Heart of Dead [PAUSADA]

Capítulo XI

-¿Te gusta mi jardín?-preguntó la chica sonriendo mientras arreglaba unas flores.

Gabriel recorrió el lugar con la mirada, la humedad abundaba en aquella gruta, perdida en algún lugar de los amplios bosques del reino. Una gran apertura en lo alto de la cueva dejaba a la luz entrar a raudales, iluminando el extraño lugar.

-Sí, es muy bonito-dijo Gabriel al fin, aunque en realidad no le parecía nada especial.

-Ah...Ya veo-sonrió la chica.

-La razón por la que estoy aquí es....

-¡Lo sé! Sufres por amor, lo veo escrito en tu cara o será que...¿tienes hambre?-la muchacha lo interrumpió, divertida.

-¿Perdón?-el chico no entendía nada.

-Debe ser dificil, sí, sí...-la chica se levantó y se dirigió hacia una mesa de madera oscura.

Allí empezó a mover cosas, frascos, líquidos, libros, etc. Parecía buscar algo, pero no lo encontró. De repente, se giró y miró a Gabriel con unos ojos amenazantes.

-¿Crees que puedo ayudarte?

-Sí, ni lo dudo-dijo el chico, serio.

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-Dime Hachi, ¿cómo vamos a entrar en el Reino Demonio?-preguntó Minako, observando el exterior a través de la ventana.

-Me llamo Lili-contestó enfadada la chica-Y... lo lograremos, ya verás.

Minako bufó y observó a Natsumi, que limpiaba sus katanas llenas de sangre negra.
Acababan de llegar del mundo humano, donde habían acabado con algunos norjks.

-Como odio a esas cosas-dijo frotando con fuerzas la katana.-¿Sabeis lo difícil que es quitar esta sangre?

-No-contestó Minako burlona.-Yo solo hago piun piun.

-Umi me entiende...

Lili cogió su carcaj, rebosado de flechas y se lo colgó de la espalda. Miró a las demás con sus ojos violetas y penetrantes, transmitiendo un mensaje no verbal. Umi y Natsumi enfundaron sus espadas y salieron de la sala a paso ligero, siguiendo a Lili y a Minako.

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-Con que quieres ir al Reino Demonio, ¿qué hay allí que está formando tanto alboroto?

-Veo que hasta aquí han llegado las noticias.

-De hecho, no. Solo que eres la segunda persona que viene a pedirme un viaje gratis al Reino Demonio-dijo colocando libros sobre una mesa, despistadamente.

Gabriel miró con sorpresa a la chica, que le devolvió una mirada curiosa a través de unos ojos anaranjados.

-De hecho, no pienso abrir el portal dos veces asi que tendras que ir con ellas.

-¿Ellas?¿Quienes?¿Para qué quieren ir allí?

-Demasiadas preguntas. Paciencia. ¿Quieres beber algo?

Gabriel parecía molesto.

No tengo mucho tiempo, quien sabe por lo que está pasando Morgianna en estos momentos y yo aquí...Apretó los puños. Tomando el té.

-Paciencia-repitió la chica.

-Earl Grey-gruñó al fin.

La chica arrastró una silla para que Gabriel se sentará en ella y le entregó una taza de té. Ella siguió mirando en algunos libros.