Hunter

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Debía continuar investigando a la Agente Cox, necesitaba acercarme mucho más a ella, hasta averiguar que tanto sabe ella sobre vampiros y que hace con respecto a esos casos, tener a la ley metido en este asunto implicaba bastante problema, más si no sabían cómo manejarlo, dudo que pudieran apresar a un vampiro como un convicto regular, ¿o tendrían celdas especiales para vampiros? Posiblemente tendría que seguirla para saber al detalle que hacía, pero sabría que la persigo, no es tonta. Alguien más debía hacerlo por mí, al menos así mi identidad estaría oculta, pero ¿a quién podría darle ese empleo de investigador privado? ¿Debía contratar a alguno? Sin duda debía hacerlo yo (tragué con dificultad al pensar en la idea). Al anochecer terminó mi turno, hacía frío en la ciudad. Estacioné mi jeep en frente del edificio donde estaba ubicado el FBI, esperando que la agente Cox saliera y así poder seguirla, la espera fue larga, hasta que por fin decidió salir, pero no estaba sola, venía con un sujeto alto, rubio, cara perfilada, era agente por lo que se veía; luego se aproximó otro de mayor edad, hombre canoso, con barba pero de muy buen aspecto físico, traía su placa a la vista, se despedían. El primer sujeto la besó brevemente <<su prometido...>> y el otro la besó en la frente. Se montó en su auto que estaba estacionado en frente de mí y avanzó. La seguí discretamente, el tráfico de la ciudad me dificultó la tarea.

Vive en Brooklyn, la vi estacionar en frente de un edificio una cuadra más allá de donde yo venía transitando, estacioné rápidamente, troté para alcanzarla y así fingir coincidencia. Tomé un periódico del basurero y fingí leerlo mientras caminaba por su acera, apresuré mi paso, usé como accesorios mis audífonos, era una treta bien armada para los pocos segundos que me había llevado prepararla.

Tropecé con ella como esperaba, me quité los audífonos

-Discul...

-¿Tú de nuevo...?_ dijo incrédula, su mal humor se limpió mágicamente al percatarse que era yo. Yo fingí desconcierto

-¿Nos conocemos?

-Trabajas en la cafetería

-¡Oh! La del latté de vainilla grande_ dije fingiendo muy bien (risas para mí). Ella sonrió abiertamente

-Agente Marie Cox_ extendió su mano derecha dándomela con firmeza_ pero puedes llamarme Marie, no estoy trabajando_ dijo con un gesto gracioso

-Simon..._ ¿debí decir mi nombre real? <<¡Rayos!>> pues ya lo había hecho_ Siento haberte tropezado, vengo distraído con la prensa, creo que me he perdido_ dije con vergüenza

-Creo que lees prensa de la semana pasada..._ dijo preguntando de forma sospechosa

-¡Si! Necesitaba algo que me guiara como regresar a casa. Soy nuevo en la ciudad, es tan grande, llevo pocas semanas aquí, me quedé sin batería en el celular... todo un fiasco

-Mmm... ¿hacia dónde te diriges?

-Manhattan...

-Te desviaste por mucho_ dijo sonriendo << ¿Se está burlando de mí?>>_ ¿tienes auto?

-Sí, está aparcado atrás

-Y supongo que no tienes el cable del auto para recargar tu teléfono..._ se acabó, me descubrió. Sólo negué con la cabeza. Se alejó de mi hacia su vehículo, lo abrió y vino de nuevo hacia mi_ Conéctate, busca tu GPS y regresa a casa... Simon, ¿no?_ me lo entregó con expresión amable

-¡Oh! No, no. Puedo caminar un poco más y comprar uno en alguna tienda

-Difícilmente encontrarás algo abierto a esta hora, son más de las 10 de la noche_ cerré la boca, debía tomar el cargador_ Solo dame las gracias_ logré sonreír ante su comentario pretencioso