas de pensar en ella -me recuerda y suspiro, era cierto pero ahora diferente, pero él no lo entendería.

—¿Donde está?

— ¿Quién? ¿Tu chica?

— Mi novia -corrijo y sonrío, ¿desde cuando me agradaba tanto esa palabra?

— Vaya.... -deja escapar un silbido y guarda silencio, lo que me hace fruncir el ceño.

—¿Qué? -sueno a la defensiva porque es justo como me encuentro.

— Es tu novia hombre -repite y no dejo de fruncir el ceño pues no le entiendo, ¿que hay de malo?, — es tu bendita novia, finalmente, despues de cuatro años de tener tu cabeza hasta el culo por ella y ¿cuanto va a durar? ¿hasta el lunes? ¿no se supone que tienes trabajo en Europa?

—Intento no pensar en ello -admito y lo escucho suspirar con pesar.

—¿Ella lo sabe cierto?, porque comienza a agradarme y patearé tu trasero si la lastimas -asegura.

—Por supuesto que lo sabe Spencer, no soy tan hijo de puta -gruño molesto, — y está bien con eso -lo ultimo causa dolor en mi estomago, ella estaba bien con eso pero yo no, y no creo que lo estuviera nunca, aclaro mi garganta, —¿donde está ella? -intento cambiar de tema y me relajo cuando el me lo permite.

—En su oficina, a estado allí desde que llegó, le he dado trabajo y parece determinada a finalizarlo hoy, porque no he visto que vaya a comer -señala y escucho el teléfono de su oficina timbrar, — tengo que irme hombre, nos vemos después -y con un "adiós" la llamada llega a su fin, me pongo de pie a prisa y camino hasta el rostro al tener la excusa para visitarla, le llevaría de comer.

Por supuesto las cosas no salen como espero, porque Eliza nunca reaccionaba como yo esperaba, y a pesar de que solía ponerme los pelos de punta, era una de las cualidades por las cuales me encantaba, era una mujer en toda la extensión de la palabra, letra por letra con puntos incluidos, ella simplemente era todo lo que no tenía derecho a merecer, pero me volvía egoísta cuando de Eliza se trataba, ella era tanto que me aterraba, y todas las cosas que la hacían ser la mujer que ella era y de la cual era peligrosamente posible comenzaba a enamorarme, eran las cosas que podrían hacer que ella me dejara, era independiente, fuerte, hermosa, inteligente, ella no me necesitaría a menos que yo le hiciera pensar que lo hacía, y aunque ese era el plan, ella simplemente lo ponía difícil, lanzo la bolsa con comida al auto mientras entro y conduzco a casa, con solo un pensamiento en la cabeza, ¿como carajo iba a lograr quedarme con la chica?, y mejor aún, ¿como me iba a quedar con ella despues de que incluso se lo prometí, tuve "la" platica con Spencer?