Hunter

Capítulo 17. Reconsideraciones

A pesar de haber pasado un buen rato desde que toda la "corte celestial" se fue de casa de los Jobs, aun me costaba procesar todo aquello, era una cuestión de locos si quiera imaginarse una situación como esa. Habíamos quedado los Adams, los Jobs y yo en el estudio, ellos hablaban, yo fingía oír

-Simon...? Simon!_ Vanessa llamó mi atención. Parpadee de forma exagerada. Sentí vergüenza por unos segundos

-Qué? Lo siento...

-Creo que es suficiente por hoy_ dijo el doctor Jobs. El padre de Vanessa le dio un par de palmadas en el hombro y poco a poco fueron saliendo del estudio. Nina quedó de última, traté de salir antes que me dijera algo sobre lo de anoche, me detuvo

-Simon...

-Nina..._ hice una pausa_ debo irme, creo que ya es suficiente por hoy

-Sucede algo? Estás extraño..._dijo con mirada investigativa

-No, no sucede nada. Nada, además del apocalipsis

-Claro... el apocalipsis_ salí del estudio rápidamente y llamé al ascensor saliendo del enorme pent house. Estaba nervioso, hiperventilaba y el motivo no había sido Jesucristo ni ninguno de los 7 arcángeles, era por Nina, me cuestionaba lo que había hecho, no quería tener LA CONVERSACIÓN, no sabía hasta qué punto podría evitarla, posponerla.

Pasaron un par de días y había logrado mantenerme a raya con Nina, afortunadamente no había llamado ni aparecido, Vanessa si, sin embargo no hizo preguntas incomodas, sólo fue a mi apartamento a ponerme al tanto de lo que tenían planeado. Su madre había ido en busca de Sam y la hermana de Alex a Toronto y su padre fue en búsqueda de Adam, si me preguntaban, era preferible para mí no contar con él, no me creaba ningún tipo de emoción positiva verlo. El plan desde luego era reunirnos a todos, entrenar a Adriana y a cualquier humano que estuviera con nosotros. Vanessa esperaba que fueran los menos posibles. Gabriel se fue en búsqueda de unos genios, tendría que buscar a unos humanos primero, todo iba "bien" hasta que nombró a la presentadora de televisión Ashlee Lawrence, no tenía idea que ella estuviera involucrada en todo esto, por lo visto no le había ido muy bien, las ultimas noticias sobre ella no habían sido positivas, había perdido su carrera, era una delincuente.

Al atardecer conversé vía Skype con mi familia en San Francisco, hacía días que no sabía de ellos, moría de ganas por contarle a tía Annie todo lo que estaba sucediendo, pero sabía que no debía, además que no entendería ni la mitad de las cosas que pasan, iniciando por el hecho que fui un ángel guardián que se convirtió en mortal, murió y reencarnó. Si... cada vez que lo digo y lo recuerdo, se hace más insólito de creer. Otro asunto curioso era el recordar muchas cosas de mi vida anterior, en ocasiones venían imágenes de Alex en la universidad de Sioux Falls, ella llorando sobre mí mientras yo estaba tendido en el suelo herido; era incomodo tener estos recuerdos pero no tener conciencia de ellos.

Una vez más, pensar en Alex me llevó a pensar en Nina. Cuantos días llevaba evitándola? Un mes, quizás, más, menos, había desviado sus llamadas por un tiempo, luego dejó de llamar, al parecer había entendido que no quería hablarle. Evalué el mensaje que había leído en su móvil esa noche

<<Y si Nina prefería estar contigo antes que con él...?>>

La idea cruzó mi mente por primera vez, sonreí al pensarla, posiblemente era una excusa que estaba creando mi cerebro, pero eso explicaba el por qué fue a mi casa y no con él. Y si estaba siendo exagerado? Por qué no lo hablaba con ella? Estaba actuando como una mujer herida (que deprimente!). Tomé las llaves de mi jeep y decidí ir al gimnasio de Nina, hoy daba clases de ballet. Estaba nervioso, las manos me sudaban, sonreía estúpidamente, no sabía muy bien por qué. Llegué apresurado, tenía muchas ansias, las niñas iban saliendo del gimnasio acompañadas de sus madres o padres, me abrí paso entre ellos y entré. Allí tenía el doctor Monroe entre sus brazos a Nina, envolviéndola con ellos, sentí un vacío en el pecho, un hueco en el estómago, quería golpear algo, de hecho lo hice, salí del lugar

-SIMON! SIMON ESPERA!

Me subí rápidamente a mi jeep y di marcha estrepitosamente para dejarla atrás y no cruzar palabra alguna.

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