Capitulo 124

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Lo mire, sintiéndome enamorada, bese sus labios, estaba desnuda sentada sobre sus piernas, cubierta por la cobija, no quería moverme, estaba contemplándolo.

—Te quiero, Hal—susurró, su mano se deslizaba por mi espalda.

—Lo sé, amor—asentí sintiendo cada letra—Yo también te quiero—fruncí el ceño—Demasiado, la verdad.

—Tienes que vestirte—volví a asentir para luego besarle lentamente, retrocedí un poco y busque la camisa, poniéndomela, gruñendo— ¿Estas cansada?

—No te mentiré—susurre, ayudándole a ponerse la camisa.

—No quiero pedirte esto—lo mire—Pero, amor, necesito ir al baño...

—Lo siento—dije medio sonriendo, me deslice a un lado y lo ayude a levantarse, él solo se quejó, aproveche para acomodar un poco la sala y termine de ponerme la ropa, en menos de tres minutos estaba volviendo, se acostó a mi lado, viéndome.

—No deberías dormir aquí—dije deslizando suavemente mi dedo sobre su brazo lastimado.

—Estoy bien.

—Deberías estar cómodo.

—Y lo estoy, créeme—me dio un casto beso.

—Gracias—susurre acurrucándome a su lado, sintiendo su respiración rozar mi frente.

— ¿De qué, amor?

—Por hacerme sentir bien—me callé para suspirar—Por todo.

—Me satisface verte feliz, Hal, es lo que más anhelo.

—Tú me haces feliz.

—Deberíamos dormir—me miró, yo estaba luchando con el sueño—Necesitas recuperar fuerzas para mañana.

— ¿Mañana? —pregunte curiosa.

—Mañana, pasado mañana y el día después hasta que tengas que irte y no puedas con tu cuerpo y te tengas que quedar.

—Muy ingenioso—pase mi mano por su cabello—Buenas noches, amor.

—Buenas noches—se despidió no antes de haberme besado.  


Imperdible amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora