Algo parecía diferente en su mirada, en su comportamiento, tal vez, había madurado al fin, quizá ahora era capaz de valerse por sí mismo. Había pasado ya 3 meses desde la llegada de Fernando a la empresa y hacía ya 3 meses que era el asistente de Lucas, quien poco a poco ya se sentía más cómodo con la presencia de alguien ajeno a sí mismo.
El proyecto de la construcción de las estancias olímpicas no solo había consumido la vida de Lucas, sino, también la de todos los que trabajaban ahí, incluso la de Fernando que en la última semana había perdido su vivacidad y egolatría característica, tal parecía que apenas había dormido un par de horas, las marcas bajo sus ojos eran las más grandes de aquel lugar, "Si hubiese un concurso él ganaría y por mucho" – pensó Lucas mientras lo veía sentado en su escritorio realizando un gran esfuerzo por no dormir – "Parece que ha dormido muchísimo menos que yo" – en ese momento Fernando giró al percibir la mirada de su jefe en la nuca.
- ¿Necesita algo? – preguntó entre bostezos
- Parece que no has dormido nada, ¿te encuentras bien? – dijo Lucas tras una mueca de disgusto; a lo único que aún no se acostumbraba del todo era a ese trato tan respetuoso de Fernando, no estaba acostumbrado a que lo llamasen de "usted".
- He tenido mucho que colorear y mares de bocetos que corregir, usted entiende la perspectiva a la perfección pero los otros diseñadores... en fin creo que debería hablar con ellos, mostrarle sus bocetos, bueno si me lo permite estoy cansado de redefinir perspectivas y escalas – la voz de Fernando sonaba somnolienta, entonces hizo una mueca que Lucas conocía muy bien, esa mueca que todos realizamos al estar a punto de desmayarnos del sueño, cuando los parpados se sienten más pesados de lo que son, cerró los ojos y tras unos segundos saltó como si su silla tuviese integrado un resorte.
- ¿Por qué no vas a dormir un poco?, yo coloreo mis bocetos y corrijo lo que falte, si mueres aquí me acusaran de explotación laboral, además te necesito despierto, puedes cometer errores y al final tendrás que corregir muchos más bocetos.
- ¿Esta seguro?, yo me encuentro bien, sé que puedo seguir, además necesitamos tener este trabajo listo para la tarde y usted... - antes de terminar Lucas lo interrumpió.
- Yo puedo solo, ¿está bien? Solo ve a dormir, y otra cosa – hizo una pausa y respiro profundamente – Deja de dirigirte a mí con tanto respeto, es demasiado molesto, no soy mucho más grande que tú y bueno, no estoy acostumbrado, entonces si me tutearas creo que me sentiría mejor.
-Por cierto, ¿Cuántos años tienes? – pregunto despreocupadamente Lucas.
- 23 – Respondió Fernando mientras recogía pesadamente sus cosas. Lucas se quedó en silencio, aquella respuesta le había sorprendido un poco, ya que Fernando algunas veces parecía mayor que él, ahora de pronto se enteraba de que era, incluso, 5 años menor.
Las palabras de Lucas sonaban distantes, Fernando estaba más dormido que despierto, Lucas lo miró un segundo antes de jalarlo del brazo y empujarlo hasta el elevador una vez que estuvo dentro, le indico que durmiera y que por favor no le llamase al día siguiente, que podía tomarse el día, Fernando aceptó y es que aunque no estaba en su naturaleza el descansar, hacía ya 3 días que no dormía. Lucas caminaba hacia su mesa de dibujo, cuando se topó justo de frente con Amelia, últimamente ya no sentía tanto odio al verla de frente, de hecho hacía mucho que ya no se le aceleraba el pulso al estar cerca de ella.
-Te ves cansado, ¿Y Fernando? – preguntó Amelia
-Lo mande a dormir, creo que es el que más se ha desgastado con este proyecto.
-Bueno pues no es el único que se ha desgastado – dijo Amelia tomando el hombro de Lucas. Lucas simplemente la miró y sonrió un poco.
-Tu tampoco te ves precisamente radiante – señaló Lucas mientras le tocaba la mejilla. Amelia se sonrojó un poco, reacción que resultaba un tanto peculiar, dada la personalidad tan seria de Amelia, sin embargo, desde hacía poco, el pulso que se aceleraba al estar cerca el uno del otro era el de Amelia.
-¿Quieres ir por un café? – preguntó Amelia mientras se quitaba el cabello del rostro y bajaba la mirada, aún sonrojada.
-¿Cómo?, bueno, si ¿porque no? – dijo Lucas un poco sorprendido por la invitación, después de todo no había salido a solas con Amelia desde hace mucho tiempo.
Salieron juntos de la oficina, camino a una cafetería a unas cuatro cuadras del trabajo, lo suficientemente lejos para no toparse con ningún empleado de la empresa; hablaron por un largo tiempo, de pronto Lucas se encontraba acompañando a Amelia a su casa, al estar frente a la puerta del edificio de apartamentos continuaron aquella platica que por extraño que pareciera, resultaba bastante fluida.
-Bueno, tengo que irme – dijo Lucas para finalizar esa peculiarmente agradable conversación.
-¿No quieres pasar? – Amelia había cambiado su actitud hacía él en los últimos días, parecía esperar algo de Lucas pero ¿Qué?
-No, gracias, debo ir a casa Maxwell debe estar hambriento y me gustaría revisar los avances del proyecto, Fernando ha trabajado demasiado para evitarme molestias y bueno podría morir de estrés si continua trabajando de esa forma – Lucas sonrió levemente al terminar su explicación mientras Amelia se acercaba un poco más hacía él.
-Bueno, supongo que será otro día – dijo finalmente Amelia mientras se acercaba a Lucas, entonces de manera muy inesperada lo beso.
Lucas no reaccionó, no sabía cómo reaccionar, correspondió a aquel beso, ¿Cuántas veces imaginó aquel momento?, ¿Cuántas más planeó milimétricamente su reacción?, ¿Realmente quería eso?, lo único que Lucas sabía con certeza es que su personalidad y su vida habían cambiado, él había cambiado, y al parecer ese cambio había provocado que lo que ocurría justo en ese momento se diera finalmente.
-Lo siento, no sé en qué pensaba, disculpa si te incomodó – se disculpó Amelia tras ese largo beso, pero fue entonces que la nueva impulsividad de Lucas surgió, pues fue violentamente interrumpida por un nuevo beso, más apasionado de lo que hubiese podido esperar. Cuando este segundo beso finalizó, Lucas sin aparta su frente de la de Amelia, susurro con los ojos cerrados:
-Démonos otra oportunidad.
/////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////
Este capitulo puede ser de los mas odiados, pero es importante para el futuro :3
ESTÁS LEYENDO
Inesperado
RomanceLucas un diseñador 3D frustrado, obligado a diseñar edificios para la empresa de su padre y que ha perdido todo interés por el mundo real, prefiere hundirse cada día mas en sus propios pensamientos y en un mundo en el que solo él puede entrar. Sume...