Henry.

Capítulo 7

Un día después.

Me duele, necesito verte y estar un día más contigo pero eso no pasara, ya no hay nada que hacer.

El dolor es intenso, no tengo ganas de salir ni levantarme pero lo hago porque de no ser así solo pensare más en ti, solamente volveré a llorar y a lamentarme.

El trayecto a la Universidad se pasa más rápido de lo habitual, supongo que eso pasa cuando no estás en realidad presente en el lugar en que estas, estoy en cierta forma en modo automático, sin sentir ni reflejar ninguna emoción. Pero esa mascara que había logrado construir se cae en el momento en que me encuentro con una de mis mejores amigas en los pasillos de la Universidad. Me saluda animadamente y me pregunta como estoy, y con solo eso me derrumbo y me aferro a abrazarla. Le cuento que te habíamos hecho dormir ayer, ella me consuela y me acaricia el cabello. No me dice grandes palabras de consuelo, pero ese abrazo que me entrego fue lo que necesitaba para sentirme mejor, para poder soportar mejor tu perdida.

Tu no lo sabes, pero ellas es de unas de las pocas personas que amo con mi vida, y agradecí tanto el hecho de tenerla ahí cuando más lo necesitaba, llega a ser sorprendente el hecho de que a pesar de que estamos en la Universidad no siempre nos vemos, creo que en este semestre han sido cinco las veces en que nos hemos topado, pero cuando más la necesito de una u de otra forma ella está ahí para mí.

Así el día transcurre de mejor forma, agradable incluso.

Hasta que estoy con los audífonos puestos mientras estoy en la micro camino a mi casa y comienza a sonar la canción "Hallelujah" de Jeff Buckley. Mierda, estaba mejor hasta que esa jodida y bella canción comenzó a sonar y otra vez volví a llorar. No me gusta llorar, no lo suelo hacer pero de nuevo lo permití, durante cada segundo en que duro la canción una lágrima corría por mi mejilla.

Abro el portón y no estas, no estas esperándome como siempre, están tus padres pero no estás tú con ellos, no es lo mismo sin ti Henry.