Nos encontrábamos en clase de educación física, mejor dicho se encontraban en clase de educación física, ya que yo no puedo hacer ningún tipo de esfuerzo físico.
Los chicos se encontraban estirando y calentado.La mayoría de las chicas los estaban viendo, admiraban esos cuerpos trabajados y esos músculos tonificados, pero mi atención se centraba en Matthew; Ese chico de cabello castaño, ojos color café con leche, labios finos pero carnosos, y músculos perfectos. Literalmente estaba en un trance observando toda su perfección.
Una chica se sentó a mi lado.
- Hola- me dijo la chica.
- Hola- le respondí mirándola. Tenia el cabello suelto y una pequeña trenza se asomaba en el lado derecho de su cabeza, tenía ojos claros y pecas. Era de tez blanca y de estatura media.
- Veo como miras a ese chico y te digo Lindiana esta peleando por el- exclamó.
-Lo tengo más que claro- respondí riendo.
- Bueno, me llamo Anparo- dijo sonriente.
- ¿Amparo?-
- No, con N, Anparo- corrigió.
- Ah, bueno yo soy Maya-
- Un gusto- Exclamó sonriente.
Le sonreí de vuelta.
-Mejor me voy, mi profesor se debe estar preguntando dónde estoy- Dijo Anparo levantándose y yéndose.Yo había visto esa chica antes en mi clase, es muy callada, pero cuando le dan la oportunidad de hablar nadie es capaz de silenciarla. Es muy buena en lenguas, siempre se saca buenas nota. Pero es muy solitaria, no tiene amigas, me recuerda un poco a mí.
•••••••••••••••••
Iba de regreso a casa, a Matt le habían regalado un auto y ofreció a llevarme a casa. De camino estuvimos hablando de tonterías. Cuando llegamos a mi casa nos bajamos del auto y nos despedimos. Matt me abrazo y me dijo al oído: -te quiero mucho May, nunca lo olvides-
Seguido me beso en la mejilla y nos miramos a los ojos un buen rato.
Me di media vuelta y me dirigí a mi casa.
Ya dentro me deje caer en la puerta sonriendo como boba.
- Me gusta Matt?- me pregunté a mi misma.
- No seas tonta Maya, estas loca por Matt-.
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La Verdad Detrás De La Felicidad
RomanceUna chica perdida y desalentada por su enfermedad, leucemia. Para ella nunca fue fácil aceptarlo y menos con un grupo de personas molestandola e insultándola. Un día un misterioso chico llega y le enseña lo que es vivir.