La casa de Spencer, y Diana.

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-Capítulo 16-.

Después del horrible instituto, reuní valor para ir a casa de Reid, solo la idea, me aterrorizaba , y hacía que unas gotas de sudor frío, resbalaran por mi frente, pero tenía que ir. La apariencia de la casa de Spencer no ayudaba, parecía una casa abandonada, e imaginarme el interior , no me ayudaba en absoluto. Pues sentí como unos escalofríos recorrían mi espalda, como mis piernas se tensaban , mi mandíbula temblaba e incluso podía sentir como mis dientes titilaban. Un temor sucio y oscuro, que no conocía se apoderó de mí. Y como un preso en el corredor de la muerte, sabía que iba a pasar. Pero de ninguna manera podía evitarlo, ninguna salida, ninguna solución. Había llegado la hora, y los escalofríos que sentía en la espalda se extendieron a todo el cuerpo, a punto de provocarme una parálisis frente a la casa. Nunca me había pasado algo similar , la casa realmente estaba hechizada. Y con temor , llamé a la sombría casa donde nadie respondió. Probé otra vez, provocando que la puerta crujiera, y así es como esa misma se abrió chirriante.Y en el umbral de la puerta se pudo distinguir la silueta de Diana. La madre de Reid.

- ¿Sí? -Preguntó con un tono de voz apagado-.

- ¿Puedo ver a Spencer? -Pregunté con voz ronca, no se si sería el miedo, o los nervios, pero ella lo notó-.

- No puedes verle. Creo que sería perjudicial para el tu presencia.
-Dijo con una leve sonrisa incrédula-.

-Necesito hablar con el, saber si está bien, dejeme verle Diana. -Le supliqué apunto de ponerme de rodillas-.

- No le verás Diggory, soy su madre y decido lo que es mejor para el, Spencer esta perfectamente, sin ti. -Dijo eso elevando un poco el tono de voz y cerrandome la puerta en las narices-.

《 Me miente 》 pensé.

Y por un momento mi temor se esfumó y me precipité a golpear su ventana mientras gritaba al nombre de《 Spencer,porfavor》
, instantes después vi como Reid estampaba su cara contra el cristal y pronunciaba mi nombre junto a la pregunta.《 ¿Que haces aqui?, vete. 》 .

《Bonita manera de saludarme》
Pensé.

-Desde que nos "peleamos"

-Hice las comillas con los dedos-.

Nunca pensé que diría esto, pero necesito al cerebro, al empollon Spencer Reid en mi vida.

-Los dos notamos como lágrimas revoltosas caían por mi rostro , en otro caso, intentaría evitar llorar, pero en este, no puse resistencia-.

Justo en ese momento pegué mis labios junto al cristal, esperando de el , la misma respuesta, y cuando ví que el se acercaba al cristal para corresponderme, su madre puso una cortina de por medio. Y no pude evitar dar un fuerte golpe en la ventana que incluso pensé que la había roto. He decidido que quiero que todo vuelva a ser como antes, como cuando eramos pequeños. El se centraba en sus libros con sus gafas de pasta y yo se los quitaba con la ilusión de enseñarle a que se quitara de los libros y se divirtiera jugando . Aquellos tiempos....los echo tanto de menos...

Pero en el momento en que Diana puso la cortina , me tiré en el cesped de su jardín, mirando hacia el cielo gris.

《Lo que me faltaba, que se pusiera a llover》 pensé.

Efectivamente , se puso a llover, pero en ese momento, Reid salió de la casa, corrió hacia mí y con uno de sus brazos rodeó mi cintura.

- Entra en casa, no permitiré que cojas frío.

-Susurró a milímetros de mis labios con una sonrisa y una voz que nunca le había escuchado, un tono seductor, que hacia perder el sentido y que su efecto se hacía mas eficaz, por culpa de su respiración entrecortada, el sonido de la lluvia caer, y por sus labios mojados con el agua, y justo en ese momento me besó-.

Me quedé muda, no me lo esperaba , el no hace esas cosas, ni habla así. Y encima bajo la lluvia como en las películas románticas que tanto odio . Es que, no se que decir.

Después de ese mágico momento , entramos en casa de Spencer , totalmente empapados, pero eso ahora mismo, es lo que menos me importa. Y el interior de la casa no es para nada lo que me imaginaba, era luminosa y espaciosa, con las paredes pintadas en verde esmeralda, el suelo de mármol, y unas habitaciones como las de un marqués y dos habitaciones específicas de mas de 15 metros, llenas de estanterías con miles y miles de libros, con muchas obras de arte de artistas desconocidos que solo los Reid conocen y justo eso les da su toque de misterio que siempre me ha gustado son ellos mismos sin temores. Quizás un poco anticuado , pero son sus gustos. Reid siempre a amado las cosas antiguas, no soy nadie para impedirselo.









Polos Opuestos (Spencer Reid)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora