Capítulo 10.

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Los días pasaban...Las semanas también,estábamos a principios de noviembre,ya me había acostumbrado a tener a Jesús cerca,simplemente pasaba de él,dejamos de hablarnos desde que me tiro a la basura y la verdad lo agradezco. Se rumorea que se ha tirado a medio instituto y siendo sincera,me lo creo,porque la que más le conoce soy yo.


De lo de la nota en mi diario,no he vuelto a saber nada,ni me ha llegado ninguna amenaza,por lo tanto llevo un mes tranquilo,pero poco va a tardar en que mi vida se revolucione y más si Jesús esta aquí. Me duele todo lo que se rumorea de él,ya saben que estoy enamorada de él,lo sabe todo el instituto,incluso él,pero le da igual. Tampoco es que yo vaya a intentar nada,porque se que de todas formas acabare mal y se que no conseguiré nada,porque soy fea.


Y os preguntareis que si tengo complejos de mi...Bastantes. Odio mi cuerpo,odio cada centímetro de mi,odio mi pelo,mis ojos,mi nariz,mis labios,mi rostro,todo. Os contaré un secreto,me autolesiono en silencio,cada una de mis rajas dicen lo que no soy capaz de vocalizar. También me siento sola la mayoría del tiempo,aun que no lo este,me siento así.


·······

Entro en clase como cada mañana,con una sudadera tapándome las  muñecas y unos pantalones ceñidos a mis piernas y unas vans,en fin,lo normal. Voy a mi sitio y me siento y dejo la mochila encima de la mesa,veo como va llegando mis compañeros y algunos me saludan agradablemente.

Veo como Daniel entra por la puerta y viene hacía aquí.

- Buenos días enana.-Besa mi frente.

- Buenos días.-Sonrío forzada.

- Algo me dice que algo no va bien...-Se sienta a mi lado y me mira.-¿Qué te pasa? Sabes que puedes confiar en mi.-Le miro y suspiro.

- Se que puedo confiar en ti,porque siempre lo he hecho pequeño.-Me río con pocas ganas.-Pero no tengo ganas de hablar del tema.-Bajo mi mirada hacía mis dedos que juguetean entre sí,por lo nervios que me produce esta situación.

- ¿Es por mi hermano?-Pregunta en un susurro que solo puedo oír yo. Asiento.-Ven aqui enana.-Abre sus brazos y sonrío,me acerco y me abrazo a él posando mis manos en su espalda trabajada y me apechuga bien a el.

- Gracias por todo...-Susurro conteniendo mis ganas de llorar.

- Tienes que pasar página pequeña.-Susurra en mi oído mientras acaricia mi espalda cariñosamente.

- No puedo.-Sollozo.-Quiero olvidarme de él y quiero,pero no puedo.-Dejo que las lagrimas se adueñen de mis mejillas.

- Sh...No llores enana.-Me aferra mas a él y posiciona su cabeza en mi clavícula.-Quiero que cuando llores sea de felicidad y que yo sea el causante de eso.-Choca su aliento en mi cuello.

Toda mi piel se eriza,por una vez en cinco años,alguien me ha hecho sentir completa,mi corazón se acelera,nunca me ha pasado estas sensaciones con él...Y me da miedo,porque es todo lo contrario a su hermano...Dulce,amable,cariñoso,educado...Pero mi corazón pertenece al cabrón de esta historia.

Daniel me saca de clase y salimos a un pasillo,al que nunca suele pasar mucha gente y se apoya en la pared,con las piernas un poco abiertas y yo en medio,abrazada a él. Me separo un poco y me quedo mirandole,me asujeta de la espalda y me apega a él. Mi respiración y la suya,se encuentran de manera agitada.

- Me estas volviendo loco...-Susurra acariciando mi nariz con la suya.

- Yo no se que me pasa contigo.-Le acarició el vello de su nuca.

- Déjame probarte.-Acerca su mandíbula a la mía.

- Solo hazlo.-Susurro.

Se acerca más y acorta la distancia,sus labios tiernos quedan impactados con los míos,haciéndome sentir todo aquello que nunca pensé sentir hacía él.


A todos nos jodio la distancia. (Gemeliers hot.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora