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En la oficina nadie sabía de él, habían llamado a su celular más de 50 veces y no contestaba, Amelia había optado por ir a su casa, Fernando permanecía en la oficina con el equipo de diseño y cada cierto tiempo intentaba nuevamente comunicarse con Lucas, el buzón respondió todas y cada una de sus llamada; Lucy había llamado también a Fernando preguntando por su hermano, sin embargo nadie sabía dónde estaba.
La noche anterior, tras la cena con la comitiva de hombres importantes, Lucas había regresado al edificio por su bicicleta, su cabeza estaba llena de pensamientos y no podía sacarse la imagen de lo sucedido aquella tarde con Fernando. Había regresado a casa, justo a tiempo para pedirle a Emily, la camarera del café vecino, que cuidase a Maxwell por unos días, prometiéndole que regresaría pronto, una vez que tomó lo que consideraba necesario para sobrevivir una semana fuera de casa, bajó las escaleras con Maxwell en los brazos en cuanto lo entregó a la camarera, llamó un taxi y subió en el sin dar más explicaciones.
Por la mañana se despertó más tarde de lo habitual, esta vez no quería ver el amanecer, el sol no lo había despertado estaba muy cansado por el viaje, por fortuna había encontrado un pasaje de avión justo antes de que este despegara, hacía mucho tiempo que no viajaba, aún era un adolescente la última vez que lo había hecho, pero de alguna forma pensaba que, si regresaba a aquel lugar donde había conocido a los que consideraba sus mejores amigos y donde su aventura en la animación, que por ahora estaba abandonada, había comenzado, podría encontrarse a sí mismo nuevamente o por lo menos perder en lo que se estaba convirtiendo y así regresar a su vida normal; en su cabeza esa imagen no dejaba de aparecer lo confundía, lo irritaba, -¿Por qué no lo detuve?- se preguntaba constantemente, lo que más le asustaba era que de cierta forma en ese breve instante justo después de "aquel suceso", cuando se detuvo por un minuto a ver los ojos de Fernando, se había sentido completamente tranquilo, seguro de que nada podía salir mal, se había sentido feliz por alguna razón.
Se levantó de la cama y tomó una ducha, se vistió como todos los días y de su mochila sacó una libreta usada que en mucho tiempo no había visto pero que, el día anterior había tomado sin dudar dos veces, como si la consultara con tal frecuencia que pudiera encontrarla aún en la oscuridad. Inspeccionó todas las notas de la libreta y encontró los números de Luminal, Rogelio, Sebastián y Melisa en ese orden, desde que trabajaba en la empresa de su padre los había llamado solo una vez y había recibido posteriormente una invitación a la boda de Rogelio con Melisa, invitación que rechazara por falta de tiempo, en ese entonces se había limitado a llamar a Melisa, felicitarla y enviar un ramo de rosas amarillas a ambos junto con una pintura hecha por él mismo, debido a no poder concebir que podría dar a una pareja de futuros esposos.
Decidió llamar a Sebastián, marco el número desde el teléfono del hotel y espero mientras veía como la pantalla del celular se encendía nuevamente, había decidido ponerlo en modo silencioso debido a que no había dejado de sonar desde que bajara del avión; espero un largo memento la respuesta de la llamada, después de todo estaba tan inmerso en sus pensamientos que parecían apenas unos segundos, además de que eran apenas las 7:30 de la mañana.
-¿Si? – se escuchó finalmente al otro lado de la línea, era una voz ronca y somnolienta, seguramente había despertado a Sebastián con su llamada.
-¡Sebastián!, es increíble escucharte, soy Lucas, ¿Me recuerdas?, ha pasado tanto tiempo y, quizá...- dijo Lucas, con alegría en la voz, pero al mismo tiempo inseguro, después de todo había pasado más de un año, y un tanto nostálgico; pero entonces fue interrumpido por Sebastián.
-¿Lucas?, no me lo creo, cómo piensas que no me voy a acordar de ti, ¿En verdad eres tú?- dijo con voz más despierta pero igual de ronca Sebastián, a pesar de que no había hablado ni sabido nada de él en poco más de un año, Lucas seguía siendo uno de sus mejores amigos.
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Inesperado
RomanceLucas un diseñador 3D frustrado, obligado a diseñar edificios para la empresa de su padre y que ha perdido todo interés por el mundo real, prefiere hundirse cada día mas en sus propios pensamientos y en un mundo en el que solo él puede entrar. Sume...