Capítulo XXII: Adiós

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 Las cosas van aumentando de precio. Los mentores hacen lo que pueden. Una comida completa el primer día alcanza para una galleta salada el decimosegundo.

A la madrugada Cato se levanta dejando dormir a Clove. Fue a buscar comida al bosque pero no aparecía ningún animal. De repente, se escucha nuevamente la voz de Claudius Templesmith.

-¡Atención, Tributos! ¡Atención! –Clove se despertó enseguida y se asustó porque no estaba Cato con ella. Pero debía escuchar el mensaje. Por su parte, Cato escuchaba atento en el bosque –Los invitamos a un banquete. Puede que algunos de ustedes ya estén rechazando mi invitación, pero no se trata de un banquete normal. Cada uno de ustedes necesita una cosa desesperadamente. En la Cornucopia, al alba, encontrarán lo que necesiten en una mochila marcada con el número de su distrito. Piénsenlo bien antes de descartarlo. Para algunos, será su última oportunidad.

Cato volvió a la Cornucopia donde Clove ya se había levantado, preparando armas, sabía que Cato iba a estar cerca. La única amenaza es Thresh, Distrito 11, pero nunca se lo ve.

Justo cuando el primer rayo de sol se refleja en la Cornucopia de oro, el suelo tiembla y se abre en dos pequeñas partes formando un gran pozo. De él sale una mesa con cuatro mochilas con números. Dos negras grandes con los números 2 y 11, una mediana verde con el número 5 y una pequeña naranja con el número 12. Clove y Cato se tambalearon un poco porque estaban cerca.

-Tú junta nuestra mochila.

-Pero...

-Hazlo, Clove. Yo iré al bosque a ver a los demás tributos. No me adentraré mucho. No va a ser la gran cosa. Ocúpate de Katniss si no llego. Seguiré en el bosque por si está la del 5 o Thresh.

-¿Crees que el amoroso no está?

-No estará para cuando lo encuentre, créeme, le hice un gran corte en esa pierna. No tardará mucho en morir. Pero, si ella consigue esa mochila, se salvará –Clove asintió.

-Nos vemos.

Cato se fue al bosque y Clove se escondió detrás de la Cornucopia, donde nadie podía llegar a verla.

Primero sale la Comadreja corriendo con todas sus fuerzas, fijándose de que no haya nadie alrededor, busca su mochila y se adentra en el bosque. Clove no reaccionó porque tenía que esperar a Katniss. O a Cato.

Clove y Cato esperan a que se acerque Thresh, así después estar despreocupados. También lo matarían. Clove podría lanzarle un cuchillo fácilmente. Pero si Katniss aparecía antes, iban tras ella.

Cato se adentraba cada vez más en el bosque, ya que no había rastro de Katniss.

Mientras Clove revisa sus cuchillos, Katniss se larga a correr a por la mochilita, y siente un cuchillo a su lado derecho, y lo esquiva con el arco. Logra poner una flecha en el arco y dispara al corazón de Clove, Ella se mueve lo justo para evitar un blanco mortal. La punta de la flecha le agujerea el antebrazo izquierdo. Después de que Clove se sacara la flecha y examinara la gravedad de la herida, ve a Katniss volviendo al bosque delante de ella. Logra lanzarle un cuchillo arriba de la ceja derecha, lo cual le cega un ojo y le llena la boca de sangre. Katniss intenta disparar otra flecha, pero probablemente ve doble y por eso no acierta para nada. Clove se le echa encima, la derriba boca arriba y le sujeta las piernas y los brazos de forma que no se pueda mover, acordándose como cuando se lo hizo a Cato en la escuela una vez.

-¿Dónde está tu novio, Katniss? ¿Sigue vivo?

-Está aquí al lado, cazando a Cato. ¡Peeta! –Clove le da un puñetazo en la cara para que se calle. Mira para todos lados, pero no ve, escucha ni siente nada.

Clove & CatoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora