Katniss parece que despertó en la mañana antes que los profesionales. Dormían todos en el suelo.
-Psst –Katniss gira en dirección al sonido y ve a Rue, la pequeña niña del Distrito 11, la tributo más pequeña de todas, con doce años. Ella señala algo por encima de la cabeza de Katniss. Ésta mira y encuentra un panal de rastrevíspulas.
Las rastrevíspulas fueron creadas genéticamente en el Capitolio, Son más grandes que las avispas normales. Tienen un cuerpo dorado y un aguijón que provoca un bulto del tamaño de un pequeño fruto con solo rasparlo. Cualquiera que las moleste, ellas van a picarlo, no toleran eso. El veneno de una rastrevíspula puede causar mucho dolor por mucho tiempo, poderosas alucinaciones, y en casos extremos, la muerte.
Katniss tiene la fantástica idea de cortar la rama en donde se situaba el panal, así caería encima de los profesionales y ella podría escapar.
Mientras cortaba la rama, tres rastrevíspulas que empezaban a despertarse la picaron. Invasión de territorio. Molestias. Esas fueron las causas.
El panal cae.
Cae.
Cae.
El plan de Katniss salió a la perfección. Ahora podía escapar.
A Cato y a Clove los picaron como diez veces. Marvel tuvo alrededor de siete picaduras. Peeta, cinco.
-¡Al lago! ¡Al lago!
Glimmer no tiene mucha suerte. Recibe muchas picaduras antes de perderse de vista. Chilla e intenta apartar las avispas dándoles con el arco, lo que no sirve de nada. Se retuerce el suelo como una histérica por unos minutos, después se queda inmóvil.
Y así Katniss consigue lo que quería: arco y flechas, y escapar.
Los cuatro profesionales que quedaban se alejaron lo suficiente.
-¿Y Glimmer? –Cañón –Lo siento, Clove –Dijo Marvel, que sabía que Clove quería asesinar a Glimmer desde un principio. Clove asintió. Todos se sentían fatal. Hinchazón. Alucinaciones. Dolor. Mucho dolor.
Peeta se da cuenta de que Katniss podría seguir en donde soltó el panal, así que corre como puede para atrás. Segundos después, es seguido por Cato, que quería encontrar a Katniss, no tenía que perder oportunidad alguna de poder matarla, y luego por Marvel y Clove.
Peeta llega con ventaja al lugar y Katniss se había movido de lugar a donde estaba el cuerpo de Glimmer. Ahora tenía su arma especial.
-¿Por qué sigues aquí? ¿Te has vuelto loca? ¡Levanta, levanta! ¡Corre! ¡Corre! –Le grita a Katniss. Después de todo, él la amaba. Katniss hace lo que puede para correr y escapa. Se desmaya unos cuantos metros más adelante.
De repente llega Cato, una picadura lo ciega del ojo izquierdo. La rastrevíspula hizo un buen trabajo picándole justo abajo del ojo. Ve hacia arriba y ve el cuerpo hinchado de Glimmer en el aerodeslizador. No le importa. Vuelve la mirada a Peeta.
-La dejaste escapar, ¿verdad? ¡¿Por qué la dejaste escapar?! ¡Nunca la encontraremos de vuelta! –Él toma su espada e intenta clavarla en el corazón de Peeta, pero termina en un árbol. Peeta ni siquiera estaba a un lado de él. Vira y vuelve a lanzar la espada a un árbol.
O eso es lo que él cree.
La espada no había terminado en un árbol como antes, había terminado en la pierna de Peeta. No fue un corte tan grande como para que se quede inmediatamente sin pierna, pero estaba feo. Cato empieza a sentir insectos corriendo por sus brazos y le da tiempo a eso. Peeta aprovecha que está más consciente y escapa. Termina yendo al río, en donde, mezclando sustancias, se camufla como piedra. Se coloca pastos, hierbas y rocas encima y desaparece totalmente.
Cato se desmaya en el lugar. Llega Clove, a ver qué le pasó a Cato, pero se queda desmayada junto a él. Marvel cae un poco más atrás.