Buttercup
VII
A la noche Gale nos trae carne y algo de verduras. Mama le da un par de litros de leche y yo un quesito de cabra que les reserve. Y debemos insistir mucho para que lo acepte. Yo ya había preparado quesos para vender al día siguiente. Luego mamá prepara la cena. Tratamos de mostrarnos fuertes una a la otra, porque así se lo prometimos a Katniss.
Buttercup parece inquieto, nos mira como si estuviera algo desorientado. Hasta se sube a la cama de Katniss y camina sobre ella. Se queda un momento sentado. Nos dirige una mirada y maúlla
--Él también la extraña—dice mi mamá.
La tristeza amenaza caer sobre nosotras como algo implacable. Mama agrega –me acuerdo cuando lo trajiste--. Y mi mente empieza a volar hasta ese momento.
Creo que era sábado porque recuerdo que no tenía escuela. Había cumplido ocho años hacía poco. Katniss había salido temprano a cazar y mamá estaba preparando la comida. Me pide que fuera a buscar unas plantas de aloe vera, que son muy buenas para las quemaduras ya que tenía que ir a curar a un anciano que se había sufrido algunas quemaduras.
Me habré alejado casi un kilómetro de mi casa cuando en un sitio, casi pegado a la cerca que nos separa de la pradera vi las plantas que mama me había encargado. Con mucho cuidado corté algunas de esas gruesas hojas. Y en ese momento lo escuché. Era un sonido suave y lastimero, pero igualmente me asustó al principio ya que venía del otro lado de la cerca, y la pradera a mi me da mucho miedo. Era una especie de maullido lastimero. Ahí pensé que podría tratarse de un animalito herido, entonces me acerqué con mucho cuidado por si podía ayudarlo. Entonces apareció.
Era un gatito de unos cinco o seis meses, de color amarillo zapallo aunque estaba muy sucio y lastimosamente flaco. Tenía una orejita lastimada. Lo llame moviendo los dedos y diciéndole –Ven chiquito, ven--. Volvió a maullar y se fue acercando a mí. Lentamente pasé mi mano por su lomo para que tomara confianza y sentí una punzada en mi corazón cuando pude sentir su espinazo que casi atravesaba su piel. También que su pancita estaba inflamada, seguramente producto de los parásitos.
El pequeño se restregó contra mis piernas, y allí supe que no podría dejarlo allí solito y abandonado. Lo envolví en un pañuelo que tenía para poner las hojas de aloe vera y fui a mi casa. Mamá había salido, pero Katniss ya había regresado y estaba limpiando unas presas que había cazado.
--Mira lo que encontré, Katniss--, le dije alzando al minino.
Mi hermana me miró a mí y al gatito frunciendo el ceño. --¿Qué es eso?—
--Es un gatito—le contesté. –y está abandonado y necesita que lo alimenten y le curen la pancita… y la oreja y…—
A Katniss parece que no le gustó eso. Empezó a decirme que apenas teníamos que comer nosotras y no para alimentar a cualquier bicho muerto de hambre que anduviese por ahí.
--Pues yo le voy a dar parte de mi comida—dije resueltamente.
Creo que eso que dije le cayó peor a Katniss. Con fastidio tomo al gatito y veo con horror que lo sumerge en un cubo de agua. Grito horrorizada y me abalanzo. –No, no Katniss por favor— suplico. Me aferro a su mano y ella suelta al animalito. Lo saco del cubo empapado. El mira a Katniss y le bufa.
![](https://img.wattpad.com/cover/6109328-288-k934099.jpg)
ESTÁS LEYENDO
COLITA DE PATO (Desde el corazón de Prim)
FanfictionLos sentimientos, emociones, miedos y aprendizajes de Prim durante los juegos del hambre. La historia desde su punto de vista, desde su corazón. Cómo sufre y a la vez aprende de su hermana Katniss, de Rue... Cómo vive los sentimientos de Peeta... Su...