Within Hate (Español)

Capítulo 15

Jason

Me la había chapado. Cumplí con mi objetivo más grande: ella. Por mucho que lo negara, siempre esperé ese chape, y fue mejor de lo que pensé. Estaba nervioso, pero hice lo mejor para disimularlo.

La invité a casa a ver una película, ya que nos sobraba tiempo. Sabía por Eugenia que su película favorita era Grease, así que ese mismo día antes de ir al cine, la alquilé. Cuando vio la película en mis manos, sus ojos se abrieron como platos. Era justo lo que esperaba, quería hacerla feliz todos los días de su vida. Quería que fuera feliz conmigo, que se sienta confiada, que pueda ser ella misma. La había lastimado mucho antes, y no quería que ni yo ni nadie volviera a hacerlo. Iba a asegurarme que hasta después de que cortáramos -que ojalá no pase, aunque ni estamos juntos- nadie la lastimara. Quiero que sepa que la voy a proteger siempre y que se sienta segura conmigo, como si fuera su guardaespaldas o algo así.

Puse la película y nos acomodamos en mi cama, aunque un poco distantes. Las cosas eran raras todavía, hace un mes y medio nos llevábamos mal, y que ahora nos pegáramos después de nuestro primer chape sería totalmente incómodo.

A la mitad de la película, dentro de todo el silencio, ella se fue quedando dormida. Sabía que esto pasaría, solo que esperaba que no. Me ocupé de decirle a su mamá que se iba a quedar en lo de Eugenia, y después  le dije a Eugenia que cualquier cosa Diamond estaba en su casa.

Cuando dejé su celular en la mesa, lo apagué y seguí viendo el resto de la película.

Como a los cinco minutos, siento que Diamond se mueve. La media hora que llevaba dormida no había hecho un solo ruido. Dormía literalmente como un ángel, y perdón si eso sonó grasa, pero fue así. No se la podía ni escuchar respirar. En fin, se movió por primera vez. No le presté mucha atención hasta que vi que recostó su cabeza en mi pecho, y su mano también. En el momento que se apoyó, fue cuando me di cuenta que estaba enamorado de ella. Nunca me había pasado eso, nunca. Había empezado a tener sentimientos por ella, pero esto no. La amaba, y recién ahora lo veía. Era perfecta en toda manera, tenía los ojos cerrados y verla dormir me daba paz. Me la quedé mirando como 10 minutos antes de decidir irme a dormir. Observaba cada detalle de ella, el pelo, el cuerpo, las manos, las pestañas, todo. Nunca creí que ella sería todo lo que buscaba en alguien, nunca creí en buscar a alguien. Mi plan de vida era vivir en la lujuria, fiestas y alcohol. Rodeé mi brazo por su espalda y puse mi mano en su cabeza mientras le tocaba el pelo. Lo tenía suave y brilloso, nunca llegué a tocárselo así. Dios, era tan pequeña de cuerpo que me encantaba poder agarrarle la cintura entera y sentir el hueco de la curva, ya me causaba ternura. Respiraba tan suavemente que apenas se la escuchaba. Finalmente me dormí, ojalá este momento durara para siempre, no quería dejarla ir, nunca. Ni siquiera era mía todavía, y tenía que seguir trabajando en ello.

Después de como dos horas dormidos, la siento moverse. Estaba confundida, como si no supiera dónde estaba.

-Jason, perdoname. Estoy mortificada en este momento, Dios. ¿Qué hora es? ¡Mierda! Son las cinco, mi mamá me va a matar, después de la otra vez no me va a dejar salir más. ¿Qué voy a hacer? -parecía asustada.

-Bueno, mujer, tranquilizate, estás un poco alterada -dije riendo como si no pasara nada -en cuanto te dormiste -antes de que te durmieras encima mío- me tomé la libertad de textearle a tu mamá diciéndole que te quedabas en lo de Eugenia a dormir, y después le dije a Eugenia que cualquier cosa estabas ahí. Lo tengo cubierto, ¿sí? -dije tomándole de los hombros para calmarla.

-Pero de cualquier manera me tengo que ir a casa, no me puedo quedar acá.

En realidad, quería más que nada que se quedara acá. Quisiera que durmiera el resto de la noche conmigo, pero no quería incomodarla. Le expliqué que mis papás no estarían en casa hasta la mañana, así que la llevé al cuarto de mi hermana ya que ella estaba en lo de una amiga.