LXXIII

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La vi sentada en aquel banco, arremolinando sus castaños cabellos entre los dedos. Sonreía mientras perdía su mirada entre la gente del parque.

Meses atrás nos habíamos prometido historias y habíamos soñado que llegaríamos lejos.

Meses atrás ella me prometio que nunca se iria de mi lado, pero fallo.

Y ahora la veo sentada en nuestro banco y siento como todo mi cuerpo revive y muere a la vez.

Ya no hay marcha atrás para este sentimiento, nunca dejaré de sentir lo que siento.

RotaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora