Capítulo 16

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Diamond

Mamá vino y cuando me subí a su auto casi me largo a llorar. Contuve mis lágrimas tanto como pude, pero no quería hacer quedar mal a Jason, por mucho que lo detestara. Mamá me preguntó qué fue lo que pasó, pero estaba demasiado angustiada como para inventar algo. No sé cómo no me lo veía venir, era demasiado obvio que había algo atrás. Esperaba que no le contara a nadie de esto, una vez que ya nos llevábamos bien quería dejarlo así. No es que iba a hacer como si nada el lunes, pero tampoco lo ignoraría. Solamente haría lo que normalmente hubiera hecho cuando nos llevábamos mal: nada. Si me hablaba, bien, sino, lástima.

Llegué a casa y me eché a mi cama sin cambiarme. Me puse a pensar en todo lo que habíamos pasado, y debía admitir que estaba mal. Por un segundo creí que me había arrepentido de haberle dicho que no, pero en realidad era porque me sentía vulnerable. La que tenía la razón era yo, no iba a comprarme con todo lo que hizo. Tendría que ser algo más personal. Me quedé dormida rápidamente ya que estaba muy cansada.

El lunes en el colegio hubieron intercambios de miradas, y hasta por un momento pude jurar que Jason y Nicholas hablaban entre ellos y mientras me miraban, se reían. Había algo pasando, pero decidí no darle importancia, como los viejos tiempos.

Eugenia y las chicas me preguntan sobre la casi cita que tuve con Jason el viernes cuando decidieron dejarme sola, y ahí me confesaron que fue porque era la idea dejarme sola con él. Les conté todo como había sido, sin olvidarme de un detalle para no hacerlo quedar mal. Al final del relato les expliqué lo que pasó, y todas me consolaron. La verdad es que yo no lo veía como un problema tan grande hasta el punto de que me tengan que consolar, pero no quería parecer muy egoísta así que las dejé que lo hicieran.

Cuando tenían la oportunidad, miraban mal a Jason, aunque les haya insistido que no lo hicieran.

Durante la hora del almuerzo, siento que alguien me toca la espalda. Para mi sorpresa, es Nicholas.

-Ey, Wolff, me parece que sos psíquica o algo así. -encarné mis cejas como seña de confusión -y también medio estúpida-continuó. Me encogí de hombros y me di la vuelta mostrándole que no me importa. Escuché que Jason le decía "Ey, vamos, dejala en paz." -Ah, Dios, te estoy hablando. Creo que sos psíquica porque adivinaste nuestro plan con Jason, ¿no es así, Trace?

-No, no es así. Vamos, gordo.

-No, no, dejame terminar -Jason se frotaba la cara en frustración -como sabrás, -Jason se fue, pero él siguió -Julia y Jason tuvieron unos problemas, sabés, por vos. Lo único que quiso todo el tiempo fue recuperar a Julia, ¿sabías? De eso se trataba nuestra conversación por papel. Y, creo que al poner celosa a Julia la está recuperando. De cualquier manera, aunque le hubieras dicho que no a Jason, te hubiera cortado en cuanto Julia se le plantara.

-¿Escuché mi nombre? -apareció Julia con una enorme sonrisa en la cara.

-Sí, estábamos hablando de vos y Jason. Es más, creo que te está buscando. Yo te ayudo a encontrarlo.

Julia sonrió maliciosamente pero a la vez contenta por su triunfo y siguió a Nicholas.

-D, no te preocupes -escuché decir a Claire por atrás mientras me frotaba la espalda.

-No, no me interesa. Nunca me importó tanto igual, lo esperaba de él. Es más, no hubiera preferido que fuera otro porque sería más inesperado.

-Sos re fuerte, yo no podría tomarlo con tanta tranquilidad. -dijo Claire volviendo a su plato de fideos.

Saliendo del comedor, Nicholas corrió por enfrente mío (diría que a propósito) y me volcó toda su bebida roja encima. El preceptor que estaba más cerca, Joe, me dijo que fuera al placard de mantenimiento para buscar un trapo, sin importarle que manché toda mi ropa.

-Sí, anda a ver con qué sorpresa te encontrás allá. -Sus palabras me daban miedo, pero creí que era uno de sus juegos para traumarme psicológicamente.

Fui al placard de mantenimiento, y la verdad es que sí me encontré con una sorpresa: Jason estaba mojáandole toda la cara a Julia. Él la tenía agarrada de la cintura y ella del cuello. Sus movimientos eran los mismos que hacía conmigo, su lengua bailaba sin parar como lo hacía conmigo, y aunque no pudiera vérsela, sé que lo hacía por como gesticulaba la cara.

En cuanto me notaron (que creo que fue literalmete un segundo después de que entré) los dos miraron. La mirada de Jason era triste, y la sonrisa de Julia era orgullosa pero presumida. No conseguí nada que decir más que:

-Perdón, yo... vine a buscar un trapo -agarré una escoba, aunque haya dicho que buscaba otra cosa.

Cerré la puerta torpemente y me apoyé contra ella. Estaba avergonzada, y no solo por la estupidez que acabo de hacer, sino porque caí en la trampa de Jason y porque Nicholas tenía razón. Y otra parte de mí también se sentía vulnerable, acababa de pasar justo lo que siempre esperé que pasara, pero que con ganas quería creer que no pasaría. Estaba a punto de llorar, pero mi promesa siempre fue que nadie me viera llorar, ni siquiera mi familia. Me negaba a que vieran cuál era mi punto débil y que vean que soy cobarde, porque no era así.

Al salir, sentí a Jason llamándome y Julia retándolo, pero hice de cuenta que no lo escuché, aunque los dos sabemos que lo hice. Llegué al charco de bebida y ya estaba limpio, así que apoyé la escoba contra la pared más cerca. No estaban ni Joe ni Nicholas, así que supuse que ya estaba. Me fui para arriba, y cuando me vieron las chicas me preguntaron si vi algo. Estaba literalmente sin palabras, no podía ni quería hablar, así que negué con la cabeza. Sabían que les mentía, pero también sabían que no quería hablar de ello.

Recién a la salida a Jason se le dio por venir a hablarme, me tomó de la muñeca y la solté bruscamente.

-Diamond...

-NO me digas Diamond, Jason, ¿sí? Lo último que quiero es que ahora vengas todo "arrepentido" después de no haber reaccionado ni en frente de Nicholas ni de Julia. Nada más dejame en paz y va a ser mejor para los dos, tanto para tu reputación como para mi vida.

-Es que no quiero te quiero dejar, Diamond.

-¡Ah! ¿Es que no te cansás de molestarme? Ya tenés a Julia, no tenés porqué seguir hablándome.

-¿Qué tiene que ver Julia?

-Dejá, si te querés hacer el que no sabés, está bien por mí, solo quiero que no me vuelvas a hablar, no es mucho pedir.

Yo escuchaba que seguía hablándome pero apuré mi paso y me fui antes de que me pudiera frenar o algo así.

Lo que creí que era el mejor año de mi vida, se convirtió en uno más de los peores. Aunque sabía que esto pasaría, esperaba que no, y a partir de ahora no puedo esperar otra cosa más que lo peor.

Within Hate (Español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora