capítulo cuatro

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Dimitri se acerco a Alexa, le tendió la mano para presentarse, ella tenía una sonrisa, pero Dimitri estaba serio, sabía que esto no le gustaba nada.

-Rose, ¿Podemos hablar? -Dimitri se dio la vuelta, me miró suplicando, eso era raro en él.

Asentí, ambos salimos afuera, nos encaminamos hasta la parte de las habitaciones que no se usaban, entramos en una, Dimitri al ser el último cerro la puerta, esta era una de las habitaciones que quedaban cerca cuando Jesse Zecklos y yo tuvimos un encuentro y Dimitri nos había encontrado.

-Rose, tenía que decirte algo, estuve pensando y creó que estarías mejor sin mi, podrias volver a salir con otras personas y esas cosas de adolescentes -pensé que íbamos hablar de mi hermana, o de cualquier otra cosa, sin decir nada, comencé a cabrearme bastante.

- Si lo dices de nuevo, sabes que me voy a ir para siempre Dimitri, esto no es un juego, estamos hablando de mis sentimientos -Dimitri tenía la máscara de guardián en su rostro, pero igualmente podía descifrar su humor, lo podía ver en sus manos, en los movimientos histéricos de sus pies.

- Tu... Rose no puedes amarme -mi enojo estaba aumentando.

- Tu que sabes del amor, maldita seas Dimitri, pensé que habíamos arreglado todo, me dijiste que me amabas, eso no son palabras para jugar -toda mi tranquilidad se había ido al retrete, estaba enojada, me sentía mal, pero esto no me podía estar pasando.

- No podemos estar juntos, sólo es una confusión la que tienes, un capricho -todas sus malditas palabras me lastimaban, como un rayo en la cabeza en medio de un campo.

- Te entregué todo Dimitri, ¡TODO!
- quería llorar, pero no le iba a dar eso también para que él disfrutará.

- Rose, ¡basta esto se término! -me acerque a él, con mi mano lo empuje, sali por la puerta corriendo.

Antes de llegar a mi habitación trate de tranquilizarme, no quería que Alexa me viera así el primer día que estaba aquí, si Dimitri pensaba que yo no podía volver a la vida que tenía antes de enamorarme de él, estaba completamente equivocado.

Entre a mi habitación, Alexa estaba acostada leyendo un libro, yo me acosté en mi cama, ella levantó la vista del libro.

- Si, todo esta súper bien, lo único que Dimitri y yo terminamos -le di una sonrisa de las mejores falsas que tenía.

- ¿estas bien? -en realidad estaba de lo peor, pero a nadie le tenía que importar.

- ¡No!, pero pronto lo estaré, buenas noches Alex -sin decir nada más, me di la vuelta y me dormí.

Sabiendo que al otro día tenía entrenamiento con Dimitri, ahí le iba a enseñar yo lo que se perdió.

Una vida Juntos (Blood Promise)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora