Prefacio

194 5 0
                                    




Sus ojos se cerraron, su cuerpo se tornó pálido (más de lo habitual), muchas venas de color oscuro brotaron en su piel. Tenía la desesperación, el dolor, la ira atascados en la garganta, frenéticos por salir

<<La asesiné>>

<<Era inocente>>

<<Asesiné a la mujer que amaba>>

<<Asesiné a un vampiro>>

Muchas cosas se amontonaban en mi cabeza, yo yacía en el suelo a su lado, aun sujetando su mano, estaba en shock, al igual que todos en el lugar. Su hermana lloraba en silencio, ahogando el ruido que producía su garganta producida por el llanto

-¡ES-TO ES TU CULPA!_ me despertó del shock la reacción de Adam, me tomó por el frente de la camisa y me levantó con una sola mano. Sus ojos llameaban

-¡ADAM SUELTALO!_ dijo la que conocía por Vanessa_ No es su culpa Adam. El culpable ya murió, eso no cambia las cosas. Alex ya no está_ su última frase quebró su voz. Adam me liberó, su mirada cambió de furia a tristeza. Salió de la cabaña con los puños cerrados.

...

Ya habían transcurrido 3 meses desde la muerte de Alex. No había tenido contacto alguno con su familia, muy poco con la mía. Hoy era mi cumpleaños número 23. Aún continuaba en San Francisco.

Sí, yo fui su asesino. Una idea que carcomía mi alma, mi tranquilidad. Su rostro se repetía en mi mente todo el tiempo

<<-No tienes idea de cuánto sufrí tu perdida Simon, me ha costado años recuperarme, me volví lo que soy por el dolor que tu muerte me produjo, yo hice que te quitaran tus alas, siempre me amaste sin condiciones y nunca te correspondí. Por seres como yo murieron tus padres, por mi culpa murieron Andrew y Verona, que eran mis amigos>>

Se repetía una y otra vez. El pecho me dolía. Aun no entendía nada de lo que había sucedido. ¿Quién fue Alex para mí que yo nunca supe? Teníamos mucha historia juntos, pero no la recordaba, no hasta el momento que la atropellé en el parque. Conservé su álbum de fotografías, la miraba cada noche, en todas las fotos se le veía feliz, muchas de ellas conmigo y allí estaba esa mirada sobre ella, esa mirada compasiva, tierna, llena de tantos sentimientos.

¿Qué debería hacer ahora? Era una pregunta que me hacía diariamente desde que descubrí que existían los vampiros. Zach me había guiado de cierta manera para matar lentamente vampiros, había sembrado en mí un odio hacia ellos, había asesinado a mis padres, el mismo que provocó que asesinara a una mujer inocente de ello, que por cierto, también era un vampiro

<<toc, toc>>

Tocaron la puerta de la habitación que tenía rentada. Fruncí el ceño ante la sorpresa, no esperaba visitas. Estaba sentado en el suelo con varios libros abiertos, la laptop encendida en Google y cientos de documentos regados en el suelo. Fui a ver de quien se trataba

Abrí la puerta

-Hola Simon_ su expresión... Quería ser amable

-¿Qué haces aquí?

-¿Puedo pasar?_ miré a su alrededor, aparentemente estaba sola. Me aparté de la puerta dejándola entrar. Cerré la puerta a su paso. Observó mi pequeño desastre. Traía un paquete pequeño en las manos

-¿Vanessa, no?_ nunca tuve la oportunidad de conocerla, sólo sabía que era parte de la familia vampírica de Alex

-Aun continuas investigándonos..._ dijo dándose vuelta, mirándome de frente. Aun conservábamos distancia_ puedes despreocuparte

-¿Cómo me encontraste?

-Ambos sabemos que eso no es lo que realmente quieres saber_ tenía razón

-¿Y bien...?_ me relajé un poco. Mi instinto no la apuntaba como una amenaza para mí

-¿Cómo has estado?_ no esperaba esa pregunta. Su expresión cambió a una de lastima

-¿A qué has venido, Vanessa?

-Desapareciste luego de lo de Alex, no fuiste a su funeral

-¿Debía ir?_ pregunté de forma amarga. Sonrió de la misma forma. Suspiró

-Nadie te culpa por lo que sucedió, Simon_ hizo una pausa_ ¡Dios! Eres tan igual a ella_ sonrió una vez más, pero esta vez de forma alegre y nostálgica_ ella te adoraba, ¿sabías? Cuando te perdió hace 24 años sufrió como ninguno de nosotros. Podría jurar que te amaba. Diste muchas cosas por ella, hasta tu propia vida. Nunca se repuso de tu muerte. Aun habiéndote encontrado más tarde siendo un bebe. Nunca volvió a ser la misma_ no identificaba a ciencia cierta la sensación que producía escuchar aquello; si alivio, felicidad, amargura, tristeza_ sé que tienes muchas preguntas que necesitan respuesta que nadie te ha podido responder, sé que todo es confuso_ me miró a los ojos. No dije nada_ Siempre fuiste un héroe, no has dejado de serlo, a pesar de todo lo que sucedió. Sé que debes estar confundido. Tu aislamiento lo dice por sí solo. Sé que no es fácil descubrir que existimos. Tienes madera para muchas cosas que tienen que ver con nosotros_ la idea me escandalizó. No me estaba agradando el norte de la conversación_ ¡Oh! Creo que no utilicé las palabras correctas. Lo siento, me malinterpretaste

-¿A dónde quieres ir con todo lo que dices?

-Como sabrás ya, no todos los vampiros somos malos. Me apena decir que somos una gran minoría y que la mayoría son demonios, convirtiendo humanos en lo que somos, asesinando para alimentarnos_ hizo una pausa_ podrías ser el héroe que muchos necesitan

-¿A qué te refieres?

-Cazar_ hizo una nueva pausa tratando de descifrar mi expresión_ sé que no erradicarías a todos los vampiros del planeta, pero ayudarías mucho

<<¿Ser cazador de monstruos?>>

Hizo silencio unos segundos

-Hay alguien que te puede ayudar_ dejó el paquete sobre una pequeña mesa que había en un costado, buscó un papel de los que tenía tirado en el suelo y un bolígrafo_ ¿te importa?_ dijo mientras los tomaba. Negué con la cabeza, aun no entendía de qué iba todo aquello. Escribió rápidamente una dirección en el papel_ ve con él, pertenecía a la Sociedad de Leopoldo, él te puede entrenar y te enseñará todo lo necesario para que te conviertas en ese héroe que queremos que seas, que fuiste una vez_ me entregó el papel. Permanecí mudo. Tomó su cartera y se dirigió a la salida_ Espero verte pronto Simon_ sonrió amablemente_ Por cierto. Feliz cumpleaños_ dijo señalando el paquete que había dejado sobre la mesita. Se fue. Abrí el paquete, era un pastel pequeño de cumpleaños.

HunterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora