Capítulo 11 - Paul el gilipollas

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Y ahí estaba yo, sentado en el pequeño sofá al frente de los 3 hombres que estaban invadiendo mi paciencia de una forma irritante que me hacía querer golpearlos y gritarles. Obviamente estaban sentados de una manera en la cual estaban muy separados. Niall miraba fijo a Paul, Paul me miraba fijo a mi y yo veía al pobre de Mike, que estaba en medio mirando sus zapatillas. Suspiré, entonces llamé la atención de todos. Me sentí un poco nervioso y asustado, Mike y Niall me miraban de lo más serios y Paul tenía una sonrisa pícara en su rostro, como si pensara que el se iba a quedar conmigo... No le iba a dar esa oportunidad a el.

No otra vez.

No para que la vuelva  desperdiciar. 

-Paul...- Dije, respirando hondo.

-¿Si mi amor?- Se levantó y se arrodilló al frente mío tomando mi mano y dejando un beso sobre ella. La aparté lentamente y el hizo desaparecer su sonrisa.

-Perdona pero, no quiero volverte a ver en mi vida, no para que me lastimes otra vez- Se quedó callado unos segundos para luego levantarse y volver a su lugar en el sofá. Mierda, debía elegir entre Niall y Mike... Pero, también necesitaba hablar en privado con Niall...

-Niall- Dije, mirándolo.

-¿Si?- Preguntó, inclinándose y apoyando sus codos sobre sus piernas.

-¿Puedo hablar contigo en privado?- Le pregunté mientras miraba mis zapatos y movía mis pies de forma impaciente. Se levantó al segundo. Miré a Paul, que tenía una mirada de odio hacia Niall y hacia mi.

-Eh, si, si- Dijo Niall.

-Bien, ven- Lo tomé del brazo y tiré de el para meternos en la habitación de mis padres, hice que se sentara en la cama. -Mira... yo, necesito saber todo...-

Su rostro daba a entender que no sabía de lo que yo hablaba.

-Sobre el por qué de tu arresto Niall- Dije girando mis ojos.

-Oh, cierto... Bueno, no quiero que te enojes porque también es mi culpa. Bueno, creo que sabes que tengo representantes y gente que me controla al igual que a los chicos ¿no?- Hacía gestos con sus manos que parecían adorables... Ya, debes concentrarte.

-Si ¿qué tiene?- Dije.

-Bueno, ellos me obligaron a separarme de ti- La boca se me quedó seca ¿Cómo alguien podría hacer eso?

-¿Qué?- Susurré, mirándolo fijo.

-Ellos no me permitían estar contigo, creían que no era bueno para mi vida y no se que otras estupideces... Firmaron un trato con la policía para fingir un arresto, inventaron todo, no asesiné a nadie, no vendí nada de droga, yo solo, accedí al contrato porque estaba obligado y también... Como que me habían amenazado...- Rasqué mi frente cuando lo miré sorprendido. ¿Amenazado?

-¿Amenazado con qué? Dios, Niall- 

-Con hacerte daño- No pude evitar entrar en pánico y miedo. Por suerte no era algo por lo cual hacer un escándalo. -Pero, hey, ya esta, el contrato finalizó, ya les dije que no iba a seguir con el, quiero estar junto a ti, por siempre, como habíamos planeado- Dijo levantándose y tomándome la mano, para luego deslizar la otra por mi espalda hasta mi cintura y apegarme a el. Una lágrima se escapó del rabillo de mi ojo y, cuando Niall estaba a punto de pegar sus labios a los míos, se escuchó un portazo fuera de la habitación que hizo que saltáramos.

Salí de dicha habitación y me encontré con Mike mirando por la ventana, se giró para verme y me dedicó una mueca.

-Paul esta furioso, esta fuera haciendo un escándalo- Fruncí el ceño y abrí la puerta para verlo ahí pateando un arbusto sin sentido. Caminé furioso hasta el y lo tomé de la muñeca para tirar de ella y luego dejar una bofetada en su rostro.

-¿Qué rayos haces _______?- Preguntó sobando su mejilla luego haber gemido del dolor.

-¿¡PUEDES DEJAR DE COMPORTARTE COMO UN NIÑO IDIOTA!?- Le grité, ya harto, empujándolo.

-No, no puedo, y seguiré siendo así hasta que ese estúpido rubio, o mejor dicho, esos dos estúpidos rubios se larguen de aquí y me dejen solo contigo- Dijo pasando una mano por sus labios. Seguía sin camisa y en unos shorts super pequeños que daban ganas de golpearlo. Mike desapareció de la puerta y Niall se apartó también.

-Te irás de mi casa, ahora mismo- Le dije, caminando hacia dentro de la casa y cerrando la puerta. Vi a Niall colocándose su chaqueta.

-¿Dónde vas Niall?- Le pregunté acercándome a el.

-Me iré, se nota que ese tipo esta loco por ti... Hablamos luego- Y así fue como salió de la casa, sin siquiera darme un abrazo amistoso o algo. Intenté detenerlo pero el estúpido me ignoró. Me giré para ver a Mike con las maletas en las manos.

-¿Mike? ¿Te irás? No, por favor- Dije juntando mis manos, en forma de súplica.

-Lo siento _______, pero se como es Paul y... es un poco peligroso, me quedaré en algún hotel barato de por aquí, así que nos vamos a comunicar por teléfono ¿si?- Dejó un beso en mi mejilla y se fue, dejándome sin palabras. Ya con la furia y la tristeza por las nubes, Paul entró en mi casa, con una sonrisa de victoria.

-Al fin juntos ¿tomamos algo en el sofá bebé?- Sonreí, para tomarlo de la muñeca de forma fuerte.

-No ¿sabes? vamos a follar, como a ti siempre te gusta- Su sonrisa se hizo mucho más grande, aunque el no sabía lo que le esperaba. Lo llevé a la habitación en donde Mike dormiría y lo recosté para luego atarle una de mis camisas en sus ojos. -Espera un ratito aquí bebé, ya veras, nos vamos a divertir tanto- Dije, mirándolo furioso. 

Revolví un armario y encontré varias sogas, para luego volver a la habitación y atarle las muñecas y los pies a cada esquina que sobresalía de la cama.

-Te gusta lo sucio ¿no?- Me preguntó, con una sonrisa.

-Un poco, lastima que no podremos hacer mucho si estas atado, y ¿sabes? te vas a quedar aquí un par de días hasta que aprendas a cerrar la puta boca ¿si?- Tomé unos calcetines y se los metí en la boca para salir de la habitación y cerrar la puerta con llave. Ahora si, en paz al fin. Busqué mi teléfono y llamé inmediatamente a Mike, para avisarle que debía hablar con el urgente, al igual que con Niall.

Ahora si, podría hablar tranquilamente con ellos... Sin el estúpido de Paul.


Un Amor tras las Rejas {Niall y tu (Gay)} {Tercera Temporada}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora