Capitulo 23: Diosa

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POV CRISTIAN

Ver a Ana tan feliz con su regalo me hace muy feliz. Aun no cree que le haya regalo un caballo. Blanco como su pureza, blanco como su alma, blanco como su piel, blanco como en todo de ella. Me encanta verla feliz. Se que va a sonar absurdo, pero creo que mi forma de pensar de ella cambio, no la quiero para una venganza ni mucho menos para pasar el rato, la quiero para algo más, mucho más. Me siento cómodo con ella, su cercanía, su cariño y actitud infantil sacan una sonrisa sincera.

-gracias Cristian es precioso- me dice, pero antes de contestar siento un cuerpo chocar contra mí y sin poder evitarlo caigo al suelo. Cierro los ojos cuando siento un golpe en la espalda, pero algo no cuadra. Unos labios suaves y dulces están sobre los míos. Abro los ojos y descubro que los labios son de Ana. Ella se da cuenta y rápidamente se aleja de mí, sonrojada.

-lo, lo, lo siento- dice

-no hay problema. Nunca pensé que fueras tan fuerte- digo sobando mi espalda

-perdón por lo bruta. Estoy tan feliz por el regalo que no me medí. Mi padre siempre me regaña por eso. Más de una vez lo he dejado en el suelo- dice apenada

-qué bueno que te gusto el regalo- le digo

- ¿Cuándo decidiste regalarme? -

-hace una semana, pero como estabas mal y sobre todo por las pesadillas lo empecé a posponer hasta el día de hoy-

-de verdad muchas gracias- dice sonriendo. Me derrito al instante, esa sonrisa me mata.

- ¿Qué hacen los dos en el suelo? - pregunta Ray que viene llegando

-lo de siempre- le dice Ana

- ¿Qué le diste a esta bruta para que te haya tirado? - dice Ray mientras Ana juega con sus dedos en la tierra.

-un caballo. De hecho, el que está ahí- le digo señalando al caballo

-bonito. ¿es macho o hembra? -

-hembra y se llama diosa- le digo

-precioso espécimen. Lo bueno es que no tienes que pagar una millonada por tenerlo en una caballeriza- me dice

- ¿Por qué lo dices? - pregunto

-porque no hay espacio en la casa- responde Ana

-ya veo. A propósito ¿Qué te trae por aquí Ray? -

-vine a visitar a esta pequeña y traerle esto- muestra una carretilla que viene amarrada al caballo.

- ¿Qué hay ahí? - pregunta Ana

- ¿Por qué no lo ves por ti misma? - le dice sonriendo.

Ana se levanta, se limpia el polvo del trasero y las piernas. Con cuidado saca la manta que protege las cosas. De la nada chilla y se lanza a los brazos de Ray, pero a diferencia de mí no lo bota. Se nota que esta acostumbrado.

-papa muchas gracias. Muchas gracias- dice mientras se baja y vuelve a la carretilla.

- ¿Qué es? - le pregunto a Ray

-sus cosas. Géneros, telas, cuadernos, herramientas para que confeccione su ropa, etc. Eran muchas cosas por eso me conseguí esa carretilla. Esa es su pasión- me dice

-y yo que pensaba abrir el taller para que lo use- digo desanimado

-oh, eso le encantara. Es más, tener un lugar así es su sueño. En la casa es imposible. Con Carla y Amelia era solo problemas, por eso Ana desistió de ese sueño y fue a trabajar con doña Rita-

- ¿Qué has sabido de Amelia? -

-nada aún. Hasta ahora ninguno de los cadáveres corresponde al de ella. Según fuentes la vieron tomar un bus que iba rumbo a un pueblo vecino, pero no supieron cual, así que estamos en la misma. Pero aún sigo conservando la esperanza de que no esté muerta-

- ¿la quieres? -

-obvio que la quiero, aunque no sea mi hija. La he criado desde muy pequeña, lo malo es que Carla la malcrió demasiado. Por este motivo Amelia se convirtió en alguien ambicioso y no le importa los demás, solo ella- dice con pesar

-es muy distinta a comparación con Ana- le digo

-eso tiene una respuesta. Por las venas de Ana no corre la sangre de Carla sino de otra mujer. Ella fue mi vida mientras estuvo conmigo y cuando se fue, se llevó todo incluso mis ganas de vivir. Pero fue muy sabia, me dejo a alguien que me necesita más que a nadie, me dejo una hija, idéntica a ella, aunque tú digas que los ojos de Ana se parecen a los míos, eso es mentira. Tiene los ojos de su madre- dice en voz baja mientras observa a anastasia con amor.

- ¿ella lo sabe? - le pregunto mientras Ana sigue en su mundo mientras revisa lo que le trajo su padre.

-no, pero sé que tarde o temprano le tendré que contar-

-y ¿Por qué me lo cuentas a mí? -

-porque a lo mejor estoy comenzando a confiar en ti. Te estoy dejando lo más importante que tengo y te lo dije el día de la boda. Si la dañas me la pagas- me dice mirando directamente a los ojos.

-no está en mis planes dañarla- veo como Ana entra varias cosas a la casa y vuelve a la carretilla. Hace eso varias veces hasta que la carretilla queda vacía.

-bueno si no les importa quiero montar y probar mi regalo. ¿Cómo se llama? - me pregunta

-diosa- le respondo

-me encanta. Papa ¿te unes al recorrido? -

-gracias, pero no pequeña. Tengo muchas cosas que hacer y una de ellas es devolver esa carretilla. Además, como alcalde tengo que solucionar muchas cosas y no puedo quedarme mucho tiempo en un mismo lugar- le dice

-está bien y gracias por traer mis cosas- le dice mientras lo abraza y besa sonoramente la mejilla -te quiero mucho-

-yo más pequeña. Bueno Cristian me retiro y cuídala. Nos vemos pronto- vemos como se sube a su caballo y comienza el recorrido de retorno al pueblo.

- ¿Dónde te gustaría que te llevara? - le digo

-no lo sé. No conozco la hacienda- me dice

-si vamos a salir a recorrer vamos a hablar con Lara para que nos prepare una canasta con comida la hacienda es demasiado grande y pasto no creo que quieras comer-

-nunca he comido pasto. Además, los abuelos siempre dicen que lo que comen los animales no les hace mal a los humanos- me dice

-el pasto sabe mal- le digo

- ¿lo has probado? -

-si, por una penitencia. No fue la mejor decisión- me dice

-entonces vamos a buscar a Lara- me dice. Me tiende la mano y la acepto. Entrelazamos las manos y entramos a la casa. Después de 1 hora y una canasta repleta de comida comenzamos el recorrido por la hacienda. Le dije a Lara que le avisara a Camacho que no iba a estar en todo el día, que si algo pasara que lo solucionara el. Es hora de pasar tiempo de calidad con Ana, aunque hace mucho tiempo que no lo hago, pero creo que con ella lo pasare genial y no me arrepentiré de nada.


LES DEJO OTRO CAPITULO... ESPERO QUE LES GUSTE 

NOS LEEMOS PRONTO



El Engaño: Miradas de Amor, Cristian y Anastasia (1 T)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora