Henry.

Capítulo 13

Diez días después.

Me quede dormida y estaba atrasada para ir a clases, no había almuerzo y tampoco tenía tiempo para prepararme algo así que asumí el hecho de que ese día llegaría a las seis de la tarde a almorzar a mi casa, así que con la prisa solo logre sacar un poco de Natur en un pocillo y una botella de agua.

Mi caminata/corrida hacia el paradero me dio tiempo suficiente para ordenar unas cosas de mi mochila antes que pasara la micro y fue entonces en que lo vi.

Era pequeño, de color beige con las patas enormes, lo cual no generaba simetría en su cuerpo. Lo acababan de venir a votar, lo supe en el momento en que me acerque a él y huyo asustado, los perros de calles no tienen ese miedo reflejado en sus ojos, él sí.

Solo su mirada me basto para saber que tenía más hambre que nadie y que necesitaba mi colación más que yo, así que no dude y se la di. En cuanto esta toco el suelo se acercó precavido y comenzó a devorarla, su cola se agitaba constantemente y cuando termino estaba extasiado, se me tiro encima el pequeño mostrando afecto y yo lo único que pensaba mientras lo acariciaba era en cuanto me hubiese gustado llevarlo a la casa, darle de nuevo un hogar, pero eso no pasaría. El Rex lo mataría por considerarlo una amenaza, no era un cachorro indefenso que permitiría ser parte del grupo como ha sucedido con otros perros que hemos tenido. Por eso odio tanto a la gente que viene a abandonar a sus mascotas al campo, uno no puede simplemente adoptarlos por miedo de que sus mascotas lo lastimen, lo cual en las mayorías de los casos ocurre, así que por lo general estos terminan vagando por las calles y si tienen suerte en algún fundo donde lo aceptan los demás perros y recibe alimento. Eso sucedió con un pastor que llego al callejón hace un mes, hay días en que esta con los perros del fundo pero son más en los que está en el paradero, esperando que vengan por él.

Cuando llego el momento tuve que despedirme de él y ahuyentarlo para que no lo atropellase algún conductor, me subí a la micro con la esperanza de volver a ese peludo amigo de nuevo.

Pero no sucedió.