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Como era de esperarse, esa noche no pude conciliar el sueño. Dylan había insistido en hablar conmigo vía Skype, fue una conversación divertida, evité preguntarle alguna cosa referente a los vampiros, quería el tema fuera de mi mente al menos esa noche, pero sabemos que eso era imposible

-Mañana iré a casa. Voy a recoger unas cosas, me voy a Nueva York

-¿Te mudas? ¿Tan lejos?_ su expresión divertida cambió bruscamente

-Por los momentos sólo voy a investigar unas cosas. Veremos luego si me tengo que mudar

-Quiero irme contigo

-¡No! Definitivamente no

-Si... tonto, pero tenía que intentarlo. Apenas puedes contigo mismo..._ soltó una sonrisa burlona que me sensibilizó aún más. Era verdad lo que decía

-Es hora de irte a dormir, ya es tarde

-Está bien. Nos vemos mañana_ se dio fin a la video llamada. Minimicé Skype, quedando el explorador abierto. Decidí buscar una aerolínea que me permitiera comprar en línea un boleto a Nueva York para mañana, esperaba conseguir disponibilidad.

La noche transcurrió exageradamente lento. Al amanecer recogí todo lo que tenía en el lugar alquilado. Conduje hasta casa, me había alejado lo suficiente. Al entrar, tía Annie estaba en la cocina, la sorprendí por mi entrada silenciosa

-¡Simon! ¡Te he dicho cientos de veces que odio que me asustes de esa manera!_ dijo de forma furiosa. La miré con vergüenza_ Ven aquí_ me ofreció un gran abrazo. Lo necesitaba_ me tenías preocupada. ¿Estás bien?

-Sí tía Annie. Estoy bien_ le sonreí con debilidad. Hice una pausa_ Tía, me voy a Nueva York... hoy

-Simon...

-Estoy bien tía_ le interrumpí antes que me abrumara con su discurso de dolor y superación_ sólo voy a investigar unas cosas de trabajo, quizás me quede_ hice una nueva pausa_ no quiero dejarles... a Dylan, él es mi responsabilidad. Me estableceré allá y luego vengo por...

-Simon... estás en todo el derecho de construir tu vida donde quieras. Eres un hombre increíble, inteligente, con muchas cosas que hacer en su vida. Me recuerdas mucho a Andrew_ sonrió acariciando mi mejilla_ Por Dylan no te preocupes, ¡por Dios! Estamos perfectamente con él. Aceptamos su custodia sin ningún problema. Si tienes que irte a otra ciudad, del otro lado del país, hazlo, no te lo vamos a impedir, Dylan estará bien_ una gran parte de mi estaba aliviado, saber que tenía el apoyo de mi familia era imprescindible, más cuando no tendría que preocuparme por Dylan, la verdad no creía poder lidiar con él

-Voy a subir por algunas cosas. El vuelo sale en algunas horas

-Está bien. Nosotros te llevaremos

Recogí mis cosas en cuestión de pocos minutos. Sólo ocupé dos grandes bolsos, pensé que se llevaría más. Mis tíos y Dylan me escoltaron hasta el aeropuerto. Por un lado me sentía nervioso, nunca había ido a Nueva York. Pensándolo bien, no me montaba en un avión desde la muerte de mis padres, era muy malo asociar ambas situaciones, en ambas había perdido a alguien. Al sentarme en mi asiento saqué de mi chaqueta el papel que me había escrito Vanessa, la dirección era en Manhattan y el nombre del sujeto era el Dr. Howard Jobs.

Aún quedaban 5 minutos antes de que mi vuelo despegara. Decidí investigar quién era el sujeto, introduje en internet su nombre, varios artículos se referían a él como una eminencia de la medicina endocrina, aparentemente retirado, en ningún lugar se exponían los motivos. La noche anterior había investigado que era la Sociedad de Leopoldo, algo bastante rebuscado la verdad. Decidí apagar mi antena, ya que se estaban dando las instrucciones de despegue.

Me dormí durante el vuelo, me despertó el movimiento de mi compañero de viaje, la azafata estaba anunciando la llegada al J.F. Kennedy Airport. Al bajar todo estaba revuelto, gente por todos lados, todo era acelerado

<<Bienvenido a Nueva York>>

Pensé mientras miraba todo lo que estaba a mí alrededor. De pronto me emocioné un poco al sentirme en La Gran Manzana. Salí y tomé un taxi

-Por favor al Beaux-Arts Prasada en Manhattan_ la noche era bastante concurrida en la ciudad. Supe que habíamos llegado al ver el Central Park, uno de los lugares que siempre había querido conocer. El chofer del taxi me sorprendió entre mis pensamientos al anunciarme que ya habíamos llegado. La entrada del edificio era imponente, antiguo, impactante. Fui hacia la puerta principal en búsqueda del intercomunicador. Busqué con mis dedos el penthouse

-¿Quién es?_ dijo una voz femenina con autoridad

-Simon Morris. Busco al doctor Jobs

-No está disponible para visitas. Si viene por asuntos médicos diríjase a...

-Vengo de parte de Vanessa Adams_ la interrumpí. Sólo se oyó cuando colgó la bocina.

<<¿Me va a dejar colgado?>>

Se escuchó un pequeño timbre abriendo la puerta inmensa de hierro y cristal, la abrí con temor e ingresé al edificio en búsqueda del ascensor. Estaba nervioso. Las puertas del ascensor se abrieron y estaba dentro apartamento. Ingresé con temor, no veía nadie alrededor

-Usted debe ser el Sr. Morris_ dijo la misma voz femenina a mis espaldas. Brinqué por el asombro, no la esperaba venir. Fue entonces cuando la vi.

<<¿En dónde estoy?>>

<<¿Quién es ella?>>

<<¿Es real?>>

Mujer de complexión delgada (no demasiado), tez blanca (como de porcelana), cabello oscuro y ESOS ojos verdes asombrosamente claros. Iba bien vestida, falda de tubo bien ajustada color negro, camisa blanca con mangas largas acorde a su figura y unos tacones asombrosamente altos y delgados

<<¿Cómo puede caminar con ellos?>>

-¿Señor Morris?_ dijo frunciendo el ceño

-¡Oh! Sí. ¿Usted es...?

-Dijo que venía de parte de Vanessa Adams

-Así es...

-¿Son amigos o algo parecido?

-Teníamos una amiga en común que falleció hace unas semanas

-Umm..._ dijo examinándome con suspicacia_ pareces "normal"

<<¿Normal? ¿Qué quería decir con "normal"?>>

<<¡Oh!>>

-¡Si! Soy humano

-¡Oh!_ dijo con alivio_ ¿Te importaría si... hago una llamada rápida?_ hice un gesto de que no. Fue hacia un extremo del hall y habló por teléfono unos pocos minutos, yo continuaba congelado observando el lugar y a ella de espaldas

<<¡Simon...!>>

-¡Bien Sr. Morris! Discúlpeme, debía despejar dudas_ dijo agitando su celular, sonrió un poco_ Hablé con Vanessa y me explicó el motivo de su visita

HunterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora