Within Hate (Español)

Capítulo 27

Cuando salí de hacerme la radiografía, me avisaron que me había esguinzado un dedo, pero que no era nada raro ya que solamente tenía que estar con una férula por dos semanas. La verdad que esa noche no podía ser en lo absoluto algo malo, a pesar de que me había roto la mano. Lo malo fue lo que vino después, como era de esperarse.

Aunque Jason haya manejado hasta el hospital y se haya quedado dormido ahí, él seguía borracho cuando me prometió que no se iba a mandar otra cagada. La verdad es que mantuvo muy bien su promesa, pero no es que yo estaba del todo bien. Él no sabía bien lo que decía, pero por eso no lo culpo. De lo que sí lo culpo es de haberse balanceado hacia mí solo por impulso, sin saber cuáles iban a ser las consecuencias de lo mismo. Según él, era lo que quería en el momento y no se contuvo ya que no tenía voluntad de sus acciones debido al alcohol, pero no era justificación. Yo me había ilusionado, esperaba que por fin pasara algo. Pero, como siempre, algo en el medio tenía que interrumpir. Nunca iba a pasar nada porque era obvio, nuestra relación era ir y volver continuamente. Lo que pasaba entre nosotros era recíproco, pero él era lo suficientemente cagón para aceptarlo. Yo no entendía por qué las cosas me seguían pasando así, si nunca iba a terminar en nada.

–Perdoname, Diamond, pero no fue mi intención ilusionarte. En este momento no quiero ningún tipo de relación en mi vida y yo a vos te quiero mucho, pero como amiga. De verdad te pido perdón, pero no sé de qué otra manera decírtelo. –en parte, tenía razón; pero no podía ir ilusionandome y después desilusionándome como si yo no tuviera sentimientos.

De cualquier manera, era mejor tenerlo en mi vida que no tenerlo para nada, así que decidí quedarme con él aunque sea como amigo.

–No te preocupes, podemos ser amigos. No es que me había enganchado, en serio, ya superé esa etapa de mi vida. –dije falsificando una sonrisa. Me devolvió la misma y dándome una palmadita en la espalda. La cosa se me iba a complicar bastante.

*****

El verano se estaba acercando, lo que significaba que el torneo de fútbol "Suricatas" se acercaba. Se trataba de un torneo en los cuales participaban tanto los chicos como las chicas, sí o sí. Tenían que haber, por lo menos, cinco chicas en un mismo equipo de 11, suplentes o no. Considerando que éramos ahora "amigos", Jason se quiso hacer el copado y me invitó a mí a jugar con él y sus amigos. Obviamente, llamé al resto de mis amigas –menos a Madison, no hace falta aclarar– y formamos un equipo. Él llamó a un par de amigos suyos del gimnasio ya que sabía que a mí no me caía del todo bien Nicholas. Nuestro equipo se llamaba "Cartel de Medellín" porque sus amigos eran todos fumancheros. La verdad es que me copaba el tema de jugar al fútbol, pero no era muy buena que digamos, considerando que Jason era el Lionel del equipo. De igual manera, eran prescindibles mis habilidades deportivas considerando que iba a estar bastante tiempo con Jason, así que me daba lo mismo con tal de poder estar con él.

Yo creo que, más que nada, Jason quería pasar tiempo porque me tenía lástima. Yo ya le había dejado claro que a mí no me pasaba nada emocionalmente con él, pero yo sabía que no era así. De cualquier manera, si me ponía celosa en cualquier situación, estaba justificada mientras no me siguiera ilusionando a mí. Prefiero pasar mucho tiempo con él y que no estemos en nada, a que me ilusione y vuelva a decepcionarme. Por suerte, eso ya no era más un problema. Solo me trataba como amiga, aunque yo quisiera que me tratara como algo más.

Por ejemplo, el otro día en clase de español se sentó conmigo. Yo lo miraba con un brillo en los ojos que se detectaba a distancia, pero al parecer él no se daba cuenta. Yo le pasaba todo, y cada tanto me sonreía y me hacía un masaje en el hombro, casi en el cuello causándome una sensación extraña en el cuello y piel de gallina en todo el cuerpo. Sin mencionar las veces que, cuando me hablaba, lo tenía a 3 centímetros de mi cara.