Había decidido darle a Eliza la tarde para escribir una respuesta, cuando la tarde pasó decidí que era mucha información para analizar y me obligué a dejarla pensarlo por la noche, cuando la mañana llegó y seguía sin respuesta decidí que podría darle un días más y así con los siguientes días, me obligaba a creer que había mucha información para procesar en vez de solo admitir que aún después de saber la verdad, no estaba más interesada en mi.
Cuando el domingo llegó me encontré escribiendo un enrome mensaje de felicitación que no tuve el valor de enviar, más sin embargo solo envié una pequeña felicitación nervioso de que se sintiera presionada por eso. No recibí respuesta alguna, y decidí que le debía la noticia de mi próxima presencia en el despacho, por lo que me encontré escribiendo de nuevo.
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El lunes había llegado y no había recibido respuesta, sabía que todo eso era malo pero una parte de mi seguía aferrada a la esperanza, y la esperanza era mi peor y mejor enemigo en el momento, había estado en mi oficina pero completamente atento a cualquier indicio de su llegada, la había buscado y así me había dado cuenta de que no había leído nada. Durante toda la semana busque algo a lo cual seguir aferrándome, y todo lo que había encontrado eran escenas que me mataban poco a poco, la había observado riendo mientras hablaba por teléfono, la había observado sonreír todos los días después de la comida, y cuando creí que no podía ser peor, la había observado besando a otro chico, y aunque nunca había sido disparado en pecho antes, estaba seguro que esto dolía aún peor.
Había llegado a la conclusión de que si ella no quería conocer la verdad, tal vez solo tenía que recordarle porque se enamoró una vez de mi, entonces así tal vez podría lograr que se enamorara de nuevo, la oportunidad llegó el fin de semana siguiente, la fiesta de la firma se llevó a cabo y me había asegurado de que ella fuera sola, al conseguir un cliente para Arié, y al entregarle la invitación de ultimo momento. La observo mientras entra y se dirige directo a la barra para pedir su bebida, sonrío cuando noto que ha llegado sola y camino hacía ella.
—Un Martini por favor –la escucho pedir y sonrío por los recuerdos.
—Luces hermosa esta noche Eliza –noto como se tensa, me siento a su lado y roso nuestros cuerpos sonriendo cuando veo que aún se ve afectada por mi, me da una mirada molesta y cuando pienso que se pondrá a gritarme una tercer voz nos interrumpe.
—Brandon –me pongo de pie para saludarlo.
—Martin –noto a la morena sonreír al chico que le entrega la bebida y sonrío también, —¿ya conoces a la licenciada Menster? –tomo su cintura cuando la veo ponerse de pie para evitar que se vaya y la acerco a mi, —Eliza, el licenciado Whitehouse –noto su rostro llenarse de sorpresa y nervios y me doy cuenta que ella era la que no lo conocía a él.
—Así que tu eres la famosa Eliza –él sigue mi juego y la siento tensarse.
—Nosotros no...
—Bailemos -aprovecho su inestabilidad para acercarme, la atrapo contra mi pecho pero por supuesto, ella pone resistencia.
—Suéltame.
—Ya que termine la canción –sacude su cabeza molesta, ¿no se daba cuenta que molesta solo me ponía?
—Suéltame ahora –sus pequeños empujones no hacen más que divertirme, entonces usa el arma mortal que lleva y entierra su tacón en mi zapato, duele, pero aún sigo divertido por su resistencia, —que demonios estás haciendo?
—Solo estoy bailando con la mujer que amo –noto el cambio de su respiración en la vena marcada de su cuello y el brillo en sus ojos dándome la respuesta que tanto quise escuchar.
—Tengo novio –él tenía el titulo pero su corazón seguía siendo mio.
—Pero no lo amas –aseguro, —y no lo amarás, porque él no te hará sentir de la forma en la que yo lo hago –estoy tan cerca de ella que casi puedo saborear el alcohol en sus labios.
—¿Usada y desechada?, no, tienes razón, él no me hace sentir así, él es mucho mejor que eso -bajo su ligero cuerpo y cuando noto que quiere escapar la hago girar y la regreso de nuevo junto a mi.
—No Eliza, justo en la cima del mundo –siento todo mi cuerpo reaccionando por la cercanía, siento su pecho latir contra el mío y cuando estoy por besarla ella habla.
—El hace un buen trabajo –sus palabras las recibo como una patada en las bolas, había creido que el chico solo era la solución a la soledad en la que la dejé, que solo había sido su forma de llenar el vacío, que solo era una compañía para el momento, pero esto era diferente, porque si ella había estado con él era porque le quería, lo suficiente como para ponerme a un lado y eso me asustaba, reacciono al instante y la persigo, noto que pide un taxi de forma experta y entra a prisa, corro y me meto detrás de ella —¿Qué demo...
—Conduzca –exijo al chofer que sabiamente decide obedecer.
—¡Bájate!
—¿te acostaste con él? –estoy molesto, estoy dolido y sobre todo estoy aterrado, porque por primera vez me doy cuenta que es probable que ya la haya perdido, ella me mira ofendida por la pregunta pero estoy desesperado y no me importa. —Eliza responde –sacude su cabeza
—No, no voy a responder a eso –dice con decisión, —aquí me bajo –el hombre se detiene y casi quiero pegarle, ella aprovecha para bajar y la sigo ignorando el grito del hombre recordando que debemos pagar, ella corre hasta la estación y yo me apresuro a tomar su mano para detenerla, sus ojos se encuentran con los míos.
—¿te acostaste con él? –sus ojos me observan fijamente y asiente, se libera de mi agarre y suspira.
—Si Brandon, si estuve con él, y él no se fue después de eso –sus ojos se llenan de lagrimas y se retira dejándome allí, con la realidad justo frente a mis ojos, ella lo quería.
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Se dice que uno no sabe que ha perdido hasta que simplemente lo sabe, yo había intentado aferrarme a cualquier pequeña señal para conseguir una segunda oportunidad, había decidido ignorar todas las enormes y claras respuestas para aferrarme a aquellos pequeños, casi inexistentes pedazos de esperanza, pero esa noche en los baños de aquel estúpido restaurante lo supe, cuando el dolor en su voz y en sus ojos fue todo lo que pude ver mientras me decía a la cara las palabras que marcaban el fin, la cruel y horrible realidad, la había perdido.
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CAPITULO SORPRESAAAAAAAAA
Hoy cumplo dos años en esta plataforma, así que para festejar publiqué un nuevo cap.
Pd: ¿Qué les parece la historia hasta ahora? ¿les gusta? ¿la odian? ¿me odian? ¿debería borrarla? ¿mudarme a Jamaica?
pddos: muchas gracias por todo.
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BRANDON
RomanceLa historia de Brandon y Eliza esta vez narrada desde la voz del licenciado Cooper. Obra registrada en safe creative. 1512035936845 Se prohíbe la adaptación total o parcial de este contenido.