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Conduje nerviosa a través de las calles de Nueva York, llevaba un vampiro inconsciente en la parte posterior de un auto robado. Estaba acelerada, el pulso me temblaba, no sabía exactamente qué era lo que debía hacer, tenía en mis manos las pruebas de algo que mi mente insistió en que existía, la razón por la que casi pierdo mi trabajo. ¿Pero entonces qué? ¿Lo sacaba a la luz pública? ¿En qué clase de show mediático se convertiría esto? ¿Al estilo de King Kong? Entonces yo sería Carl Denham. Debía ocultarlo, afortunadamente tenía la información necesaria para tenerlo cautivo y débil, no confiaba en el tal Simon, era evidente que no trabajaba solo. ¿Cómo alguien se podía dedicar a cazar vampiros? ¿Podía ser esto real? Supongo que sí, tan real como los mismísimos vampiros.

Decidí ir a un lugar donde sería difícil encontrarnos y quedara relativamente lejos de la civilización. Fui directo al puerto Elizabeth en Newark, al terminal de containers, allí teníamos una embarcación bajo custodia y el FBI no pensaba acudir a ella sino dentro de dos semanas.

Cargar con el cuerpo de este sujeto era agotador, fue entonces cuando agradecí las 2 horas diarias que invertía a mi preparación física como parte de mi entrenamiento como agente. Subí al buque de carga con mucha dificultad y senté al sujeto en una de las sillas del puente de mando, atándolo con las cuerdas húmedas con agua y hedor a ajo, no demoró en despertar, me espanté cuando hizo el primer movimiento quejándose, lo apunte con una de las armas que había dentro del maletín de tal Simon, curiosamente tenían balas de madera (ingenioso)

-¿Quién eres?_ me apresuré a decir mientras el sujeto mostraba sus llamativos ojos verdes. Soltó una risita a la vez quejándose

-El secuestrador terminó secuestrado_ dijo con voz grave y ronca

-No has respondido...

-¿Importa quién soy?

-Responde_ dije de forma cortante

-Si me estás apuntando con un arma, te recomiendo que la uses. Eres policía, deberías saberlo_ cargué el arma con un movimiento rápido y le disparé en el muslo izquierdo. El sujeto rugió ferozmente ante mi ataque. Movió la silla donde estaba atado, me asusté, procuré no demostrarlo

-¿Vas a contestar quién eres? Tengo muchas balas de madera y juguetes bastante prometedores de un cazador, podemos probarlas

-Sácame-la-la ba-la_ alcanzó a decir entre quejidos de dolor

-¿Disculpa?

-Sácame la maldita bala y te contestaré_ no sé qué me espantó más, si su actitud o su grosería

-¡Oh! En realidad te afecta la bala..._ el vampiro me miró mal encarado_ ¡Ok! Ok... te sacaré la bala_ no pensé al decir aquello, me dio escalofríos cuando me acerqué a él y vi la herida

-¡HAZLO YA!_ brinqué del susto, no pensé que reaccionaria de esa manera. Metí mi dedo índice en la herida, sentía que iba a vomitar, el vampiro gruñía. Hurgué dentro de la herida hasta que encontré la bala y la extraje_ Buena chica..._ dijo de forma lasciva. Retrocedí inmediatamente mientras lo observaba mal encarada_ Supongo que te debo una respuesta..._ lo miré expectante_ Me llamo Shawn_ sonrió al culminar la frase_ y soy un vampiro como sabrás

-¿Por qué me atacaste en mi apartamento? ¿Por qué atacaste a la chica del bar la otra noche?

-No más preguntas hasta que me liberes_ tomé el arma de nuevo y lo apunté, este sujeto me tenía de mal humor_ ni la tortura más salvaje me hará hablar_ Me dispuse a dispararle cuando sonó mi celular, revisé y era Nathan, tenía que contestarle. Puse un puñado de telas sucias que encontré en el suelo al vampiro en la boca para evitar que hablara

HunterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora