La mañana del segundo día de los Juegos era más cálida que la anterior.
Los profesionales sintieron calor. Pero eso no les pareció extraño, lo raro era que se habían dormido en el bosque en lugar de su estancia junto a la Cornucopia.
-Nos hemos dormido en el bosque. Qué raro –Dijo Clove, mientras todos se levantaban –Vayamos al lago para ver si todo está en orden –Todos caminaban y se iban sacando las chaquetas por el calor.
-Hace calor –Dijo Cato. Todos asintieron.
De pronto, se ve a unos metros de ellos una gran pared de fuego que se extendía más y más.
-Ahora entiendo por qué hace calor –Dijo Glimmer. Nadie prestó atención a su comentario.
Correr es lo único que se podía hacer.
Aunque Marvel perdió su chaqueta con una bola de fuego, no pararon de correr. Por suerte, ninguno sufrió quemaduras leves.
Siguieron corriendo, adentrándose en el bosque, sin pensar que estaban lejos del campamento. Solo escapaban.
-¡Chicos, allá! ¡Vayamos a aquel lago! –Gritó Marvel. Todos corrieron más rápido para poder refrescarse y salvarse del fuego. Tenían las voces roncas y tosían, uno se podía dar cuenta fácilmente que fueron parte del humo que hubo.
Al llegar al lago, se encontraron con lo mejor que pudo pasarles: Katniss se estaba dando un chapuzón ahí. Al parecer también fue parte del fuego.
-¡Voy por ti, Katniss! –Gritaba Clove.
-No si voy primero –Se escuchaba a Glimmer.
-Yo me encargo de ella –Dijo Marvel.
Para sorpresa, Cato, son decir una sola palabra, se adelantó y fue corriendo tras Katniss.
Ella se sube a un árbol alto, como única salida. ¿Salida? Lo único que iba a conseguir era que la atraparan. Aunque, con unos segundos de anticipación, logró subir unos buenos metros. Se quedó sentada en una rama gruesa. Llega Cato seguido por su tropa.
-¿Cómo va eso? –Gritaba Katniss, burlona.
-Bastante bien. ¿Y a ti? –Dijo Cato.
-Un clima demasiado cálido para mi gusto. Aquí arriba se respira mejor. ¿Por qué no subes? –Dijo Katniss, desafiando a Cato. Y, aunque no parecía, tenía mucho miedo de que llegara hasta donde estaba ella.
-Creo que lo haré –Dijo Cato.
-Toma esto, Cato –Dijo Glimmer, dándole el arco y el carcaj de flechas.
-No. Me irá mejor con la espada –Su espada, una poderosa arma, con una hoja corta y pesada. Él sube al árbol, pero pesa demasiado y al tomar una rama cae al suelo unos tres metros. Fue una fea caída, suelta palabrotas con furia. Glimmer se harta y empieza a trepar, pero al escuchar que las ramas empiezan a crujir, baja. Clove haría el intento, pero al ver que su mejor amigo cayó de tal forma, ni lo intentó. Por otro lado, Marvel… él es como una niña. Aunque una niña valiente, pasada y fuerte, que sabe usar una lanza. Glimmer pierde dos flechas en el intento de hacer caer a Katniss, así que no lo intenta de nuevo. Le falta práctica con el arco. Clove ríe de ella. Y Glimmer intenta patearle una piedra; pero la tira a unos dos metros al lado de su pierna y su enemiga vuelve a reír más fuerte. Nadie es cómplice de ese momento, pues estaban concentrados en Katniss.
-Venga, vamos a dejarla ahí arriba –Dijo Peeta. Teniendo al fin una idea de todo lo que estaba pasando –. Tampoco puede ir a ninguna parte; nos encargaremos de ella mañana –Cato, Clove, Marvel y Glimmer deciden hacerle caso a Peeta.