Sesenta días después.
No soy una persona que se la pueda catalogar como temerosa, pero si tengo grandes miedos. Existe algo curioso con relación a los miedos y es que estos se apoderan del individuo a tal punto que lo transforman convirtiéndolo en un ser completamente irreconocible.
El miedo que estoy experimentando es agotador, hace eco una y otra vez en mi cabeza, dejando sembrada la duda y la inquietud con una simple palabra "fracaso". Puede que siempre allá tenido miedo al fracaso, solo que ahora en que he sacrificado tanto y trabajado arduamente la apuesta de perder es mayor, la caída es más dura. Así que los días de esperas se hacen largos e inagotables, esperar por los resultados que solo revelan una siempre cosa: si lo hiciste bien o lo hiciste mal, así de simple, nada más ni menos. Las preguntas de inquietud se acumulan en mi mente, "¿Lo abre hecho bien?, ¿Fue suficiente?, ¿Por qué no di un poco más?, ¿Y si no lo consigo?, ¿Estará correcto lo que hice?", y se repiten una y otra vez, no logro distraerme con ningún tipo de vicio mundano porque incluso si lo trato estas preguntas aparecen en el momento menos esperando y en la noche tampoco se detienen, es como si se turnaran para torturarme, lenta y dolorosamente.
Pero no, me niego a dejar que un miedo tan patético como este me atormente y me impida relajarme, ya que todo esto está en la mente. No quiero tener este miedo, no lo voy a tener y es así de simple.
A la mierda con todo eso, lo que tenga que pasar pasara. Ya he fracasado antes y unas cuantas mas no me detendrán de ser exitosa en la vida, no lo permitiré.
Me lo repito una y otra vez hasta que me lo creo. Me lo repito incesablemente hasta que se vuelve realidad.
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Henry.
RandomTe escribiré todo lo que sucedió antes y lo que sucedió después, como un testimonio de lo que generaste, de lo que dejaste y lo que cambiaste en mí. Quiero que esto trascienda, que no solo permanezca en mi memoria, que cuando el paso de los años se...