Parte 25

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Recorrió una infinidad de calles, preguntando en cada comercio o taberna que encontró a su paso, recopilando, sin proponérselo, multitud de información: que se debía matar a gatos y perros callejeros que pudieran extender la enfermedad, que se iban a eliminar festejos públicos, representaciones teatrales, luchas con escudos, juegos con osos y cenas públicas, por ahorro de dinero y alivio de los infectados, y un sinfín de chismorreos estériles que algunos vecinos se deleitaban en narrar enlazándolos de una forma u otra con los nombres y apellidos solicitados; pero nada sabían realmente de Christopher Harris o de Emma Norman.

Una pista le obligó a cruzar la ciudad llevándole a la fragua donde un señor mayor, llamado también Christopher Harris, daba forma a copas y botellas soplando sobre una masa de cristal incandescente a través de un largo tubo metálico. Tras comprobar que el artesano no tenía vínculo alguno con las personas buscadas abandonó el local.

Intentó evitar las pequeñas calles que constituían la mayor parte de la ciudad, en las que las casas se inclinaban hasta tocarse, confundiendo las pajas de unos tejados con las del otro. Esa inmensidad de callejas componía un infranqueable laberinto recubierto del estiércol y orín que se arrojaba desde las ventanas.

Londres estaba dividido por barrios, algunos ya clausurados por las autoridades en un intento de evitar el contagio, por lo que Samuel se vio obligado a seguir el rumbo marcado por la peste. Aunque Agosto solía ser fresco en la ciudad, ese día el sol apretaba a los viandantes. Cerca de Houndsditch, entró a preguntar en la taberna "El Pie". El tabernero tampoco conocía a Christopher. Cansado por la caminata, pidió una cerveza caliente para tomar fuerzas.

La gente a su alrededor no paraba de hablar de lo que pasaba en los barrios clausurados: gente muerta por las calles, gritos de desesperación, suicidios, familias que perdían la cabeza... En ocasiones las murmuraciones se realizaban de forma piadosa, otras veces, se hacían de forma soez y mordaz, como algunos de los borrachos de la taberna que se mofaban de un hombre allí presente que había perdido a toda su familia. El desdichado sin fuerzas para responder, se hundió sobre la mesa. El tabernero tras reprender las burlas, sirvió a Samuel.

Desde la noche de su enrolamiento, tomaba la cerveza con cuidado, sin poder evitar desconfiar de cada sorbo, mirando siempre a su alrededor. Entre el barullo, una conversación cercana llamó la atención de su oído:

—Ayer estuve allí, y cuando le colgaron... ¡Pam! Se rompió la cuerda. Tuvieron que usar otra para volverle a ahorcar... Luego le metieron en una jaula y le colgaron entre Benson y Van Goyen, allí, frente al Támesis. Para advertir al resto de piratas.

Sin pensarlo dos veces le interrumpió:

—Disculpad, habéis dicho Van Goyen, el pirata.

—Sí, ayer colgaron a otro, ¿cómo se llamaba...? No importa. El caso es que... ¿sabéis qué pasó? Que se rompió la cuerda y cayó al suelo pateando —comentó entre carcajadas.

—¿Y a Van Goyen, le han ahorcado también?

—Sí, hace ya algún tiempo. Pero no se preocupéis: si queréis ver una ejecución, pronto habrá algún otro.

—Y sigue colgado.

—¿Quién, Van Goyen? Sí, le trajeron a tierra para ahorcarlo, el resto de su tripulación fue ejecutada en el mar. Al maldito holandés aún lo tienen colgado, huele desde lejos. Ese tipo ni muerto deja de molestar. Por cierto, ¿sabéis que estamos de nuevo en guerra con Holanda? —comentó a los otros borrachos que siguieron su conversación.

La curiosidad invadió a Samuel que, sin otra cosa que hacer, puso camino hacia el Támesis. Perdió la cuenta de las mujeres desaseadas, ancianos y niños que pese a las ordenanzas le pidieron limosna. Contestó a la solicitud de una pedigüeña de feos granos y cofia abombada que, con una tela anudada, cargaba sobre su espalda a una niña mofletuda llena de churretes. Sus ropas llenas de girones, dejaban entrever el vestido verde que llevaba debajo. Por una moneda le indicó cómo llegar hasta la jaula donde colgaba Van Goyen.

ANNUS HORRIBILISDonde viven las historias. Descúbrelo ahora