Mi sueño se ve interrumpido por la ruidosa alarma del celular. 7:30 am. Viernes, al fin.
La semana transcurrió bastante bien. He conocido mejor a Grace y a Juan. Grace es una loca de las tinturas de cabellos, aunque ahora lo tiene oscuro, ha llevado colores en tonos pasteles como el rosa, celeste o menta entre otros. le gusta la música pop y algo que me recordó a Mora es que aunque le encanta hablar sin parar, es una de esas personas que te da gusto escuchar. Su familia vive en Ibiza, y la va a visitar en fechas como navidad, año nuevo, etc. Y en cuanto a Juan es todo lo contrario a Grace. Es un chico tranquilo y muy centrado en lo que hace. Su familia vive aquí en Madrid, y se compone de su mamá y una hermana de diecisiete años llamada Lola con la cual es muy unido. Comparte un grupo de amigos que también estudian en la Facultad. Están él, Grace, Pedro (un chico alto, ojos caramelo, cabello castaño y bastante amigable), Mía (bajita, cabello castaño claro, ojos oscuros y muy divertida) y ahora también yo. Es increíble todo lo que ha pasado en una semana.
Me levanto arrastrando los pies hasta la cocina y me preparo un café cortado con leche. Y pensar que ahora en febrero Mora debe estar saltando a la pileta mientras que yo me congelo al otro lado del océano.
Elijo mi outfit del día, unos jeans básicos, una camiseta blanca lisa manga larga junto con un blazer beige, unas botas timberland marrón chocolate y una bolsa chanel también beige. Luego parto rumbo a la Facultad.
Luego de un día entero en el instituto me encuentro con Juan y Grace en la puerta.
-Hola. -Saludo a los dos-
-Hola Emma. -Exclama Juan- Estamos organizando para juntarnos a cenar esta noche en mi casa. Pedro y Mía vienen. ¿Te sumas?
-Dale. ¿A qué hora?
-Nueve y media pásate por mi casa.
-Perfecto -Expreso mostrando una sonrisa-
Caminamos todos juntos hasta que cada uno se dirigió a su casa. Juan y yo como vivimos en el mismo edificio llegamos juntos y nos vamos a nuestros respectivos apartamentos.
Me duche y tardé alrededor de diez minutos hasta decidirme que me pondría para ir a cenar al apartamento de Juan. Termine optando por un vestido negro encima de la rodilla de mangas largas y unas plataformas bastantes altas o como decía Mora "las plataformas de Frankenstein". Decidí apenas aplicarme base y un poco de rímel en mis pestañas ya que no soy una fanática del maquillaje ni nada por el estilo.
Recién eran las ocho y media así que comencé a diseñar el proyecto de "Diseños de espacios interiores contemporáneos", el cual tenemos 7 meses para entregar, aunque prefiero adelantar todo lo que pueda en los ratos que tenga libre.
9:36, ya era hora de ir a lo de Juan, así que tome unas cervezas de la heladera (o refrigerador, como le dicen acá) y me dirigí al apartamento de al lado, el de Juan.
Toqué el timbre y esperé hasta que la puerta se abrió y apareció el chico rubio con su cabello despeinado tan particular.
-Emma, pasa. -Exclama haciéndose a un lado y señalando hacia adentro.-
Entro y comienzo a observar detenidamente todo. Nunca había entrado a su apartamento. A pesar de que era bastante parecido al mío, este estaba decorado de una forma distinta. Un sofá esquinero gris embellecía el amplio living y contrastaba con una alfombra blanca y una mesa de vidrio ubicada sobre esta. Enfrente había un televisor gigantesco y si giras la cabeza te encuentras con una cocina idéntica a la mía.
Caminamos hasta la isla de la cocina donde se encuentran los demás.
Pasamos un rato hablando hasta que llega la pizza. Nos ubicamos en la mesa mientras comemos y nos reímos de las divertidas aventuras que narran Pedro y Juan de cuando eran chicos e iban juntos a la escuela.
Cuando terminamos de comer juntamos y lavamos los platos y vasos. Junto con Grace y Mía preparamos pochoclos mientras que los chicos acondicionan la sala para ver la película argentina que elegí, El Clan.
Y en eso Mía exclama.
-¿Y que piensas hacer cuando termines la carrera, Emma?
-Por ahora, no lo sé. Quizás vuelva a mi país y trabaje allí con el titulo que obtenga, o quizás me quede aquí. No lo sé, aun falta muchísimo tiempo.
-Ten cuidado que el tiempo vuela -Me dice Grace-
-Sí. Y creo tener todo organizado de acá a muchos años en adelante, pero eso exactamente, no lo sé.
Terminamos de preparar los pochoclos mientras que Grace y yo hablamos de la hermosa pareja que harían Mía y Pedro, sin embargo Mía se ríe y dice que es algo imposible.
Nos ubicamos en el sofá y vemos la película hasta que termina. Todos debatimos a cerca del largometraje, excepto Mía que se quedó dormida a la mitad.
-Bueno chicos, me voy ya es bastante tarde. -exclamo saludando a todos-
-Dale, mañana nos vemos. -Dicen Pedro y Mía al unisonó, y todos se ríen, yo incluida-
-Mañana te aviso si hacemos algo -Me explica Juan mostrando una tímida sonrisa-
-Genial.
Entro a mi departamento y caigo rendida sobre el somier de dos plazas y media. Me cambio el vestido por un cómodo pijama. Apoyo la cabeza en la almohada y no me da tiempo de pensar lo que ha sido esta semana, cuando percibo que mis ojos comienzan a cerrarse.