Capitulo 2

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— ¿Cuántos años tienes? —pregunté sorprendiéndole, tomó de su bebida para tragar el bocado de su boca y me miró haciéndome desviar mis ojos.

—Dieciocho y ¿tu? —dijo mordiendo otro bocado.

—Dieciséis ¿tienes hermanos?

—Sí, Anthony que tiene trece y Phonnie que tiene cinco.

Sonreí ante la idea de ver a dos pequeños como èl.

—Solo vives con tu madre o ¿Tu padre está de viaje? O... ¿Están separados? — preguntó, yo sentí una punzada en mi pecho, otra vez ese vacío se estaba saliendo de la suya.

—No...—tomé un bocanada de aire—Mi padre... murió—musité.

—Lo siento, eh... yo no creí...

—Bueno, los ricos también se les muere las personas—dije arrepintiéndome, èl frunció el ceño. No se veía afectado por mi falta de educación y me sentí verdaderamente aliviada.

—Mi padre murió hace tres años, tengo que mantener a mis hermanos, mientras que mi madre, solo gasta su dinero en alcohol y drogas—lo miré asombrada, èl sonrió como que si lo que acababa de decir era algo natural, pero me doy cuenta que nada es natural, ha mantenido a su familia durante tres años, desde mi edad... èl solo, sin ayuda.

—Lo siento—repetí sus palabras— Me imagino que has sido fuerte, digo... mantener a tu familia sustituyendo a tu padre...—me callé sintiéndome miserable.

—No te preocupes ya no me afecta—sonrió pero luego me miró fijamente— ¿Cuándo murió tu padre?

Vamos Meggane puedes mantener esta conversación.

—Hace tres meses en mi cumpleaños... estaba ahí cuando murió, lo vi en... èl estaba... solo quería hacerme feliz, pero no llegó...—y nuevamente ese sentimiento de culpa invadió mi organismo.

—Yo no lo vi, había muerto por un ataque cardiaco, èl no era el típico padre a seguir, más bien era de esos que simplemente no quieres tener, al enterarme, realmente no sentí nada, preferí... aunque suene cruel y absurdo, creo que estamos mejor así, digo... mis hermanos y yo—admitió jugando con la grama, arrancando pequeños pedazos de estos, èl y yo mantuvimos el silencio, no era incomodo pero tampoco agradable, solo nos mirábamos el uno al otro. Como que si el universo siguiera avanzando pero nosotros estábamos ahí paralizados, penetrándonos con la mirada.

— ¿Estudias?

—No puedo pagar la universidad, así que por ahora no—dijo arrugando su frente— Yo me imagino que tu si ¿No?

Asentí—Si tu padre murió hace tres años ¿Cómo haces para conseguir el dinero para mantenerlos a todos? —me atreví a preguntar, èl se levantó y me ayudó a ponerme de pie.

—Yo nunca fui de esas familias que tiene dinero y que vivo para eso, he luchado desde siempre, trabajando dando lo mejor para mis hermanos... ahora sobrevivo con tres trabajos, uno en la tarde y los otros dos en la noche, es duro pero vale la pena.

— ¿Y de que va?

—El de la tarde hago recados, llevo paquetes, en la noche ayudo a un señor en su lavandería y saliendo de allí voy a trabajar en la discoteca Midnight Memories—hizo una pausa —Deberías ir, para que veas cómo es.

—No creo... pero, tal vez lo piense una noche y vaya a verte trabajar.

—Te estaré esperando.

Imperdible amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora